Ante una crisis ambiental, el tiempo es ahora

Monterrey se quedó sin agua. La Ciudad de México se enfrenta a un riesgo similar, por lo que desde noviembre se ha reducido el flujo de agua en el Sistema Cutzamala, afectando a 12 alcaldías de la metrópoli capitalina. Este escenario me saltó a la cabeza esta semana cuando en compañía de Clara Brugada, precandidata única de Morena para el gobierno de la Ciudad de México, -y quien como exalcaldesa de Iztapalapa sabe perfectamente los retos de tener que gobernar cuando falta el agua-, escuché a los y las expertas del Huerto Roma Verde. Son enfáticos en que no estamos en un “cambio climático” sino en un colapso ambiental. El debate frente a un “cambio climático” ya está de más. Estamos ante una crisis, por lo que el momento de actuar es ahora. Las crisis deben afrontarse con rapidez y tajantemente.

Me he reunido con este laboratorio de resiliencia biosocial para explorar las diversas maneras en que se puede hacer más sustentable la Cuauhtémoc. Esto porque me he registrado ante Morena para ser candidata para dicha alcaldía. Me estoy preparando e informando más de los grandes problemas que enfrentamos en la demarcación y, sin duda, los temas del agua y la sustentabilidad son claves. No podemos cerrar los ojos ante el hecho de que tenemos que cambiar la manera en que vivimos en la capital. Me alegra haber acompañado a Clara Brugada porque, además, este debe ser un esfuerzo conjunto entre todas las personas que aspiramos a cambiar nuestro país, ciudad y alcaldía.

El acceso al agua es un tema complejo en nuestra urbe. Construida sobre un lago, con ríos que fueron entubados por temas de saneamiento, un sistema de aproximadamente 184 km de canales de agua en Xochimilco, y niveles de precipitaciones anuales mayores a los de Londres, la ciudad lluviosa por excelencia. A pesar de eso, el abasto de agua sigue siendo un problema, y el tema de los cortes y las pipas se vuelven cada vez más comunes en todos los espacios de la CDMX. Por eso estoy convencida de que tenemos que optimizar y reforzar nuestros procesos de captación de agua de lluvia. En lugar de ver las lluvias como un peligro inminente ante las posibles inundaciones y el tráfico que causan, pueden ser un recurso para hacernos más sustentables. No es tan sencillo como poner contenderos que recolecten, pues el agua de lluvia tiene que purificarse. De acuerdo a científicos de la UNAM, si no se trata adecuadamente puede usarse solo para lavar coches, regar campos o lavar ropa. Por eso tendrá que evaluarse la posibilidad de instalar sistemas de filtrado que sí logren hacerla apta para el consumo humano.

Una de las frases más impactantes de Greta Thunberg es que para el año 2030 “habremos llegado a un punto en el que desataremos una reacción en cadena que probablemente supondrá el fin de nuestra civilización”. Este llamado más que tirarnos a la angustia y la falta de acción debe motivarnos para empezar a invertir y luchar contra lo que podemos hacer. La Cuauhtémoc, con un liderazgo claro, puede volverse un referente en cuanto a sustentabilidad. Lograr que se extienda los usos de sistemas de captaciones de agua pluvial, de pavimento poroso y de paneles de luz solar son primeros pasos que no deben postergarse. Existen buenas iniciativas desde la sociedad civil, desde comunidades de nuestra ciudad que tienen la experiencia y el conocimiento para que hagamos el cambio ya.

¡El momento de actuar es ahora!