LE magistradE: ellE, nosotrEs, todEs
RacismoMX

Cocino, como, pedaleo, construyo y destruyo. Jotx, antropólogo social y tlaxcalteca. Coordinadore de comunicación en Casa de las Muñecas Tiresias AC, gestor cultural y coordinadore de proyectos de juventudes antirracistas (Young Antiracist Leadership Project) en RacismoMX. IG: @jairo_

LE magistradE: ellE, nosotrEs, todEs
Jesús Ociel Baena Saucedo, Primer Magistrade no binarie en América Latina. Foto: Facebook/Jesus Ociel Baena Saucedo

El lunes 13 de noviembre de 2023 se dio la noticia del deceso de Jesús Ociel Baena Saucedo, Primer Magistrade no binarie en América Latina. Inmediatamente los medios empezaron a cubrir la nota y diversas organizaciones se posicionaron y exigieron esclarecer lo sucedido, ya que, de acuerdo a la fiscalía del Estado de Aguascalientes, Ociel fue asesinade por su pareja, se dictó el caso como Crimen Pasional. Esto demuestra una vez más la ineficiencia de las autoridades y el deslindamiento de la responsabilidad por reconocer este hecho como un crimen de odio.

Al conocer la noticia, decidí realizar un ejercicio que desaconsejo emular: revisar los comentarios en las publicaciones relacionadas con el suceso. La realidad que se me reveló sólo consiguió evocar sentimientos de tristeza y enojo. Lamentablemente, me encontré con respuestas descorazonadoras como: “¿magistrade?, con razón ya no está”, “uno menos”, “de cualquier forma el SIDA ya lo andaba cazando, tarde o temprano pasaría”, “y luego preguntan por qué lo matan, es obvio”. Entre las reacciones más frecuentes destacó la corrección y la irritación ante el uso del lenguaje inclusivo y la letra ‘E’.

No te pierdas: Orgullo blanqueado

Así como Ociel, existimos personas que nos identificamos como No Binaries y trans. Nosotres somos como un faro en un océano de intolerancia, constantemente cuestionamos no sólo las palabras, sino los pensamientos dicotómicos, las instituciones y las personas conservadoras que persisten en perpetuar un desentendimiento cruel hacia nuestras identidades.

En este momento, debemos recordar y celebrar a todas las personas de la disidencia sexual que han sido asesinadas por el simple hecho de ser y existir. Sus vidas no pueden reducirse a un trágico final; debe ser un recordatorio de la fuerza necesaria para desafiar la discriminación, para resistir la intolerancia.

Hoy, mientras lamentamos la pérdida, nos negamos a permitir que la luz de Ociel se apague. Que su legado sea un llamado a la acción, a la empatía, a la comprensión. No permitiremos que la intolerancia nos silencie y que la violencia borre nuestras identidades. Porque en cada letra ‘E’, en cada palabra inclusiva que pronunciamos, estamos construyendo un camino hacia un mundo donde la disidencia no sea vista como amenaza, sino como riqueza.

No te pierdas: Mi edad y mi piel: juventud antirracista

Esta convergencia de eventos nos impulsa a redoblar nuestros esfuerzos, a levantar nuestras voces con más fuerza y a construir un espacio donde las disidencias seamos reconocidas, respetadas y aceptadas. No nos quedemos callades ante lo evidente; recordemos que el silencio es cómplice en crímenes de odio y en el aumento de violencias en discursos hacia personas LGBT+.

Que la memoria de Ociel y de tantas otras personas valientes nos guíe hacia un mundo más justo, compasivo e inclusivo.

Síguenos en

Google News
Flipboard