Buffon, el último de su especie
Alioli

Es periodista y analista de datos. Ha colaborado en medios como Reforma, Chilango y Tec Review. Fue coautor del libro Ayotzinapa, la travesía de las tortugas, publicado por la editorial Proceso. También es hincha incondicional de los Leones Negros. Twitter: @ridderstrom

Buffon, el último de su especie
Gianluigi Buffon anuncia su retiro del futbol tras 28 años de carrera. Foto: Instagram

El legendario guardameta Gianluigi Buffon anunció esta semana su retiro del futbol, cerrando así una de las carreras más añejas y laureadas en la historia de la élite futbolística. Caballeroso dentro y fuera del campo, inteligente en la toma de decisiones, de reflejos felinos y físico portentoso, con gran mano a mano y personalidad de líder, se lleva el respeto de todo el planeta futbol.

Sus 28 años de carrera son un puente entre cuatro generaciones de futbolistas. Cuando él debutó en el verano del 95 con el Parma, Cruyff era el entrenador del Barcelona, el Ajax de Van Gaal acababa de ganar la Champions, Zidane estaba despuntando en el Girondins de Bordeaux, Cantona era la estrella del Manchester United y el videojuego de FIFA recién había lanzado su segunda edición; Henry, Lampard y Pirlo acababan de debutar en primera división, Xavi jugaba en el equipo B del Barcelona y Ronaldinho estaba en las fuerzas básicas del Gremio; Messi estaba en las inferiores de Newell’s y Cristiano en las del C.D. Nacional; por supuesto, Haaland y Mbappé aún ni siquiera estaban en los planes de sus padres.

Quizás el momento más álgido de su carrera fue la consecución de la Copa Mundial de 2006 en Alemania, con una final muy apretada contra Francia en la que tuvo un papel decisivo. Aquella selección italiana era una voluntad, todos sus jugadores pertenecían a clubes italianos al momento de disputarse el torneo, tenían camaradería y su solidez defensiva y efectividad en el ataque fueron superlativas. Gigi, claro, fue uno de los componentes que ayudaron a amalgamar al grupo. Su longevidad lo ayudó a entrar en el selecto grupo de jugadores que han participado de cinco Mundiales (que en su caso podrían haber sido hasta siete, de no ser por la mala racha de Italia en las dos últimas fases clasificatorias). Su traspaso del Parma a la Juventus por 58 millones de euros lo convirtieron en ese momento en el portero más caro de la historia y generó demasiados debates sobre su valía; pero luego de 19 temporadas en la Juve, nadie dudará jamás de que fue rentable y de que equiparó su leyenda a la del gran Dino Zoff.

Si hubo un rasgo que lo elevó a la figura de mito fue su temple frente a la adversidad. No se puede jugar tanto tiempo al futbol sin conocer sus bajos fondos y él los vivió todos: perdió la final de la Eurocopa 2012 contra una aplastante España; perdió tres finales de Champions League (en 2003 contra el Milán, en 2015 contra el Barcelona y en 2017 contra el Real Madrid) y vivió el descenso de la Juventus en 2006 por amaño de partidos (fue de los pocos en la plantilla que no abandonó la institución y trabajó duro para volver a la Serie A en la siguiente temporada).

En el tramo final, cuando volvió al Parma para darle una redondez hermosa a su carrera, lo hizo con la convicción de devolver al club a la Serie A. Para sus últimos compañeros de equipo, entrenar con él debió ser como ver caminar a un monumento. Gigi estuvo a punto de lograr su cometido pero sufrió una de sus derrotas más dolorosas en el playoff del ascenso. Todo el futbol lo recordará como el tipo que jugó rodeado de leyendas de principio a fin, el que ensanchó los límites de la longevidad en la élite y el que jamás dejó que el peso de la derrota lo minimizara.

Se va el último de una especie, de esos que amaban este deporte y a un club tanto o más que los hinchas. Es una lástima que se hayan extinguido.

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