Cartas a Valentino/Mi primer viaje sin ti
CARTAS A VALENTINO

Mamá de Valentino y periodista audiovisual. Consultora de emprendimiento de medios digitales en América Latina. Tiene una década de trayectoria, fue reportera en Grupo Reforma, participó en la fundación de la revista La Capital y dirigió desde 2018 Ruido en la Red. Excolaboradora de Quinto Elemento Lab y encargada de redes del Festival ContarnosMx. Hoy es directora en La-Lista News.

X: @RootMuniz

Cartas a Valentino/Mi primer viaje sin ti
Foto: Pexels

Esta carta está escrita desde Antigua, Guatemala, el día en que cumples 13 meses y contigo en México. Es mi primer viaje sin ti, Valentino. Y ha sido difícil librar la culpa que nos impone el mundo por querer cumplir sueños aun siendo mamá de tiempo completo. Incluso cuando tú estás siendo perfectamente cuidado por tu papá y nuestra red de apoyo que, por amor a ti, siempre están apoyándonos en tus cuidados.

La culpa es algo de lo que vas a leer en muchas de estas cartas porque viene de esos mandatos que, como mujeres y madres, parece que nos tatúan como parte de la experiencia de traer un bebé al mundo… pero, es falsa casi siempre y es una atadura contra la que es difícil rebelarse… estar aquí hoy es mi intento de rebeldía.

En México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hay más de 35 millones de mujeres que son madres; casi 16 millones de ellas trabajamos y eso representa 72.9% de la población económicamente activa. Y desde 2008 esa población ha crecido 25%… porque lo hacemos solas, porque la crisis económica ya no permite que sólo uno de los padres trabaje o por placer… cada vez hay más mamás que, además de criar, trabajamos.

Soy periodista desde hace 12 años y por un vicio y un mal entendimiento de que uno “debe dar más de su 100% en el trabajo”, me acostumbré a dedicarle más de 15 horas al día a mi profesión, a invertir un 30% de mis ingresos en capacitaciones que las empresas no dan, en espacios para hacer networking y avanzar en esta carrera. Y mi trabajo siempre me ha apasionado y no me arrepiento de la intensidad con la que lo viví todo ese tiempo antes de ti, pero ser madre me ha puesto a prueba sobre esa pasión y sobre lo que significa dar el 100% a cada una de nuestras facetas.

Estoy en Guatemala a pesar de mí… a pesar de ti… de lo mucho que te he extrañado, de cómo me hacen falta tus abrazos y tus berrinches… estoy aquí celebrando a colegas que admiro y respeto como son los de El Faro, un medio independiente de El Salvador que es ejemplo en la región para todos quienes nos dedicamos a esto… estoy aquí para un taller con el gran periodista José Luis Sanz… pero, estoy aquí por ti y por mí… porque me importa ser consciente con tu crianza… porque me importa que sepas que la maternidad no debería de obligarnos a tirar nuestros sueños y desarrollo profesional a la basura.

La pandemia, según las estadísticas, obligó a 1.7 millones de mujeres a dejar sus empleos para regresar a las casas a las labores de cuidado… es una imposición que nos revela que la sociedad no está dispuesta a apoyar que las madres nos desenvolvamos como personas orgullosas de nuestra libertad, que criamos en libertad, que educamos personas que no tiene que elegir entre dos deseos como el trabajo y la maternidad.

Hace unas semanas, antes de que entraras a la guardería, tu papá que casi siempre es más práctico y menos emocional que yo y que es un gran balance para mí en tu crianza, me dijo que debíamos enseñarte a que aun cuando nos ames y disfrutes el tiempo con nosotros, cuando tengas la oportunidad de volar a otros lados, de ver otros países, quizá de estudiar del otro lado del océano, no fuera nuestro amor y nuestro apego a ti lo que te cortara las alas… y creo que es algo similar a lo que deberíamos aprender como madres.

Valentino, el amor a ti es la principal razón por la que incluso cuando te he extrañado muchísimo, quiero que veas a una mamá feliz, realizada, que no está sentada en una casa renunciando a sus sueños y peleando un cheque de pensión o el gasto de la semana -aunque respeto cada caso y cada contexto- pero no sería el mío… no soy ni he sido nunca una mujer que renuncia a soñar y a su independencia… al deseo de aprender, a llenarme los ojos de otros paisajes, al hambre de crecer. Quiero abonar a construir un mundo donde más madres viajemos sin nuestros hijos sin culpa.

Ojalá que disfrutemos más de esos días sin hijos en los que, como personas, nos alimentemos para ser mejores mamás. Ojalá que tú sepas que cada viaje sin ti es la recopilación de fuerza para volver y pasar contigo los días buenos y los días malos. Para que un día también extiendas tus alas, para que sepas que parte de mi felicidad también está en ese día en que regrese y te cuente todo lo nuevo que vi y elijamos un día volver juntos.

Síguenos en

Google News
Flipboard