Psicoterapeuta familiar sistémica, escritora, meditadora y activista por la equidad de genero. Su práctica está encaminada al reconocimiento de la herida emocional infantil para el desarrollo integral del adulto consciente. Instagram @rominalcantar
¿Cómo supero las adversidades?
La resiliencia es una fuerza interna activa que nos empuja a crecer, para poder trascender. Estas son las características que destacan en las personas que la practican.
La resiliencia es una fuerza interna activa que nos empuja a crecer, para poder trascender. Estas son las características que destacan en las personas que la practican.
Existen diferencias entre sufrimiento y desdicha, el sufrimiento se padece pero la desdicha se crea. Los sufrimientos son desencadenados por una multiplicidad de causas sobre las que algunas veces tenemos cierto poder y, en la mayoría de los casos, ninguno. Contraer una enfermedad, perder a un ser querido y verse involucrado en una catástrofe natural son circunstancias que escapan a nuestra voluntad.
Otra cosa es la desdicha, es decir, la forma en que vivimos esos sufrimientos.
Como seres libres tenemos la capacidad de escoger siempre la resiliencia y no la desdicha. Una capacidad de adaptación a los cambios y a las adversidades.
Existen personas que se caracterizan por su gran capacidad de resiliencia. Son aquellos seres que transforman la adversidad en aprendizaje y que, a su vez, permiten que la vida con su infinidad de matices los transforme en algo mejor, quizás más flexibles, más sabias y más felices. Permiten también que las experiencias vividas regeneren sus células, sus conductas, sus pensamientos, aceptando la vida como es aquí y ahora, sabedoras de que el dolor y el placer son intrínsecos a la naturaleza humana y que el día a día compartido trae la certeza del camino recorrido en consciencia.
¿Qué es la resiliencia?
Etimológicamente la palabra resiliencia viene del termino latín resilo que significa “volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar”. En cuanto a la física y la química, designa la capacidad del acero para recuperar su forma inicial a pesar de los golpes que pueda recibir y de los esfuerzos que puedan hacerse para deformarlo.
El término resiliencia habla de regeneración, de la capacidad de reponerse ante la adversidad y salir fortalecido.
Lo importante de la resiliencia humana es que no es una característica exclusiva de determinadas personas, sino que todos y cada uno de nosotros podemos potenciarla y desarrollarla, ya que puede ser aprendida.
Somos creadores de nuestra realidad no víctimas, busquemos dentro esa aceptación y transformación del ser.
La resiliencia es una fuerza interna activa que nos empuja a crecer, para poder trascender.
Las personas resilientes tienen más posibilidad de experimentar espacios de felicidad y, por lo tanto, abrirse a la alegría como estado de conciencia, por lo que podríamos decir que se observa un impacto directo en su calidad de vida. Experimentan la certeza de haber superado con mayor o menor dolor, con mayor o menor sufrimiento, momentos difíciles de sus vidas, ya sean perdidas o limitaciones, heridas que dejan cicatrices físicas y emocionales y, aun así, sentirse poseedores de una intuición profunda de que cabe ser plenamente felices.
Algunas características de personas resilientes:
-Adaptación al cambio: En japonés, la palabra “crisis” está formada por los caracteres Peligro + Oportunidad. La clave está en vivir la crisis como grandes oportunidades de ir más allá, sabiendo que en lo profundo del ser siempre hay calma.
-Flexibilidad y adaptación al cambio: fundamental para aceptar la vida como es, en una constante impermanencia.
-Autoconocimiento: El camino del autoconocimiento no es sencillo y siempre hay obstáculos, mirar lo que eres y lo que fue siempre requiere de valor y coraje. Debemos ser sumamente constantes, sabiendo que es un camino para toda la vida, cada capa de cebolla que se abre hacia dentro torna la mirada de mayor sensibilidad y cercanía a la esencia. Y esa mirada hacia espacios de mayor profundidad cada vez, nos libera y nos fortalece, nos permite elegir, porque descubrimos que hay opciones.
-Cultivan el pensamiento positivo: Controlan sus pensamientos, la práctica de la meditación y el mindfulness para entrenar la mente apoyan y fomentan este pensamiento positivo.
-Aceptación: Aceptar las situaciones, las relaciones, a las personas como son en este momento, sin dobleces, sin esperar cambios, nos permite abrirnos a la vida sin expectativas, ni supuestos pero sí llenos de posibilidades enfocando nuestra atención a la integración.
-Empatía: Volvernos flexibles ante cada situación, ser honestos con nosotros mismos y aceptar la vida tal y como es nos permite desarrollar la empatía. Si puedo mirar a los ojos a mi propio sufrimiento y trascenderlo. Si puedo abrirme a mi propio dolor, si soy plenamente consciente de que el mal del mundo también habita en mí, entonces puedo mirar al otro con amor y compasión. La empatía es la capacidad de percibir, compartir y comprender lo que otra persona puede sentir. Esto nos permite crear y fortalecer vínculos que hacen que nuestra vida sea una experiencia amable y enriquecedora.
-Mejora constante: Las personas resilientes poseen una decidida y rotunda visión de que uno puede mejorar de por vida, no importa la edad ni las circunstancias, existe un anhelo profundo en comunión con una certeza de que el mundo va a mejor, de que el trabajo en coherencia, sostenido por unos valores nobles no cae es saco roto. La resiliencia se manifiesta también cuando nuestro anhelo se enraíza en la búsqueda de la verdad y la belleza como forma de vida consciente en el camino hacia loa dimensión transpersonal.
–Sentido profundo de la vida: Un sentimiento de que la vida tiene un sentido profundo, más allá de lo que ven nuestros ojos a diario, más allá del mundo de las prisas, la razón y la tecnología. Cuando se trasluce una íntima conexión con el “misterio” de esa realidad mayor que es perceptible a los ojos que trasciende toda lógica cartesiana, pero que, aun así, nos impulsa y nos sostiene
-Equilibrio en su vida: El equilibrio en todos las partes de su vida es sano, fomentan amistades, trabajo, deporte, su vida espiritual, tienen claro lo que es importante y saben poner limites.
-Hacen ejercicio con regularidad, son creativos y no pretenden controlarlo todo