Regresa el Covid-19, ¿por qué López-Gatell nunca se fue?

Analista y consultor político. Por más de 12 años, creador de estrategias de comunicación para el sector público y privado. Licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM y maestro en gobierno por el Instituto Ortega y Gasset. Observador del uso de las nuevas tecnologías y su impacto en la democracia.

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Regresa el Covid-19, ¿por qué López-Gatell nunca se fue?
Foto: Twitter/@HLGatell

Son pocos los temas que dividen al equipo que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador, uno de ellos es la protección al actual subsecretario de salud Hugo López-Gatell quien en el ámbito internacional es un referente de lo que no se debe hacer en una pandemia.

Las evidencias de lo ocurrido son escalofriantes. México encabezó, en el momento más crítico de la pandemia, dos rankings mundiales: primer lugar en muertes de personal médico –a consecuencia de no recibir el equipo necesario para hacerle frente a la crisis sanitaria– y también primer lugar en exceso de mortalidad de su población que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, son un poco más de 704 mil fallecidos por COVID-19. El subsecretario estimó al inicio de la emergencia sanitaria 6 mil decesos y terminó equivocándose por un margen de 698 mil mexicanos muertos.

Los datos, tanto del INEGI, como de Universidades como la Johns Hopkins, en la que López-Gatell hizo su doctorado, así como los de la propia Organización Mundial de la Salud, son los elementos irrefutables que tienen presentes Secretarios de Estado, liderazgos legislativos y militantes distinguidos de Morena, así como altos funcionarios del sector salud, quienes cuestionan en privado el manto protector que mantiene, por ahora, el Doctor López-Gatell.

Si bien el tema debería permanecer vigente por los miles de mexicanos que murieron a causa de negligencia narrativa y operativa que emprendió el “zar” contra la pandemia, cobra relevancia de nuevo en la opinión pública a partir de dos procesos que corren totalmente por separado: el repunte de los contagios a nivel global, con Estados Unidos reportando 360 mil nuevos casos por día y una sucesión presidencial adelantada que ha orillado a los aspirantes a fijar postura sobre qué hacer con López-Gatell, una vez que asuman la Presidencia.

La pregunta es relevante por la magnitud del fracaso que se expresó en familiares y amigos que hoy ya no están entre nosotros. Mientras en televisión un galante doctor cobraba relevancia mediática las personas tomaban la decisión de en donde preferían que se extinguiera la vida de sus seres queridos. Muchos eligieron su casa. Pronto los mexicanos entendieron que meter a alguien al hospital en medio de esa crisis significaba no volverlo a ver. El miedo fue el protagonista en muchos hogares en los que no hacían sentido las noticias alentadoras cuando la muerte los visitó por la pandemia, en algunas ocasiones, más de una vez.

¿Puede la ideología borrar un lapso tan oscuro con hospitales rebosantes de cadáveres? Pareciera que la apuesta de otro sector dentro del partido y también del gobierno es que así sea. Los intentos narrativos por justificar la negligencia terminan por exhibir la poca imaginación y nula preparación en materia de comunicación. La reflexión post pandemia ha sido basta. El tiempo y sobre todo la ciencia que termina por arrojar evidencias corroboran que el “zar” contra la pandemia en México falló. La Universidad de Johns Hopkins es enfática: en todo el mundo, después de los peruanos son los mexicanos quienes más fallecieron por Covid-19. (https://coronavirus.jhu.edu/data/mortality )

Es decir, el retrato de la tragedia se ilustra no a partir de cuántos contagiados tuvieron los países sino más bien qué hicieron con ellos, qué acciones emprendieron para tratarlos y de qué forma buscaron evitar más infecciones. Es en ese contexto en donde nuestro país pasa a la historia como un referente de lo que no se debe hacer en medio de una crisis sanitaria global.

AMLO está por irse y el halo protector sobre López-Gatell podría caducar con el término de la actual administración. En el reducido círculo del Presidente recuerdan que el subsecretario nunca ha sido parte del equipo cercano del mandatario pues no olvidan que el Doctor es reciclado de la administración de Felipe Calderón de la cual, señalan funcionarios de esos tiempos, fue cesado por el mal manejo de la pandemia de influenza H1N1.

Bajo esa panorámica y en medio de la sucesión adelantada, ¿Andrés Manuel López Obrador gastará energía en cuidar de manera transexenal al subsecretario? o ¿enfocará su cada vez más reducida fuerza en temas muchos más relevantes de los que pende su legado como son los mega-proyectos, la delicada relación con las fuerzas armadas, la política pública en materia de seguridad que altera la gobernabilidad en diferentes entidades o inclusive los temas relacionados con su familia?

Quienes conocen al “rockstar” de la Cuarta Transformación –como fue descrito el subsecretario en las revistas del corazón en medio de la tragedia nacional– advierten su nerviosismo disfrazado de compromiso con el “proyecto” pues sus “muestras” en favor de Claudia Sheinbaum, quien en su momento lo despreció y descalificó, no son gratuitas. Por su personalidad, debe ser complicado que luego de verse a sí mismo como próximo candidato a Presidente de la República ahora tenga que estar monitoreando medios de comunicación para ver qué le depara el futuro a partir de las entrevistas que dan aquellos personajes que sí tienen posibilidades reales de suceder a AMLO.

¿De verdad López-Gatell creyó que su carrera Presidencial tendría éxito después de fincar sus aspiraciones sobre el exceso de muertos que dejó su “estrategia” para combatir el Covid-19? Es posible que la soberbia y el cinismo le hayan hecho pensar que sí. ¿En qué lugar queda el Secretario de Salud, Jorge Alcocer con el desastre provocado por su pupilo?

Apunte:

No solo en el ámbito federal hubo desaciertos durante la pandemia. En Guanajuato, entidad encabezada por el gobernador Diego Shinue Rodríguez Vallejo, su entonces y todavía Secretario de Salud, el Doctor Daniel Alberto Díaz Martínez me amenazó en mi carácter de subdirector editorial de El Sol de Irapuato. Fue gracias a su equipo de comunicación que se confirmó que mientras llegaba la variante Ómicron (3 de enero del 2022) a la entidad, el servidor público estaba de vacaciones con su familia. Así lo reportamos
(https://www.elsoldeleon.com.mx/local/llega-omicron-a-guanajuato-y-se-va-daniel-alberto-diaz-de-vacaciones-7685680.html ). Ese mismo día lo hicieron regresar y dió una entrevista encolerizado en la sede del histórico periódico. Una vez apagados –casi todos– los micrófonos y grabadoras me amenazó frente a dos testigos más. Uno de ellos, el propio titular de comunicación de la Secretaría de Salud de la entidad quien solo atinó a guardar silencio. Un audio más vigente que nunca. Al tiempo.

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