El asesino ‘Deadpool’ y nuestra fascinación por los villanos

Sábado 22 de febrero de 2025

Carlos Celis
Carlos Celis

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

El asesino ‘Deadpool’ y nuestra fascinación por los villanos

A veces me pregunto si en México ya alcanzamos un nivel tan lamentable que cualquiera puede ser ídolo de las masas.

wade Wilson

El próximo 27 de agosto, Wade Wilson, un hombre de 30 años de Fort Myers, Florida, que los medios han apodado como el “Asesino Deadpool” por tener el mismo nombre que el personaje de los cómics de Marvel y las películas del actor Ryan Reynolds, enfrentará una sentencia que podría resultar en la pena de muerte.

En 2019, a la edad de 25 años, Wilson asesinó a dos mujeres en un mismo día. La primera, Kristine Melton, una mesera que conoció en un bar y a quien después estranguló en su propia casa. La segunda, Diane Ruiz, una mujer de 43 años que se cruzó en su camino y a quien terminó por arrollar cerca de 20 veces.

Medios de comunicación reportaron que, durante el mes de julio de 2024, el correo electrónico asignado en la cárcel a Wade Wilson había recibido cerca de 4 mil emails de mujeres y de fans mostrando su apoyo, 65 cartas físicas, 279 solicitudes de amistad y 754 fotografías, de las cuales 163 eran de contenido “inapropiado”.

El “Asesino Deadpool” ya fue encontrado culpable y lo único que está pendiente es que el juez decida si es condenado a muerte o a cadena perpetua. Sin embargo, esto no ha impedido que miles de personas le profesen admiración y respeto, y que incluso haya mujeres que pasan por alto que él es un feminicida y le hacen propuestas románticas y hasta sexuales.

Pero esto no es nada nuevo. Como ya se sabe, criminales de todo calibre y, sobre todo, asesinos seriales, hoy se han vuelto figuras de culto y celebridades que despiertan bajas pasiones en las personas. Cuanto más pasan los años, más son recordados por sus vilezas y celebrados por su inmundicia, al grado que hoy se realizan series y películas sobre ellos que gozan de gran popularidad, como si sus crímenes fueran actos heroicos.

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En su libro, El efecto Lucifer, el psicólogo Philip Zimbardo, creador del Experimento de la cárcel de Stanford, aquel importante estudio de psicología social que -entre otras cosas- sentó las bases para formatos como Big Brother, profundiza aún más en el concepto del “mal situacional”, es decir, la forma en que reaccionamos al ser introducidos en ambientes tóxicos y corruptos, poniendo de manifiesto que el mal es inherente a la condición humana.

Así es como podemos explicar la fascinación que la gente siente por los participantes de reality shows, especialmente aquellos como La casa de los famosos, donde no hay que tener ningún talento especial para concursar, por lo que el público se puede identificar con sus habitantes. Como ya lo he dicho antes, incluso haciéndose de la vista gorda cuando algunos de ellos fueron sospechosos de crímenes y hasta pisaron la cárcel.

En lo personal, pienso que este tipo de individuos deberían retirarse de la farándula, desde Mario Bezares hasta Gloria Trevi. No es como si les faltara dinero, que suficiente hicieron en la cumbre de la fama y, si lo han despilfarrado, fue consecuencia de sus actos. Para mí, la única “segunda oportunidad” que merecen las personas que abusaron de su privilegio, es la de vivir con honradez y, preferiblemente, lejos de las cámaras y los reflectores.

A veces me pregunto si en México ya alcanzamos un nivel tan lamentable que la lógica de las personas es algo así como: “¿pero quién no ha tenido un pariente en la cárcel?”. No me parece difícil de creer porque vivimos en un país tan golpeado por el crimen organizado que ya se han vuelto cotidianas esas conversaciones que dicen que todos tenemos un amigo, que tiene un amigo, que es narco. Bajo esa óptica, ¡claro!, cualquier impresentable puede ser ídolo de las masas, ahora que el narco ya goza de cobertura estelar en los medios.

