Xóchitl Gálvez ¿tendrá éxito el love bombing mediático?

Darle la razón sistemáticamente al Presidente Andrés Manuel López Obrador parece ser la penitencia perenne de lo que en México se autodenomina como oposición. Desde hace casi una década, uno de los líderes más populares de la región estableció el encuadre narrativo-discursivo sobre el cual la mayoría de los actores políticos, económicos y sociales se mueven, del cual no han podido escapar, y mucho menos reinventar.

La coreografía de “movimientos” y “estrategias” de estos últimos días denota que los partidos políticos son entes financiados con dinero público que a pocos representan. No fue repentino, tampoco fortuito y mucho menos orgánico el posicionamiento de las últimas dos semanas de la Senadora panista Xóchitl Gálvez como una figura que supuestamente puede hacer frente al proyecto del tabasqueño en 2024.

No miente el Presidente cuando refiere que el poder económico que atraviesa o respalda a los “medios nacionales” comienza a organizarse para intentar configurar su apuesta rumbo al 2024. Y aunque la acción no es propiamente mala pues en otras democracias, como en Estados Unidos, los medios abiertamente se definen por un perfil que termina por representar parte de los valores de su línea editorial, en México son otras las condiciones e incentivos.

Atrasado en lo que respecta a transparencia y regido por el dinero no fiscalizable, los medios suelen ser más pragmáticos, por decirlo suavemente. En ese sentido, el love bombing mediático que recibe la ex jefa delegacional de la Miguel Hidalgo disfrazado de “irrupción ciudadana” termina por exhibir dos cosas: siguen “haciendo estrategia” sobre un cuadrante que les diseñó el Presidente, con términos y variables que no controlan, al tiempo que mantienen viejas prácticas en un nuevo ecosistema de medios.

¿De qué sirve la inteligencia artificial si la inteligencia humana en el equipo de Xóchitl Gálvez —y en general en la autodenominada oposición— no es capaz de comprender los resortes bajo los cuales el 60% de los mexicanos aprueban la gestión de Andrés Manuel López Obrador?

Según los estrategas, operadores y voceros de la empresaria, la ciudadanía mexicana se reduce a los comentócratas en medios y a las cuentas en Twitter. ¿Es que acaso no se dan cuenta del “fenómeno” que es esta mujer? Aducen mientras se dicen convencidos de que “ahora sí” se le podrá hacer frente a la aplanadora electoral personalizada en López Obrador.

Y es que, nada tiene que ver con si la Senadora panista es en sí misma una mujer competente en términos profesionales, sino con la pretensión de venderla, así sin más, como un producto político, al igual que un shampoo o un cereal.

Para ser más prácticos, Xóchitl Gálvez termina por personificar aquella memorable columna en el periódico Reforma de Eduardo “El Cachas” Caccia (mayo 2021) en donde le pareció “cool” redactar como si lo fuera a leer “el carnal que se rompe la madre toda la semana en la chamba”. Más allá del clasismo implícito se trata de la condescendencia por decirle a esos animalitos ignorantes que forman parte del grueso poblacional cómo deben “aprovechar” mejor su voto.

Si de verdad la trotskista panista, indígena, pro aborto, pro feminista, pro LGBT, pro cannabis, y otras banderas más que le cuelgan sus estrategas, quisiera tener un impacto real en la contienda rumbo al 2024 debería por empezar a rechazar la mimetización patética con “la raza” pues los resortes e incentivos del electorado mexicano no están ahí. De mantenerse, el love bombing mediático habrá sido en vano y el efecto de la manipulación peligrosa para ella misma.

En un análisis sobre la pasada elección del Edomex exploré cuál es la nueva lógica del votante, hipótesis que se puede extrapolar a nivel nacional (https://la-lista.com/opinion/2023/06/06/los-nacos-del-edomex-y-el-2024). Ante una Nación con una mayoría agraviada (de múltiples formas y con nula esperanza de cambio) los mexicanos están votando casi únicamente por venganza frente a quienes consideran culpables de su desgracia… razonamiento, claro, exacerbado por la polarización que sufre, no solo la sociedad mexicana, sino otras más avanzadas ante la, cada vez más, ancha brecha de desigualdad.

Apuntes:

Análisis aparte será la conveniencia de que la Senadora panista sea “arropada” por el Frente Amplio por México” en donde los “liderazgos” partidarios son simplemente deprimentes.