M (Putthipong Assaratanakul) es un joven que dejo la escuela para convertirse en gamer. Su anciana abuela Amah (Usha Seamkhum), tras sufrir una caída es llevada al hospital donde después de un examen es diagnosticada con cáncer en etapa cuatro, sus tres hijos deciden no decirle nada en lo que resuelven como es que van a cuidarla. M se interés en su abuela al enterarse que su prima Mui (Tontawan Tantivejakul) cuido a su abuelo hasta que murió, heredándole su casa. M se ofrece a cuidar a Amah con la idea de ganarse su cariño y con el tiempo ser el heredero de su patrimonio.
Está es la premisa de Cómo ser Millonario Antes que Muera la Abuela, película tailandesa dirigida por Pat Boonnitipat y escrita por el mismo en compañía de Thodsapon Thiptinnakorn. La cinta recientemente estrenada en Netflix nos presenta una historia diferente que logra tocar fibras sensibles sin caer en sentimentalismos. Desde la primera secuencia nos muestran a una familia china tailandesa un tanto suigéneris, la abuela Amah, sus tres hijos y sus dos nietos, todos en una celebración tradicional, el Festival Qingming, que es cuando familias de origen chino visitan las tumbas de sus antepasados para limpiarlas, esparcir flores y realizar ofrendas rituales de comida e incienso, algo así como nuestro día de muertos. Ahí vemos lo opuestos que son nuestros protagonistas, la Abuela completamente celosa de sus tradiciones, mientras M, el nieto pegado al celular e indiferente a la importancia del día.
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Luego la relación entre ellos, aunque predecible, ya que desde el principio adivinamos que el interesado de M caerá ante la vulnerabilidad de Amah, no deja de ser entrañable. Ella, con la astucia que dan los años de inmediato descubre las intenciones de su nieto, ella es una mujer irascible, terca y decididamente autosuficiente pero aun así aprecia su compañía. Esto permite una relación honesta entre ambos que se basa en el respeto. Por ejemplo, cuando los hijos de Amah quieren protegerla ocultándole su diagnóstico, M la respeta tanto que decide contarle la verdad.
La historia avanza a medida que se van rompiendo las barreras entre abuela y nieto, y crece el vínculo entre ellos. M la acompaña a recibir su tratamiento, le da un baño de esponja y la ayuda en su puesto de arroz. Al tiempo que conocemos lo complejo de una familia completamente rota. El hijo mayor, un adinerado corredor de bolsa que rara vez visita a su madre, el hijo menor, un adicto al juego que vive endeudado y por último, la madre de M, una mujer trabajadora que vive menospreciada en una sociedad machista.
La química entre los protagonistas es tan buena que hace que la conexión entre M y Amah sea palpable, logrando que la película sea cautivadora. Visualmente, el trabajo del director de fotografía Boonyanuch Kraithong es espectacular, principalmente al retratar la histórica comunidad china tailandesa Talat Phlu, donde vive Amah.
En resumen, Cómo ser Millonario Antes que Muera la Abuela termina siendo una película ingeniosa, conmovedora y sobre todo cálida que te hará soltar alguna que otra lágrima, esto a pesar de su principal premisa, la explotación de las personas de la tercera edad.
La cinta está disponible en Netflix.