Hablar de ser padre: el caso de Kalimba

La Navidad es una época familiar por excelencia. Como pocas veces en el año, en estas fechas nos reunimos con nuestra gente. Creo esto la hace un espacio perfecto para pensar activamente en la manera de ser padres. Ya he hablado del costo mental de la Navidad para las mamás. Ahora quiero hablar de la otra cara de la moneda y reflexionar sobre los papás.

En México, la paternidad es despreciada. Es una aseveración fuerte, pero ¿qué decir de un país donde apenas estamos reformando la ley para darle 20 días a los padres de permiso de paternidad? La paternidad se construye y el hecho de que haya pocas iniciativas de gobierno para apoyarla y fortalecerla nos muestra que falta mucho para construir padres presentes y conscientes. 

Hay varias cosas que faltan. Creo fuertemente que faltan iniciativas como las escuelas de padres. Esto fue algo que, durante mi estancia en Infonavit, promoví mucho. Este tipo de iniciativas son conferencias donde se dan herramientas para que los padres aprendan a construir relaciones emocionales fuertes con sus hijas e hijos, así como para enfrentar las adversidades de la crianza. El tema es que, como en todo el trabajo de cuidado, los padres rara vez asisten a este tipo de talleres. Se les deja a las mamás, porque seguimos manteniendo los roles que ponen a las mujeres cargando con la mayoría de la crianza.

Faltan también ejemplos de paternidades conscientes. Debo confesarme afortunada en que mi esposo es un hombre profundamente involucrado en la crianza de nuestra hija e hijo. Lo reconozco siempre, porque este tema es uno de los principales problemas que enfrentamos las mujeres que hacemos vida pública. Pero sé que, lamentablemente, estos padres siguen siendo la minoría en nuestro país. 

Un ejemplo de esto ha sido el caso de Kalimba. Ha tenido muchas críticas sobre cómo ha ejercido su paternidad. Desde llamados de que ha sido un padre ausente hasta otros espacios de como la paternidad lo ha cambiado. Este tipo de tensiones es algo que las mamás siempre enfrentamos: el eterno reto de educar bien, de contribuir a que nuestros hijos e hijas sean grandes personas.

Kalimba igualmente ha tocado otro tema bastante controversial: el cómo los hombres enseñan a otros hombres a serlo. El cantante habló del reto de reflejar sus propios traumas en su hijo varón. Ha hablado de la complejidad de dedicarle el tiempo suficiente a sus hijos. Estas son preguntas que los hombres deben hacerse necesariamente. Creo que uno de los grandes retos para los hombres es que hay pocos espacios para hablar sobre ser padres. Para nosotras, las mamás, lo que sobra es información, juicios, opiniones. ¿Para ellos? Silencio absoluto. Los hombres no tienen espacios para hablar de esto.

Así que, en estas fechas, que tengan un espacio para convivir con sus hijos les invito a que hagan estas reflexiones. Pensar en cómo es ser padre. 

Finalmente, y aprovechando la ocasión, me gustaría invitarles a mirar más allá de las superficialidades que nos pueden abrumar en estas fechas. Hay que sumergirnos en el verdadero espíritu de la temporada: el amor, la compasión y la solidaridad. Les deseo, paz, seguridad y bienestar. Que esta Navidad sea un recordatorio de nuestra capacidad para iluminar el camino de otros con pequeños actos de amor y bondad, creando un círculo virtuoso que abarque a todas las familias, independientemente de su origen o circunstancias. 

¡Felices fiestas!