Los João y el mercado azulgrana
Alioli

Es periodista y analista de datos. Ha colaborado en medios como Reforma, Chilango y Tec Review. Fue coautor del libro Ayotzinapa, la travesía de las tortugas, publicado por la editorial Proceso. También es hincha incondicional de los Leones Negros. Twitter: @ridderstrom

Los João y el mercado azulgrana
Xavi Hernández. Foto: David Borrat/EFE.

Como cada verano desde que Joan Laporta asumió (por segundo mandato) la presidencia del FC Barcelona, los hinchas culés están en vilo por saber si la plantilla será lo suficientemente competitiva para afrontar la temporada en turno. El dinero escasea, las normas de La Liga son demasiado sofocantes y los sueldos de los jugadores son estratosféricos.

El 1º de septiembre marca el cierre del mercado de fichajes y el Barcelona, sobre la bocina, logró las incorporaciones de dos João: Cancelo (reclamo expreso de Xavi para cubrir el lateral derecho, procedente del Mánchester City), y Félix (que para nada es del gusto de Xavi y parece más un capricho del presidente o un gesto al agente Jorge Mendes por todos los favores que ha hecho últimamente al club).

Durante esta ventana de fichajes dejaron el club Sergio Busquets, Jordi Alba, Clement Lenglet (cedido al Aston Villa), Ousmane Dembelé (vendido al PSG en un movimiento que se sintió como un golpe bajo a Xavi), Frank Kessie (seducido por el poder adquisitivo de la liga árabe y los minutos que no habría tenido en Barcelona) y Ansu Fati (cedido al Brighton para darle minutos y aligerar el fair play financiero). Y pese a todo el lastre financiero que el club soltó, las cuentas no cuadraban y el club no pudo fichar con la misma soltura que sus rivales en las grandes ligas europeas.

Esta columna se escribió en los últimos momentos del mercado, luego de una encerrona que tuvieron Cancelo, Félix, Jorge Mendes y los directivos del FC Barcelona para ultimar los detalles de los contratos y preparar los comunicados oficiales. Con esta doble operación, el Barcelona cierra otro verano histórico, porque esta vez gastó sólo 3,4 millones de euros y se reforzó con cinco jugadores experimentados: el mediocampista Ilkay Gündogan (como agente libre luego se su andadura por el Manchester City), el central zurdo Íñigo Martínez (como agente libre después de dejar el Athlétic Bilbao), el pivote Oriol Romeu (comprado al Girona por 3,4 millones de euros en la única operación de este mercado que requirió un pago por traspaso), João Cancelo (cedido por un año sin opción de compra por el Manchester City), y, claro, João Félix (cedido por un año sin opción de compra por el Atlético de Madrid).

El presidente Laporta ha tenido que repetir la maniobra de la temporada pasada: avalar con su propio patrimonio ante La Liga las inscripciones de los nuevos fichajes y lograr así el cumplimiento de las normativas. Todo esto debido a que la última palanca que se había pactado con Libero Football por 40 millones de euros (de los cuales 20 debían llegar antes del cierre de mercado) no pudo ingresar y dejó al club sumido en la incertidumbre. De nuevo, malabares y más malabares para un club que parecía herido de muerte hace tres años y ahora, entre remodelaciones de estadio y deudas sofocantes, intenta construir un futuro digno, acorde a su estatus dentro de la élite del futbol mundial.

Xavi vio cumplidas casi todas sus exigencias del mercado, el equipo tiene dobladas casi todas las posiciones del campo para afrontar una temporada desgastante y el club quedó encuadrado en un grupo asequible (aunque engañoso) en la Champions League. Los nombres que han llegado a la Ciudad Condal elevan la calidad del equipo a comparación de la temporada pasada, jugadores como Ferrán Torres y Lamine Yamal comienzan a explotar sus capacidades, y el hincha se permite soñar con los grandes trofeos.

El encaje de los jugadores en el esquema ya depende del Xavi; pero, con trabajo duro y táctica, la teórica alineación titular culé puede competirle de frente a cualquier equipo de élite.

Síguenos en

Google News
Flipboard