Infidelidad financiera: 4 razones por las que no soy fiel con mi pareja

Cada vez es más común saber de parejas que tronaron por temas financieros y, principalmente, porque no fueron honestas acerca de su situación financiera. Una de cada cuatro personas ha mentido acerca de la realidad de sus ingresos, gastos y deudas; esto es muy grave y relevante, considerando que este acto es la segunda causa de divorcio en el mundo después de la infidelidad sexual, lo cual no debiera de sorprendernos, tomando en cuenta que para construir un proyecto de vida, se requiere de confianza y respeto.

La gran pregunta es: ¿por qué no somos honestos sobre nuestras finanzas? A lo largo de mi etapa de coach financiero he llegado a la conclusión de que existen cuatro razones que dan respuesta a esta interrogante.

La primera, es no conocer a profundidad la personalidad financiera de nuestra pareja. Lo más común es que cuando estamos iniciando una relación, hacemos muchas preguntas sobre aspectos que nos interesan de la persona y dejamos atrás otras que son igual o más importantes y que tienen que ver con temas financieros. Seguramente han leído o escuchado que “tener a la pareja perfecta, es imprimir tu propio dinero” y tiene mucha razón, el componente dinero está presente en todos los proyectos de vida de pareja. Así que no les de pena indagar lo más que puedan sobre el tema; nada más por favor ni se les ocurra hacerlo en la primera cita porque no quiero ser el culpable de un seguro bateo.

La segunda, es por no crear ambientes seguros en donde se pueda decir la verdad sin ser juzgado. Por ejemplo, ¿les ha pasado que han hecho una comprita innecesaria porque consideran que se la merecen y quisieron consentirse y que cuando llegan a casa muy contentitos modelando en lugar de piropos reciben regaños? Bueno, esa es una razón por la que muchas personas rompen la comunicación y empiezan a ocultar o a mentir, pero créanme que no es lo más efectivo, porque tomen en cuenta que “se pilla antes a un mentiroso que a un cojo”. Es mejor compartir y asumir la responsabilidad de los actos.

La tercera, es por no contar con canales de comunicación abiertos en donde se deben de establecer ocasiones para hablar de finanzas. Mi recomendación es destinar dos horas a la semana para hacer una revisión de los ingresos y de los gastos del mes para entonces, corregir o mantener lo que aplique para los siguientes meses. Es muy importante crear en estos momentos un ambiente seguro para poder decir la verdad sin miedo; traten de no juzgar ni de exigir, solo construir.

La cuarta y última, es por no contar con una estructura financiera apropiada para nuestra pareja. Por ejemplo, si los dos trabajan y los ingresos no son iguales, pueden establecer dos cuentas separadas y destinar en partes proporcionales un fondo para cubrir los gastos en común, incluyendo el ahorro. Este esquema me gusta porque cada uno tiene la libertad financiera de administrar sus ingresos, pero al mismo tiempo se cumple con los compromisos de una manera justa.

Para cerrar, tomen en cuenta que ser honestos con nuestra situación financiera no sólo ayuda a mejorar nuestra relación de pareja sino también a gozar de buena salud mental y física. Si lo consideran necesario, busquen ayuda a través de un profesional para trabajar en aquellas áreas que les están costando más trabajo.