Mis letras son veladoras
De Realidades y Percepciones

Columnista. Empresario. Chilango. Amante de las letras. Colaborador en Punto y Contrapunto. Futbolista, trovador, arquitecto o actor de Broadway en mi siguiente vida.

X: @JoseiRasso

Mis letras son veladoras
El derecho es una creación del hombre y su civilización, ese conjunto de reglas que nos hemos dado para vivir en armonía y sancionar ejemplarmente a quienes las infringen en un marco de referencia coronado por la Constitución. Foto: Pavel Danilyuk/Pexels

Mis textos no son contra el “pueblo uniformado” sino contra el poder que se les otorga sin condiciones, sin vigilancia, capacitación, contrapesos ni transparencia. Mis líneas son contra el abuso de la prisión preventiva oficiosa. Mis letras son veladoras por construir la paz.

Mis palabras son contra quienes lucran electoralmente con la polarización social. Contra quienes fomentan el agravio y la descalificación por aspectos personales. Contra el linchamiento mediático y los dardos que se lanzan desde el púlpito presidencial. Mi defensa es por la democracia.

Mi acento es contra quienes defienden a capa y espada los datos que no existen. Contra quienes callan los actos de corrupción por ser parte del movimiento y contra quienes no se cuestionan cómo se pueden vivir doce años en campaña con doscientos pesos en la bolsa.

Mi garganta es contra la soberbia del presidente que, manipulando emociones colectivas, permite que se cuele el descaro por las calles, el cinismo y la ilegalidad entre las ranuras del humor y las risas sarcásticas. Mi voz no es para señalar sus escapadas a jugar béisbol sino por su falta de empatía y por dejar la cancha puesta a muchos abusos de poder.

Mi alarma se enciende por los daños estructurales en la educación de las infancias, por la erosión de las instituciones, por el agravio contra el Estado de Derecho, por el debilitamiento de los órganos autónomos y la entrega del país a manos de las fuerzas criminales. Mis letras son veladoras por un periodismo libre.

Mi grito es contra quien se erija todopoderoso y poseedor de la verdad absoluta. Contra quienes piensan que por ser electos asumen que representan todas las voces y luchan por aplastar al otro. Mis batallas son contra el populismo autoritario.

Mi lucha es contra la premisa de lealtad ciega por encima de aptitudes, experiencia y conocimiento. Mi búsqueda es por un México de personas leales y capaces. Mis silencios son para escuchar y aprender del otro.

Mis sobremesas no son en contra de generar mejores oportunidades en las zonas del país que históricamente han sido ignoradas. Mi debate es contra la urgencia por realizar megaproyectos evadiendo las leyes, el rigor técnico, los estudios de impacto ambiental, las licitaciones públicas, la rendición de cuentas y la asesoría de expertos.

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Mi convicción no es contra quienes depositaron su confianza en el gobierno actual. El enojo, la desesperanza y el hartazgo estaban en gran parte de la población. Mi crítica es contra quienes piensan que es derrotista modificar el rumbo o rectificar el camino cuando han sido defraudados y las banderas que defienden han sido pisoteadas desde lo más alto del poder.

Mi autocrítica es contra la oposición que cree que estas palabras no nos quedan, contra los partidos políticos que no se asumen corresponsables del país que tenemos, contra los discursos de odio y los impresentables que persiguen el fuero por encima de todo.

Mis letras son veladoras por un voto razonado y un presidente que no sea la víctima sino que sea la solución.

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