Ya siéntese, doñito
Futuros alternos

Es escritor, periodista, locutor, productor de radio y gestor cultural. Sus textos han aparecido en catálogos como Crafting our Digital Futures (Victoria & Albert Museum) y Do Flex Text (Buró Buró).

Ha escrito para Vogue, RollingStone, Revista 192, Esquire, Código, El Universal, entre otros, y colaborado en Imagen Radio, Ibero 909, Reactor, Milenio Televisión, Bullterrier FM y Aire Libre FM.

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Ya siéntese, doñito
En lo que va del proceso electoral más violento de nuestra historia, hemos visto muchos tipos de agresiones que ya cobraron vidas. Arte: La-Lista

En Presidenta: Más de 100 mujeres te escriben (Coord. Yuriria Sierra, Océano 2024) -mismo del que ya hemos hablado en este espacio-, dos preguntas se asoman en la página 113. Dos, producto de dos mujeres que escriben a cuatro manos: ¿quién va a gobernar en este país? ¿una presidenta o el patriarcado?, apuntalan María Álvarez y Alejandra Haas.

En lo que va del proceso electoral más violento de nuestra historia, cosa que no digo yo sino certifica el proyecto “Votar entre Balas” (DataCivica, México Unido contra la Delincuencia y Animal Político, 2024), hemos visto muchos tipos de agresiones que ya cobraron vidas. En el caso de las candidatas, uno que no habíamos visto antes, uno que no vimos dirigido contra candidatos. No recuerdo señalamientos tan constantes hechos sobre los integrantes de sus familias -no vamos a discutir aquí si son válidos o no, es un tema que da para otras muchas conversaciones- y eso llama por mucho la atención. Qué decir de las críticas por el alaciado de cabello de Claudia Sheinbaum o el sobrepeso de Xóchitl Gálvez. No recuerdo a alguien señalando la calvicie, lo mal cuidado del cutis, las canas o la buena o mala condición física de alguno de los hombres que en el pasado compitieron por la presidencia de la República.

Me aventuro a pensar que esos señalamientos de que ambas candidatas son controladas por alguien más -léase, los hombres detrás de ellas- vienen de un mismo tipo de encono: ese que hoy sabemos es producto del machismo. Hasta ahí podría quedarse el cuestionamiento o crítica hasta que volvemos a las preguntas de Álvarez y Haas.

En los supuestos basados en las negaciones que de ello han hecho ambas candidatas, va un listado de situaciones que hemos podido ver en estos comicios y que no dejan de llamar la atención:

  • Marko Cortés, presidente del PAN, haciendo públicos sus pactos en lo oscurito por varios puestos en Coahuila.
  • Alito Moreno en spots y además de ello, siendo protagonista de un escándalo tras la acusación de la diputada federal del PRI Montserrat Arcos Velázquez ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales por violencia política de género.
  • Último y más que evidente: el presidente Andrés Manuel López Obrador metiéndose en el proceso una y otra y otra y otra vez, todos los días, cuanto puede.

Lo hacen porque pueden. Lo terrible de una situación así es que mancha de muchas maneras el proceso histórico que sí estamos viviendo. No solo tenemos a dos candidatas por primera vez en nuestra historia compitiendo por la silla presidencial. Estamos viviendo eso como hito democrático nunca antes visto en el mundo. Todo indica que vamos a tener una presidenta antes que Estados Unidos y Canadá. Esto es un hecho inédito al que el ruido de siempre está contaminando. El ruido de las opiniones no pedidas y los mismos señores de siempre dando manotazos en la mesa de junto. Todos lo hemos sido, seguramente, pero ellos tienen influencia marcada en cuestiones electorales.

Con miras al debate a llevarse a cabo hoy domingo 28 de abril y a lo que queda de la contienda electoral, conviene pensar en cuánta atención le damos a los señores que en su hablar hablar hablar, están entorpeciendo los mensajes que como país nos urge escuchar.

Toca seguir pensando a todos, y a ellos, sin duda, les toca sentarse.

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