Xóchitl Gálvez: la derrota antes de la derrota

Un día antes del eclipse solar del 8 de abril, hubo otro: el de Xóchitl Gálvez. En el debate del 7 de abril, no sólo no brilló como debía, sino que se mostró descolocada, al grado que al lunes siguiente reconoció que fue “un desastre” pero le echó la culpa al formato y a las fallas del cronómetro.

El primer debate presidencial era la oportunidad para mostrar el ingenio, la inteligencia y hasta lo dicharachera que es Xóchitl, pero en lugar de eso se dedicó a repetir temas gastados (Línea 12, Rébsamen), que de ninguna forma noquearon a Claudia Sheinbaum, sobre todo porque ya se ha polemizado sobre ello.

Los estrategas de la candidata del PAN-PRI-PRD, o ella misma, pensaron que la mejor manera de caracterizar a Sheinbaum era como una “mujer fría y sin corazón“; la “dama de hielo”, le llamó.

En cambio, la morenista la tachó a ella de “mentirosa” y “corrupta”.

¿Qué pesa más?, ¿que te tachen de frío o de mentiroso y corrupto?

Sin duda salió mejor librada Claudia que Xóchitl, aún cuando la primera se exasperó en el debate.

Para avanzar en la contienda, Xóchitl Gálvez tenía que ganar el primer debate (convenciendo a quienes dudan de votar por ella); reaccionar mejor en el segundo; y sostenerse en el tercero.

La primera oportunidad de brillar ya se le fue y, si a eso se suma su alto porcentaje de opiniones negativas, todo apunta a que la elección ya la tiene perdida.

Estamos en la semana de la derrota antes de la derrota de Xóchitl: primero apareció un video que muestra a su hijo agrediendo a personal de un centro nocturno; luego el debate desaprovechado; y para acabar el INE le negó su petición de suspender la difusión de las conferencias mañaneras.

Y, para rematar, le dio a la campaña de Morena la posibilidad de difundir miles de veces el video en el que dice que “si a los 60 años no has podido hacer un patrimonio, eres bien güey“, aunque después aclaró que solo lo decía por Sheinbaum, no por todos los mexicanos que no hemos podido hacernos de una casa.

Las posibilidades de Xóchitl Gálvez de remontar y ganar esta elección me parece que se han agotado. Por más esfuerzo que ponga en las próximas semanas, como dirían por ahí: este arroz ya se coció. Nada más falta servirlo.

Espejos rotos: Hasta el representante del PRD en el INE, Guadalupe Acosta Naranjo, lo sabe. “Si yo fuera el candidato me retiraría de la contienda”, dijo el jueves.