Periodista especializado en crimen organizado y seguridad pública. Ganador del Premio Periodismo Judicial y el Premio Género y Justicia. Guionista del documental "Una Jauría Llamada Ernesto" y convencido de que la paz de las calles se consigue pacificando las prisiones.
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Siguiente objetivo: ‘El Nini’, guardaespaldas de Chapitos
El gobierno mexicano alista la detención del hombre de mayor confianza de los hijos del Chapo Guzmán. Hace unos días le pisaron los talones y en los próximos meses confían en ejecutar un operativo quirúrgico que les permita entregarlo en extradición a Estados Unidos.
El gobierno mexicano alista la detención del hombre de mayor confianza de los hijos del Chapo Guzmán. Hace unos días le pisaron los talones y en los próximos meses confían en ejecutar un operativo quirúrgico que les permita entregarlo en extradición a Estados Unidos.
La noche del martes 24 de octubre, mientras el país observaba con angustia el avance del huracán Otis, otro desastre se gestaba en el Pacífico, pero a mil 500 kilómetros de Acapulco: seis personas fueron sacadas a cachazos de una casa en el norte de Culiacán, Sinaloa, y empujadas al fondo de varias camionetas. Entre ellas, una mujer de nacionalidad estadounidense y su sobrino de 13 años.
“¡Somos gente del Señor Nini!”, gritó un embozado. “¡Puro Sinaloa, perros!”, siguió otro, según el expediente al que La-Lista tuvo acceso. Por los alaridos, la fiscalía local supo que los criminales seguían órdenes de Néstor Isidro Pérez Salas, “Nini” o “El 09”, de 31 años, el sanguinario guardaespaldas de Los Chapitos y mano derecha de Iván Archivaldo Guzmán.
La noticia del multisecuestro se perdió ante el tsunami de notas que provocó el ciclón categoría 5 que sacudió a Guerrero, pero su final es igual de devastador: los secuestrados fueron torturados en Sinaloa durante cuatro días con alambres de púas, pinzas y bolsas de plástico. El más maltratado fue el adolescente.
El 28 de octubre, en un camino de terracería en Tamazula, Durango, aparecieron ocho cuerpos que corresponderían a cinco de los seis secuestrados más otros tres cuya identidad aún no se conoce. De la mujer estadounidense no hay pistas, aunque extrañamente su ficha de búsqueda fue desactivada sin pruebas de que se encuentre con vida.
Quienes conocen la dinámica criminal del Triángulo Dorado cuentan que no es casualidad que los cadáveres hayan sido hallados en Tamazula: ese municipio es bastión del “Guano”, Aureliano Guzmán, hermano del “Chapo” y tío de Iván Archivaldo, quien maneja a su antojo a la fiscalía duranguense. Si alguien puede desaparecer un expediente, es el viejón de 78 años.
La incertidumbre sobre la vida o muerte de la mujer estadounidense coincide con una certeza: apenas seis días después, entre el 3 y 4 de noviembre, el gobierno federal apoyado por agentes de la DEA desataron dos operativos simultáneos para atrapar al “Nini” en Sinaloa.
El plan falló, pero a medias. Cuando agentes federales y extranjeros llegaron a un rancho ubicado como propiedad de Néstor Isidro Pérez Salas, el objetivo había huido, pero en su lugar encontraron libretas, agendas y notas que servirán para afinar el siguiente operativo, así como tres tigres de bengala ya decomisados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
De ambos lados del Río Bravo se repite una manifestación entusiasta: si el próximo en caer no es un “Chapito”, entonces será “El Nini”, envalentonado por su sanguinaria trayectoria.
GRITO. La Fiscalía General de la República (FGR) prepara más arrestos contra altos miembros del Cártel de Sinaloa. Quieren dejar claro al final del sexenio que no jamás hubo pacto entre el presidente y la familia Guzmán Loera.
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