Bird, emprender el vuelo, película cargada de surrealismo que nos muestra, a su estilo, la actualidad británica

Viernes 18 de julio de 2025

Simón Sánchez
Simón Sánchez

Guionista con más de 20 años de experiencia, amante del buen cine y de las grandes series de televisión.

Bird, emprender el vuelo, película cargada de surrealismo que nos muestra, a su estilo, la actualidad británica

La tierna y extraña amistad entre una niña de doce años y un amable vagabundo.

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Imagen: captura de pantalla.

Bailey (Nykiya Adams) tiene doce años, es una niña, casi adolescente, que vive en una casa ocupada en Kent, Inglaterra, junto a su hermano mayor, Hunter (Jason Buda), y su padre Bug (Barry Keoghan), un hombre con actitudes de niño y una existencia completamente caótica, más preocupado por sus planes de casarse próximamente y con la loca idea de financiar la boda extrayendo alucinógenos de un sapo, que de encargarse de sus hijos. Evidentemente Bailey vive libremente, del otro lado de la ciudad, vive su madre Peyton (Jasmine Jobson) y sus hermanos menores, en compañía de un tipo maltratador. Con esta situación es obvio que Bailey busca atención y aventuras por su cuenta. Un día conoce a Bird (Franz Rogowski), un extraño y amable vagabundo de espíritu libre con el que encuentra el apoyo que necesita una niña de su edad.

La directora británica y ganadora del Oscar Andrea Arnold, nos presenta su más reciente película, Bird, Emprender el vuelo, una cinta que logra equilibrar perfectamente lo crudo que resulta la realidad con un sentimiento de emotividad, acompañada de un toque de surrealismo. Arnold consigue momentos de gran reflexión a pesar del caos de la vida moderna, con la historia de una niña sin supervisión adulta, que en cualquier momento podría descarrilarse y que logra redimirse a pesar de que sus padres no podrían mostrar más desinterés por ella. Y es ahí cuando Bailey conoce a Bird, ella encuentra en este extraño personaje lo que su padre se niega a darle, él es alguien que la escucha y la toma con la seriedad que la niña necesita. Paralelamente vemos la historia de Hunter, el hermano de Bailey, él se enfrenta al embarazo de su novia de catorce años sin ayuda alguna, la secuencia del rescate en la estación del tren nos muestra que, a pesar del desinterés y la actitud infantil, Bug no deja de amar a sus hijos.

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Hablando del reparto, la debutante Nykiya Adams sorprende al lograr construir una Bailey que a pesar de los problemas se puede dar un respiro de vez en cuando, al tiempo que busca su lugar en el mundo. Por su parte Barry Keoghan nos entrega un personaje muy volátil emocionalmente en cuanto a su rol como padre, y se roba la pantalla con una actuación soberbia. Por último, esta Franz Rogowski, aunque Bird tiene pocos diálogos, con pequeños gestos y detalles logra transmitir el dolor que lo acompaña, esa mirada penetrante nos deja saber que es un alma perdida intentando encontrar su hogar.

Visualmente la fotografía, a cargo de Robbie Ryan, nos recuerda todo el tiempo al cine independiente de los años 90 gracias principalmente al uso continuo de la cámara en mano, así como de que la película fue filmada en 16mm.

En resumen, Bird, emprender el vuelo es un trabajo sobresaliente, principalmente para los amantes del cine independiente, es una película que en principio pensarías que te hará sentir mal, pero al contrario, al terminar de verla es imposible no hacerlo con una sonrisa en los labios.

Bird, emprender el vuelo, se puede ver en la Cineteca Nacional y en algunos cines seleccionados.

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