Los datos reales evidencian que México no va bien
Perspectiva socialdemócrata

Nacido en Empalme, Sonora. Político, hombre de izquierda socialdemócrata. Sociólogo y con estudios en físico matemáticas. Participó en la guerrilla y fue preso político. Ha sido jefe delegacional y tres veces diputado federal. Actualmente es presidente nacional del PRD.

Los datos reales evidencian que México no va bien
Foto: Gobierno de México.

Es importante desagregar siempre las cifras que nos dan los estudios de opinión, las encuestas y los informes, ya que cada quien interpreta a su conveniencia los datos. Esto pasa muy a menudo con el titular del Ejecutivo Federal quien, a partir de su insistente trabajo como coordinador de campaña de sus “corcholatas” y no como jefe de Estado, maquilla y destaca cifras a su beneficio.

Así lo podemos ver en el manejo que le da el presidente de la República al Informe 2023 del Latinobarómetro, celebrando algunos de sus resultados pero que leyéndolo en su integridad y hasta en el propio título del Informe, se revela la preocupación que se deriva de dichos datos, “La recesión democrática de América Latina”, recesión que se expresa en el bajo apoyo que tiene la democracia, el aumento de la indiferencia al tipo de régimen y en la preferencia a favor del autoritarismo que se está presentando en varios países de América Latina.

Esta recesión, que debe llamar nuestra atención, se debe a muchos factores: el mal desempeño de los gobiernos, su insistente persistencia de polarizar el clima político y social, la corrupción en sus administraciones, la violación sistemática de las reglas y normas, la pobreza y crisis económica, entre otros. Esta recesión o desencanto con la democracia deja abierta la oportunidad de llegada y/o mantenimiento de gobiernos populistas y regímenes no democráticos, cosa muy preocupante ya que el populismo como modelo de “gobierno representativo” fundado en una supuesta relación directa entre el líder y la sociedad (“las personas buenas”), asume que sus objetivos centrales son derribar “los obstáculos” que impiden el desarrollo. El populismo como interpretación de “el pueblo” y “la mayoría” desconfiguran el Estado de Derecho.

Retomando los datos de Latinobarómetro a la respuesta expresa de “No me importaría que un gobierno no democrático llegara al poder si resuelve los problemas”, en los últimos veinte años -entre 2002 y 2023- este indicador aumentó 10 puntos en la región del 44% al 54%.

Los países con mayor disminución de apoyo a la democracia son Venezuela (-12%), Costa Rica (-11%), Guatemala y México (-8%). El apoyo al autoritarismo crece en México del 22% al 33%, once puntos porcentuales. Dato que no hay que celebrar.

Otros datos que el jefe del Ejecutivo federal interpreta a su conveniencia son los resultados de encuestas que posicionan en una supuesta ventaja a aspirantes de su partido a la presidencia de la República, cosa que por cierto ya el INE le mandató que se abstenga de hacerlo porque afecta la imparcialidad y equidad de las contiendas.

O el festejo por la supuesta alza en los ingresos de los más pobres, luego de su interpretación de los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022 (ENIGH) del INEGI pero que no dice que sigue existiendo una desigual distribución del ingreso debido a la imposibilidad de los deciles más bajos para generar ingresos. En consecuencia, los programas sociales no están ayudando al desarrollo de la sociedad.

El presidente presume las fuertes inyecciones de recursos a Petróleos Mexicanos (PEMEX) pero no dice que la petrolera se encuentra en quiebra técnica y que han caído sus utilidades.

O para otra muestra, los informes mensuales de seguridad que se presentan en la conferencia matutina en Palacio Nacional donde se presumen, a como dé lugar, cifras en la disminución de los delitos, aunque para ello haya que comparar peras con manzanas.

Tampoco se refiere a los alarmantes datos que da la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC) sobre México que señalan que la trata de personas va al alza, en 2020 hubo 681 víctimas, en 2021, 753 y en 2022 hubo 963.

Como observamos siempre hay una doble lectura de los datos, una lectura sesgada por parte del poder, una lectura parcial y no general, que ve solo lo que quiere ver y da difusión solo a los datos que le conviene. Él tiene “otros datos”. Pero todos y todas las mexicanas sabemos que este país no va bien y que es una realidad que sufrimos a diario.

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