México y EU: ahora o nunca
Breve, pero a fondo

Periodista por convicción y formación. Con una trayectoria de 30 años, desarrolló su carrera en distintos medios, entre estos, Worldwide Television News, United Press International y Notimex. Fue corresponsal en Centroamérica, Colombia y EU. Ha realizado coberturas en México y el mundo. Colaboró por 20 años en El Universal. Coautor del libro Haití, Isla Pánico. Twitter: @jlruiz10 

México y EU: ahora o nunca
AMLO y Biden durante la visita del presidente estadounidense a México. Foto: EFE

La relación de México y Estados Unidos se encuentra en uno de sus momentos más relevantes de su historia y, pese a sus complejidades, es cada vez más sólida, cercana y benéfica para ambas partes.

Por supuesto que el tema migratorio es el que más reclama la atención en ambos lados de la frontera, porque de una forma u otra genera fricción y, en muchos momentos, la confrontación. Tema impostergable que atender y resolver.

Es innegable reconocer que Estados Unidos es tan importante para nosotros como México para ellos, y esto es una realidad, hay una indivisibilidad en muchas áreas a toda prueba.

Un ejemplo de lo que aquí se afirma es el comercio bilateral, que además de generar riqueza es un detonante efectivo del empleo y de bienestar social.

Lo divulgado por el Buró de Censos de Estados Unidos demuestra que los dos países están más vinculados que nunca y los más de 779 mil millones de dólares de comercio bilateral a lo largo del 2022 ilustra el tamaño de la relación.

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El calibre de esta balanza comercial es por demás impactante, ya que coloca a México como el segundo socio comercial de la superpotencia económica global, apenas superado por Canadá, cuyo comercio alcanzó los casi 794 mil millones de dólares.

Esto también es un ejemplo efectivo de que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) está resultando muy por arriba de sus expectativas. Prácticamente, México forma parte del bloque comercial más potente, más poderoso del planeta.

Por eso es importante continuar fortaleciendo nuestros mecanismos para resolver las controversias comerciales, respetando reglas y los acuerdos estipulados para no alterar el buen ritmo de crecimiento que lleva este intercambio comercial. En solo un año, el comercio con Estados Unidos creció 17% respecto a 2021, y una vez que la crisis generada por la pandemia se supere en su totalidad, México se podría enfilar a convertirse en la superpotencia exportadora mundial que nos colocaría en una ruta franca al desarrollo con bienestar para todos.

Si a esto le sumamos que el año pasado la Inversión Extranjera Directa cerró en más de los 35 mil millones de dólares, el mejor nivel en siete años, se podría anticipar un panorama económico más halagüeño para el país, más blanco que gris o negro, y eso también hay que aprovecharlo. Hay que crear las condiciones idóneas para que este flujo de inversiones continúe fluyendo, sin cortapisas ni obstáculos.

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Por si faltara algo, las remesas se han convertido en un pilar fundamental que mantiene en pie y rentable a la economía nacional. Baste recordar que en el año que recién terminó estas remesas enviadas a México por nuestros paisanos en el exterior, principalmente de Estados Unidos, llegó a los 58 mil millones de dólares, aire fresco y puro en un ambiente enrarecido, en el que las economías mundiales sufrieron serios trastornos por la pandemia.

Más allá de compartir una frontera común de más de 3 mil 200 kilómetros, México y Estados Unidos son en muchos sentidos un mismo cuerpo en el que el comercio se ha convertido en su corazón palpitante.

Si el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador logra consolidar una política de diálogo con Washington, y directamente con su contraparte, Joe Biden, la relación se mantendrá en un punto de flote que nos podría traer grandes beneficios, sobre todo ahora que México entra en un momento en que su democracia y el equilibrio de poderes están en centro del debate nacional.

Apostemos por que el país llegue por fin a las grandes ligas del desarrollo, los mexicanos se lo merecen, es ahora o nunca.

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