¿Apoyan las empresas a la democracia?

México está viviendo uno de los cambios más importantes que afectan el desarrollo de la democracia, la cual se logró con el trabajo de muchos ciudadanos en los últimos 20 años. El poder ejecutivo envió una reforma para desmantelar el Instituto Nacional Electoral, debilitarlo y que el gobierno en turno pudiera gestionar las votaciones en el 2024. 

La pregunta que en este momento me interesa responder es:  ¿Qué pudieron haber hecho las empresas, los empresarios, las Cámaras y Asociaciones sobre este tema? 

Fuimos testigo de varias manifestaciones del sector empresarial compartiendo su descontento y análisis de sus consecuencias.  pero, ¿Cuál fue el impacto de dichas acciones?, ¿Se hubiera podido influir en la votación de los senadores del partido de Morena? 

¿Qué sí se hizo?

• La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) hizo un llamado a defender al Instituto Nacional Electoral (INE).  Desde el estadio Akron de Guadalajara, cientos de empresarios e integrantes del organismo “participaron en un encuentro para refrendar su apoyo a la permanencia de un árbitro electoral imparcial”.
• El Consejo Consultivo Empresarial CCE emitió un comunicado donde como sector empresarial expresa su convicción de que hoy ya contamos con autoridades electorales plenamente confiables en su transparencia, imparcialidad, certeza y eficacia para la celebración de los comicios. 
• Empresarios y profesionistas manifestaron su descontento en la marcha de noviembre y compartieron información en redes sociales.

¿Fue suficiente?,  No. 

¿Por qué?

En mi opinión, se debe a que la decisión estuvo en manos de los congresistas del partido en el poder, quienes, como bien lo menciona Dan Ariely en su libro Las fuerzas ocultas que forman nuestras decisiones, solo fueron honestos, leales con ellos mismos y con el “bienestar” de México solo en la medida que les conviene (incluyendo su deseo de complacer a los demás). 

Se les dio la oportunidad de ver por México, pero jugaron como peones, cuya fuerza en gran medida no comprendemos. Ellos creen que en el futuro serán personas maravillosas y los mexicanos se los agradeceremos, pero en realidad se enfocaron en beneficios personales, en satisfacer sus propias necesidades, debilitando la democracia. 

Hizo falta que la sociedad, los empresarios, académicos pudieran mostrar a cada senador del partido de Morena el beneficio personal inmediato de su voto en contra de dicha reforma, para que consideraran hacerlo.  Solo lo vio el Senador Monreal al identificar el fortalecimiento de su posible candidatura como Presidente de México en el 2024. 

En conclusión, debemos tener un diálogo más cercano con nuestros congresistas en esta encrucijada nacional. Como dice Gemma Santana: “Sin democracia no hay ninguna causa que avance, ni nuestra calidad de vida, o mejor dicho nuestra libertad”.

Seamos sinceros, la democracia que los llevó al poder de manera legítima la construimos las y los mexicanos y perderla nos afectará directamente a todos, incluyendo a los morenistas y sus familias. 

Ileana López

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