Por un 2023 libre de racismo
HÍBRIDO

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

Por un 2023 libre de racismo
Película: Till. Justicia para mi hijo. Foto: Universal Pictures.

Hablar de racismo atrae más racismo. Piénsenlo así, cuando un tema se pone “de moda” todos quieren opinar de ello, lo entiendan o no. Para eso sirve poner los temas sobre la mesa, para hablar de ellos. El problema es cuando no hay información suficiente y gana la desinformación. Como resultado, escuchamos a gente opinar sobre cosas que no entiende, así las hayan ejercido o padecido, no las reconocen como lo que son.

Sin embargo, tenemos que seguir hablando de esto. México se subió definitivamente a la conversación mundial sobre discriminación, clasismo y racismo en 2022 y esto va a continuar en 2023. Le pese a quien le pese, tener a un actor como Tenoch Huerta, con un papel tan destacado, en una película de Hollywood tan taquillera como Black Panther: Wakanda Forever, marcó una diferencia importante, pues le dio una plataforma internacional para hablar de lo que sucede en México con respecto a estos temas.

Tan solo en el último mes yo mismo fui discriminado en cuatro ocasiones. Y lo digo como un hombre de mediana edad, profesionista, de clase media y de buenas maneras que no se mete en problemas con la gente. Puedo decir, fácilmente, que no escuchaba cosas como las que me dijeron ni había recibido ese maltrato en más de 20 años. Porque sí, cuando era chico padecí discriminación por distintos motivos y puedo reconocerla en el acto.

Primero fue en una farmacia, después en un banco, luego en un restaurante, y para rematar, en un cine. Todo esto en menos de quince días, y para colmo en Navidad, cuando se supone que la gente derrocha buenas intenciones. No quisiera entrar en detalle, pero la del cine fue particularmente ruin.

Al formarme en la taquilla, llegué justo antes que una pareja de hombre y mujer blancos, la aclaración de su color de piel es pertinente. Por alguna razón, les molestó mucho que les ganara el lugar, pero en vez de decirme algo empezaron a hablar de mí a mis espaldas. Volteé porque no creía su atrevimiento y se rieron en mi cara. Ni siquiera eran tan jóvenes, quizá en sus treintas, ambos rubios, él con un acento extranjero. No sé por qué motivo (aunque lo intuyo) no dejaron de hablar de Tenoch mientras duró la fila, repitiendo las palabras “moreno” y “chillón” constantemente.

Por eso no quiero entrar en detalle, porque cuando lo hacemos nos espetan esas palabras y nos dicen que nos victimizamos. Solo agregaré que la anécdota del restaurante casi termina en una discusión entre mis amigos y yo, pues a ellos no les pareció que lo que me ocurrió en aquel lugar fuera discriminación. Tan solo unos días antes, el conductor Jean Duverger había publicado en sus redes sociales que sufrió discriminación en un restaurante de Elena Reygadas, pero eso tampoco me lo creyeron.

Déjenme ponerlo así: yo temo por lo que pueda suceder en nuestro país si los que niegan la gravedad del problema de la discriminación y el racismo no empiezan a poner de su parte para reconocerlo, informarse mejor y ayudar a sanarlo, empezando desde su casa: lo que les enseñan a sus hijos, lo que comentan entre familiares, lo que permiten que suceda en su entorno.

De la misma forma, hacer conciencia de cómo se replica esto entre los amigos y en el espacio laboral. ¿Qué pasaría si los que se dicen nuestros “mejores” pierden la civilidad y promueven la persecución? Estoy hablando de que muchos de los que niegan la escalada de racismo en México son políticos o trabajan en los medios de comunicación.

Pronto estrenará en México la película Till. Justicia para mi hijo (se anunció para el 16 de febrero), que por el momento sigue sonando fuerte para la entrega del Oscar. Un drama basado en hechos reales acontecidos en Estados Unidos en 1955, sobre un linchamiento por racismo, algo que todavía en aquellos años estaba muy normalizado en aquel país. Aclaro que aún se habla de nominaciones para el Oscar pues Whoopi Goldberg es productora, pero recientemente se vio envuelta en un escándalo por declaraciones poco afortunadas que hizo sobre el holocausto judío.

Hay que recordar que, en 2017, después de ganar infinidad de premios y buenas críticas, la Academia decidió bloquear la película The Birth of a Nation, una adaptación de hechos históricos sobre una rebelión de esclavos en Estados Unidos, que prometía convertirse en la gran ganadora de aquel año. Pero, como sigue sucediendo hasta hoy, la película se hizo de muchos detractores por la manera en que hablaba del racismo, así que de último minuto ocurrió un escándalo que empañó la reputación de la película y a su protagonista, Nate Parker, quien fue acusado de acoso sexual y sigue cancelado hasta hoy.

No es que en Hollywood no se hable del racismo o la diversidad, hay muchas películas sobre estos temas que han llegado hasta la entrega del Oscar o, incluso, se han convertido en ganadoras. En cambio, el problema parece ser la manera en que se decide abordar el tema del racismo, pues se tiene que ajustar a una serie de criterios no escritos, aunque sobreentendidos, y bastante opacos.

Así, una ganadora de la estatuilla en 2010 como lo fue la actriz Mo’Nique por su papel en Precious, posteriormente fue bloqueada en Hollywood por expresar libremente sus ideas sobre la industria cinematográfica. Casi de la misma forma, Will Smith, ganador del Oscar en 2022 y uno de los actores más queridos de la comunidad negra, fue cancelado tras aquella infame “bofetada”, aunque él solito se puso la soga al cuello. Hoy, su película Emancipation (sobre la esclavitud), tiene muy pocas posibilidades de ser tomada en cuenta.

El racismo existe, aún cuando muchos lo niegan, y se sigue manifestando en nuestra vida diaria, en el espacio laboral, el espectáculo, la industria del cine y los medios de comunicación. Aunque exista la idea de la inclusión en el arte, el racismo se puede ejercer de muchas formas para mantener a los oprimidos a raya. Hoy hablamos de un mundo más incluyente y esto molesta a muchas personas porque, en teoría, supone un cambio al statu quo… pero no precisamente. Por eso, hoy levanto mi copa y brindo por un 2023 libre de racismo y discriminación. Que nuestro propósito -el de todos- sea lograr un cambio profundo y real.

BREVES

En salas de cine selectas se puede ver la película española Alcarrás desde el 5 de enero, antes de su llegada a la plataforma de Mubi el 24 de febrero. Se trata de la producción que España envió para competir por el Oscar, y aunque no logró colarse a la shortlist, sigue siendo una gran película.

She Said (Ella dijo) adelantó su estreno unos días y ya se puede ver en salas de cine desde el 5 de enero. Como lo comentamos antes, recrea la historia de las periodistas que investigaron el caso de Harvey Weinstein.

Desde el 6 de enero está disponible en Netflix la película The Pale Blue Eye, una historia de misterio y terror gótico con Christian Bale.

Síguenos en

Google News
Flipboard