Volviendo a Wade Wilson (el asesino), su caso es particularmente ilustrativo de nuestros tiempos. Primero, porque se le apodó como a un superhéroe, pero no cualquiera, sino un antihéroe, alguien más cercano a un villano que Hollywood se ha encargado de volver carismático. Esta personalidad con la que los medios han caracterizado a Wilson, la de un ícono popular y un éxito de películas, lo ha vuelto más cercano al público y también más fácil de promover como un producto, solamente por pura asociación.

Aunque pienso que, si alguien le preguntara, lo más probable es que él se identifique con el Joker, pues los tatuajes que se ha grabado en la cara durante su estancia en la cárcel, esa línea que simula una sonrisa y le desfigura el rostro, recuerdan a ese otro villano, también vuelto célebre por la maquinaria hollywoodense que está a punto de lanzar una secuela. Incluso, Wilson ha aparecido en los juzgados vistiendo ropa de colores chillantes.

Así es como se cae el discurso de los fans tóxicos que defienden a celebridades de internet como el Temach o -para insistir con La casa de los famosos- al propio Adrián Marcelo, ambos generadores de contenido en redes sociales que son populares por promover el machismo, el bullying y los discursos de odio. Según sus fans, lo que ellos digan no puede influir en sus seguidores ni llevarlos a cometer actos violentos… ¡¿Ah, no?!

Bajo esta perspectiva también se ha querido dotar de claroscuros a diversas figuras históricas y así volver a los buenos menos buenos y a los malos menos malos, pero este ejercicio ya nos rebasó y lo único que se logró fue normalizar la maldad. Y es que no es lo mismo decir que villanas de cuento, como Maléfica y Cruella de Vil, podrían convertirse en princesas, que insinuar que Adolf Hitler era un tipo gracioso, y sin embargo se hizo en una película como JoJo Rabbit (2019) que incluso ganó un premio Oscar.

El sociólogo Zygmunt Bauman hablaba de algo así cuando acuñó el término de “modernidad líquida”, un proceso histórico de desencantamiento del mundo donde la razón, la ciencia y el progreso ya no son nuestras principales guías. En esta nueva sociedad nos enfrentamos a la pérdida de referentes universales y a la proliferación de valores relativos.

Nos espera un futuro de varias generaciones de niños que crecerán entre visitas a la “Tierra de Villanos”, el nuevo parque temático de Disney en Magic Kingdom, y con sus personalidades moldeadas por películas como Mi villano favorito, que secuela tras secuela (ya van seis contando las películas de los Minions) se han encargado de “humanizar” la figura del villano y a sus seguidores, por no decir que “adoctrinar” sobre el mal.

Tal vez por todo esto, me parece que una de las series más atinadas, catárticas y emocionantes de los últimos años es Evil (Maligno), una comedia de terror que se asemeja a Los expedientes secretos X, pero se enfoca en temas de fe, ciencia y moral, en una sociedad donde la tecnología, los fenómenos sociales y hasta el cambio climático influyen en nuestra percepción del bien y el mal. Si no la han visto, ya es hora.

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BREVES

Me subí tarde a la serie Evil pues ya está en su cuarta y última temporada, pero ha valido mucho la pena. Las primeras tres están en Apple TV Plus (la tercera también se puede ver en Prime Video), y aunque la cuarta aún está por estrenar en México, será muy pronto en esa misma plataforma. ¡Voy a extrañar a esos personajes!

En cines, el estreno de Alien: Romulus, la más reciente secuela de la saga del “octavo pasajero”. También Cuckoo, una ingeniosa historia de terror estelarizada por Hunter Schafer, y la película mexicana Celeste Soledad.

En plataformas, Apple TV Plus ya tiene I Saw the TV Glow (Vi el brillo del televisor), una de las películas más comentadas de este año. En Mubi hay dos estrenos recientes: Hipnosis, una comedia sueca, y Sometimes I Think About Dying, con Daisy Ridley.

*Para más información sobre las películas y series comentadas cada semana, visita mi perfil en Letterboxd.