Fortalecer los cuidados: un imperativo para México

En la búsqueda constante de igualdad de género y el fomento de una sociedad más justa, es necesario que México amplíe sus políticas de permisos de paternidad. En la actualidad, el país se enfrenta a una brecha persistente en la distribución de responsabilidades familiares, con las mujeres llevando la carga desproporcionada de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos. Para abordar este desequilibrio, es esencial otorgar a los padres permisos de paternidad más amplios.

Esto es lo que está en juego en el Senado. Hace unos días la Cámara de Diputados aprobó la reforma laboral que concede hasta 30 días de permiso de paternidad a los hombres por nacimiento o adopción de hijos. Esta sería una victoria histórica para las familias mexicanas y para la igualdad de género. Uno de los pilares fundamentales para lograr una sociedad más igualitaria radica en modificar las percepciones arraigadas sobre los roles de género. La ampliación de los permisos de paternidad no solo brindaría a los padres la oportunidad de estar presentes en los primeros momentos cruciales de la vida de sus hijos, sino que también desafiaría la idea tradicional de que las responsabilidades de cuidado recaen exclusivamente en las mujeres. Este cambio cultural contribuiría significativamente a la creación de una sociedad más equitativa y libre de estereotipos de género perjudiciales.

En términos prácticos, la ampliación de los permisos de paternidad ofrecería beneficios tangibles tanto para los padres como para las madres. La participación activa de los padres en el cuidado de los hijos desde el principio no solo fortalece los vínculos familiares, sino que también alivia la carga emocional y física que conlleva la crianza. Además, permite que las madres se reintegren al trabajo de manera más efectiva, disminuyendo la discriminación de género en el ámbito laboral y fomentando una fuerza laboral más diversa y equilibrada. Esto, a su vez, podría traducirse en un aumento de la productividad y la creatividad en el trabajo, ya que los empleados se beneficiarían de un equilibrio más saludable entre la vida laboral y personal. Los roles y estereotipos de género han hecho invisible la paternidad en nuestro país. Pero les garantizo que tenemos muchos hombres a nuestro alrededor deseosos de poder contar con beneficios de ley que les permitan ejercer su paternidad de forma más activa.  

En 2016, como Gerente de Recursos Humanos en el Infonavit fortalecer la normativa de cuidados fue una prioridad. Logramos reformar la normatividad interna para aumentar el permiso de maternidad a 16 semanas, instalar salas de lactancia y aumentar a 10 días el permiso de paternidad. Este último fue un referente a nivel nacional, pues hace siete años dimos la batalla para probar que era posible agregar derechos para los trabajadores sin sacrificar crecimiento ni bienestar económico. Quienes se oponían me dijeron que buscaba quebrar al Infonavit y que sería imposible hacerlo. No obstante, pudo más la defensa del trabajador, y logré el cambio. Gracias a esto, el Infonavit se consolidó como uno de los mejores lugares para trabajar en México, con una plantilla laboral más eficiente y comprometida, y además logramos dar un ejemplo positivo de como hacer este tipo de cambios al resto del aparato gubernamental y al país.

La ampliación de los permisos de paternidad en México no solo es una necesidad social y cultural, sino también una estrategia integral para impulsar el desarrollo económico. Al empoderar a los padres para que asuman un papel más activo en el cuidado de los hijos, se sientan las bases para una sociedad más justa, igualitaria y próspera. Es hora de que México dé el paso audaz hacia una política de permisos de paternidad más inclusiva, construyendo un futuro donde la igualdad de género sea una realidad palpable y no solo una aspiración.