Ciudad Juárez: sin culpables, sin vergüenza
Con Sentido

Periodista zacatecana que en 2016 fundó Conexión Migrante, un medio nativo digital dedicado a la comunidad migrante mexicana y latina en Estados Unidos. Es JSK fellow y mentora en Metis, un programa para mujeres periodistas emprendedoras. Y antes que nada, mamá de Carlos Miguel.

Ciudad Juárez: sin culpables, sin vergüenza
Los migrantes sufren en México violaciones constante de sus derechos humanos, detenciones arbitrarias, revisiones fuera de la ley y autoridades omisas. Foto: EFE/Luis Torres.

Han pasado ya casi dos semanas de la tragedia en Ciudad Juárez y los únicos culpables para las autoridades son los guardias que estaban en ese momento en el lugar y el migrante que se atrevió a prender fuego a una colchoneta, como protesta.

Ni el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Roberto Garduño, ni el jefe de la Estación Migratoria de esa ciudad fronteriza, ni la empresa responsable de la seguridad del lugar.

La desvergüenza en su máxima expresión, la sordera de siempre. 

Para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la solución fue meter a la cárcel a guardias y a un hombre venezolano, y mandar al padre Alejandro Solalinde a informar que el INM desaparecerá, y en su lugar se creará una Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería, que él encabezará.

Como si fuera tan fácil, como si realmente esa declaración resolviera aunque sea en una parte lo que miles de personas que llegan a México están viviendo. 

Violación constante de sus derechos humanos, detenciones arbitrarias, revisiones fuera de la ley y autoridades omisas, cuando mejor les va.

También sabemos y ya vimos a agentes del INM golpear y sobornar a personas migrantes. En las estaciones migratorias todo cuesta.

De acuerdo con un artículo publicado por La Verdad Juárez, es una práctica común que les cobren de 500 a mil pesos para quedarse con los celulares, o les vendan cigarros por 200 pesos.

“Hasta mota nos ofrecen, nos dicen que si queremos eso o algo más. Yo he pagado 300 pesos por una pizza”, cuenta un migrante detenido al menos ocho veces en los últimos cuatro meses y entrevistado por este medio local. ¡Toda una historia de terror!

Pero eso sí, luego del incendio en Juárez, el gobierno de la Ciudad de México abrió finalmente un albergue temporal para personas migrantes, después de años de pedirlo.

Ahora el desafío será convencer a los migrantes de ir a estas instalaciones en Tláhuac, de confiar en las autoridades. Muchos de ellos tienen miedo y con razón.

Dos semanas después, sólo declaraciones y la clausura de la estación migratoria.

El tema es mucho más urgente, mucho más real.

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