Las mujeres son pieza clave en la prevención del delito

En el libro La guerra no tiene rostro de mujer, la ganadora del nobel de literatura de 2015, Svetlana Alexiévich, relata el papel olvidado de las mujeres en los conflictos. Se nos hace creer que las mujeres viven un espacio separado de los hombres, de la “sociedad general”. A nosotras nos pasan “cosas de mujeres”, y no tenemos que preocuparnos por temas como el crimen organizado hasta que, de plano, “se nos mete hasta la cocina”. Se cree que las mujeres no tienen nada que aportar en los temas de seguridad nacional, estatal, de prevención de la violencia.

No obstante, las mujeres pensamos y vivimos constantemente en la inseguridad. De acuerdo con los datos dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al presentar la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2021, la percepción de inseguridad de la población de 18 años y más en las entidades federativas, en marzo y abril de 2021, se ubicó en 75,6 por ciento, en total, pero mientras que para las mujeres esta se ubicó en 78,8 por ciento para los hombres fue en 72,0 por ciento. Esto, pese a que los delitos personales, aquellos que afectan a la persona de manera directa y no colectiva, son mayores en los hombres para la mayoría de los delitos como robo, asalto en la calle o transporte público, fraude, extorsión y otros.

Las mujeres pensamos constantemente en la inseguridad, tanto la nuestra como la de nuestra comunidad. De hecho, sabemos que para muchos las mujeres se han vuelto la cara familiar de la tragedia de las desapariciones. Son ellas las que buscan incansablemente a sus familiares. Sí, los estereotipos y roles de género nos han situado como la base de la sociedad. Pero este papel puede reivindicarse para hacernos esenciales en reponer el tejido social.

Las mujeres mexicanas desempeñan un papel fundamental en la prevención del delito, complementando la actuación del Estado y tejiendo una red de seguridad que envuelve a sus comunidades. Son el corazón de nuestras sociedades y su influencia es un factor esencial en la construcción de un México más seguro y justo. Las mujeres estamos situadas para influenciar directamente en las labores de prevención del delito en tres áreas: educación y orientación; redes de apoyo comunitario y empoderamiento económico.

La prevención del delito comienza con la educación, y las mujeres son agentes clave en la transmisión de estos valores a sus hijos y a otros miembros de la comunidad. Además, son conocidas por su habilidad innata para construir redes de apoyo comunitario. A través de grupos de madres, organizaciones sin fines de lucro y programas de voluntariado establecen vínculos que fortalecen la cohesión social. Estas redes no solo brindan un sentido de pertenencia y seguridad, sino que también actúan como un disuasivo natural contra la delincuencia.

Por otra parte, no podemos omitir el papel que la economía juega en la prevención del delito. Cuando las mujeres tienen acceso a oportunidades económicas, se crean círculos benéficos donde toda la sociedad crece. Programas que promueven la capacitación laboral y el emprendimiento femenino contribuyen directamente a la reducción del delito.

Esto no significa que el Estado mexicano no tenga que hacer su parte. Existe una deuda pendiente con las familias y la prevención del delito. El gobierno tiene la responsabilidad de proporcionar recursos, políticas y un sistema de justicia efectivo que respalde los esfuerzos de la sociedad civil y las comunidades. A través de la colaboración entre el gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades, podemos tejer una red de seguridad más fuerte y trabajar juntas y juntos para un futuro más seguro y próspero para todas y todos los mexicanos.

La prevención del delito es una responsabilidad compartida, y las mujeres son el motor que impulsa el cambio hacia un México mejor. Tenemos que actuar, por todas las familias que han perdido a sus familiares por el crimen en nuestro país. Mi solidaridad plena con ellas.