Los mal llamados ‘vientres de alquiler’
HÍBRIDO

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

Los mal llamados ‘vientres de alquiler’
Serie Madre de alquiler. Foto: Netflix.

En México aún no hay un marco legal que abarque los temas de reproducción asistida y, dado que la gestación subrogada se apoya en estas técnicas, hay incertidumbre jurídica para quienes deciden involucrarse en tales prácticas. También conocida como “maternidad subrogada”, “gestación por contrato”, “renta de úteros” o “vientres de alquiler”, se prefiere el término de gestación subrogada por ser el más adecuado desde una perspectiva de derechos humanos.

La gestación subrogada es un contrato a través del cual una mujer acepta gestar para otra persona –o pareja– que tiene la intención de fungir como padre o madre del producto de tal embarazo. De acuerdo con el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), la falta de regulación en México afecta dichos contratos y vulnera a quienes buscan servicios de reproducción asistida, pues abre la puerta para actos arbitrarios y discriminatorios.

Aquí en México, quizá por prejuicios culturales, aún no sabemos de casos de alto perfil como los que sí ocupan las páginas de la prensa rosa en países como España. Recientes casos, como el de la actriz y conductora de televisión Ana Obregón o el cantante Miguel Bosé y su expareja Nacho Palau, sólo han ensombrecido el panorama para todas aquellas personas que no puedan lograr un embarazo sin asistencia.

Lo que sí hay en nuestro país son historias de ficción que se dedican a explotar el aspecto morboso que rodea a la gestación subrogada, como el próximo estreno en Netflix de Madre de alquiler, una serie que va en la tendencia de sus dramas más telenovelescos, como ¿Quién mató a Sara? y Oscuro deseo.

Madre de alquiler cuenta la historia de Yeni, una joven de escasos recursos que se ve en la necesidad de aceptar un trato con una familia adinerada que le pide ser una “incubadora ambulante”. Lo primero que viene a la mente al escuchar frases como esta en boca de la villana, interpretada por Leticia Calderón, es la telenovela de 1986 Cuna de lobos, donde una mujer es manipulada por su pareja para gestar a un bebé que después le roba.

¿Es posible que casi 40 años después nos sigan contando la misma historia y con el mismo tono alarmista de entonces? Netflix se está metiendo en aguas turbulentas con esta serie, aunque no parece preocuparle si contribuye al miedo y la desinformación. La plataforma de streaming ya ha contado otras historias cercanas a la realidad mexicana, en películas como Noche de fuego y Ruido, o series como Somos, pero ha recibido críticas muy mixtas.

Se trató de producciones pretendidamente comprometidas con temas sociales, aunque en su momento fueron cuestionadas por un sector del público y por diversos líderes de opinión, algo a lo que Netflix siempre pone oídos sordos y prefiere presumir cuando sus contenidos llegan al número uno de lo más visto en su propia plataforma. Netflix cacareando lo que llega al número uno de Netflix… vaya broma.

Quizá tratar de acercarnos al tema de la gestación subrogada a través de la ficción no sea lo más recomendable, pues depende de cada país y su sociedad qué tan responsables son con la manera de contar estas historias y de representar a las personas involucradas en estas prácticas.

El tema no es nuevo, algunas referencias datan de la década de los 80, como la miniserie de televisión Baby M. (1988) o la propia Cuna de lobos. Pero la punta de lanza en temas progresivos suele ser Estados Unidos, donde Hollywood ha creado dramas y comedias como Juno (2007) y Baby Mama (2008), y no sólo historias amarillistas o películas de terror.

Sin embargo, tampoco faltan aquellas propuestas que aprovechan el tema para generar sustos. Películas como Shelley (2016), del reconocido director Ali Abbasi, o producciones españolas como La hija (2021) y La jefa (2022), también funcionan como indicador cuando la gestación subrogada está siendo introducida en determinada sociedad.

De acuerdo con una investigación publicada por El País, el negocio de los “vientres de alquiler” en México está en pleno auge, pues en 2018 se facturaron 6 mil millones de dólares y se registró un crecimiento anual de 24.5%. La publicación también señaló que cada vez hay más agencias españolas trabajando con empresas mexicanas dedicadas a la reproducción asistida, pues aquí hay tarifas mucho más baratas que en Estados Unidos.

Apenas el mes pasado, una activista del grupo radical SCUM se manifestó en la alfombra roja del Festival de Cannes en contra de la gestación subrogada, argumentando que tales métodos están íntimamente ligados a la industria del cine, la ideología capitalista y la trata de personas. En Francia, la práctica aún es considerada ilegal.

Lo cierto es que seguimos inmersos en una etapa donde hablar de gestación subrogada despierta más dudas que certezas y, lamentablemente, atrae a una multitud de morbosos e indeseables. Es por esto que grupos activistas y otras organizaciones en México piden que el Congreso de la Unión y la Secretaría de Salud pongan mayor atención al tema, ya que mientras no exista una normativa, los involucrados están expuestos a sufrir violaciones a sus derechos humanos.

BREVES

Flamin’ Hot, la historia de los Cheetos picantes, es una película dirigida por la también actriz Eva Longoria, que este año dio la vuelta al circuito de festivales pero que podrá verse desde el 9 de junio en la plataforma de Disney Plus.

El servicio de Universal Plus en México se sigue posicionando como uno de los más atractivos, pues desde el 5 de junio ya tiene disponible la segunda temporada de la serie From y pronto estrenará Poker Face, la serie con Natasha Lyonne que es de lo mejor en lo que va de este año.

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