Creando un gran lugar para trabajar para las mujeres

Presidenta para América Latina de la agencia de Relaciones Públicas Porter Novelli

Creando un gran lugar para trabajar para las mujeres

Hace 30 años abrí una empresa con una clara visión de negocio. Pasamos tiempo definiendo
nuestro posicionamiento, servicios a ofrecer, diferencia competitiva y mercado al que íbamos a
llegar. Pero sobre todo pasamos tiempo identificando nuestro propósito. Es ahí donde decidimos
que además del trabajo que hacemos para otros, queríamos hacer de nuestra empresa un gran
lugar para trabajar para mujeres. En ese momento yo era mamá de un bebé de meses y quería
asegurarme de tener un espacio donde mi carrera y mi rol de esposa y mamá pudieran
compaginarse y pudiera realizarme en ambos. Y si lo hacía para mí, ¿por qué no para otras
mujeres?
30 años después, el mundo es diferente. La creación de entornos laborales inclusivos es una
prioridad para las empresas. Las conversaciones de género son más comunes, las políticas de
diversidad de las empresas han evolucionado y vemos muchas más mujeres en roles de liderazgo
en organizaciones de todo tipo. Sin embargo, es esencial establecer prácticas y políticas que
fomenten la igualdad y otorguen las mismas oportunidades a todos.
Para hacer que un lugar se convierta en un gran lugar para trabajar para mujeres, debemos
construir culturas laborales inclusivas y comparto aquí algunos elementos en las que debemos
trabajar como empresarios y como líderes:

  • Igualdad de oportunidades: Esto inicia desde un reclutamiento inclusivo hasta ofrecer
    oportunidades de desarrollo y crecimiento en todos los niveles. Incluye también dar a las
    mujeres proyectos retadores y estratégicos que reten su curiosidad intelectual y las
    motiven.
  • Políticas claras e incluyentes incluyendo remuneración equitativa. Planes de desarrollo en
    donde hombres y mujeres tengan igualdad de oportunidades de crecimiento.
  • Desarrollar la autoconfianza y el autoconocimiento de todos los colaboradores, hombres y
    mujeres.
  • Ayudar a las mujeres a desarrollar sus habilidades, pero también otorgar sistemas de
    apoyo y plataformas / redes para su desarrollo personal.
  • Flexibilidad para fomentar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Reconocer las
    responsabilidades familiares de las mujeres y ofrecer opciones flexibles como horarios y la
    posibilidad de trabajo en casa para ayudarlas a que encuentren un buen equilibrio. Esta
    práctica ayuda también a la atracción y retención del talento.
  • Liderazgo empático. Entender que todos en la empresa enfrentan necesidades personales
    que requieren atención y energía. Buscar las formas de incorporar esas necesidades al
    trabajo diario sin que afecte el resultado ni al equipo.
  • Desafiar los estereotipos. Liderar con el ejemplo, implementar capacitaciones formales
    que ayuden a romper estereotipos y prejuicios de género.
  • Espacios de mentoría.
  • Políticas de cero tolerancia al acoso.

Creando una cultura inclusiva, en la que las mujeres crezcan y se involucren en la toma de
decisiones, las empresas no solamente se benefician de la diversidad de pensamiento y

perspectivas, sino que crean un ambiente laboral positivo, con gente comprometida y atractivo
para los jóvenes talentos.

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