Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_
Palomitas, más caras que una comida corrida
Actualmente, las palomitas viven un furor y tienen su propia mercadotecnia separada de la experiencia de ver una película.
Actualmente, las palomitas viven un furor y tienen su propia mercadotecnia separada de la experiencia de ver una película.
Parte esencial de la experiencia de ir al cine es acompañar tu película con palomitas. Tan arraigada tenemos esta costumbre que perdemos de vista que la botana favorita de todo cinéfilo ya rebasó cualquier precio razonable. Hoy en día, comprar una ración de palomitas en los complejos cinematográficos más populares sale más caro que una comida corrida.
Asimismo, algunos “combos” que incluyen palomitas, refrescos y otros productos, pueden rebasar el precio de la lista de útiles escolares sugerida por la SEP y, si sumamos el precio de un artículo como las “palomeras” conmemorativas de alguna película de moda, estos paquetes incluso pueden superar el costo de la canasta básica.
Veamos. El precio de las palomitas medianas clásicas (sin sabor adicional) es de 80 pesos en Cinépolis y 77 pesos en Cinemex (dependiendo de la sucursal). Una comida corrida se puede encontrar en un mercado desde 70 pesos, entendiendo, claro está, que la “comida corrida” es un servicio de tres tiempos que incluye sopa, arroz y guisado, y que en algunas fondas también lleva bebida y postre. Las palomitas medianas son una porción de maíz de 110 gramos.
Para ampliar esta comparación visité otras salas de cine de la Ciudad de México que no pertenecen al duopolio de exhibidores y descubrí que el precio es más o menos el mismo. Las palomitas más baratas de un complejo cinematográfico las tiene Cinedot a 70 pesos, mientras que Cinemas WTC las vende a 80 pesos, también en tamaño mediano.
¿Hay alguna diferencia en las salas de cine que pertenecen a dependencias públicas como la Secretaría de Cultura? No mucha. Las palomitas medianas cuestan 70 pesos en la Cineteca de las Artes, mientras que el cine Linterna Mágica (que depende del IMSS) cobra 80 pesos por las palomitas de tamaño grande. Ahí sólo hay grande y jumbo.
Para seguir expandiendo este ejemplo, el tamaño más grande que ofrece Cinépolis es el conocido como “Para llevar” y cuesta 100 pesos. Esa ración se puede igualar, o hasta superar, preparando las palomitas en casa con una bolsa de maíz palomero de 500 gramos, que en una tienda de autoservicio como Bodega Aurrera tiene un costo de 16 pesos.
Decidí no usar como ejemplo las palomitas chicas pues cualquier consumidor sabe que la diferencia de precio es ridícula y en cines no conviene comprarlas, además de que Cinemex ya retiró ese tamaño recientemente. Tal porción era la más cercana a la clásica “bolsita” de palomitas que se vendía en cualquier cine de antaño, previo a la llegada de los multicinemas.
Hoy, en la Ciudad de México ya no quedan salas de cine que puedan operar fuera del sistema de exhibición actual, por lo que esa vieja idea del cine “piojito” que antes representaba una opción económica para ciertos cinéfilos, ha quedado en el ayer. Las pocas salas de aquellas épocas que se mantienen funcionales se han convertido en cines porno y, por obvias razones, no venden palomitas.
Las otras salas de exhibición que se manejan como “independientes” son más bien cineclubes, pero algunos de ellos mantienen viva la tradición de las palomitas. En un lugar como La casa del cine, la bolsita cuesta 40 pesos, mientras que en Cine Tonalá cuesta 25. Foros como el Cinematógrafo del Chopo y las salas del Centro Cultural Universitario (extensiones de la Filmoteca de la UNAM), no tienen servicio de dulcería y tampoco se permite introducir alimentos.
Esa clásica “bolsita” de papel, que contiene 30 gramos de nostalgia preparada al momento, todavía se puede conseguir en algunas calles de la ciudad, como en el Centro Histórico y en contadas estaciones del metro, donde cuesta apenas 10 pesos (y a veces menos). Las palomitas chicas de la Cineteca, en cambio, cuestan 55 pesos.
Quizá no está de más recalcar que, actualmente, las palomitas viven un furor y tienen su propia mercadotecnia separada de la experiencia de ver una película. La idea de Cinépolis de venderlas “para llevar” no es casualidad, porque incluso hay quienes las piden a través de apps como Uber Eats. Fuera de las salas de cine, diversas marcas venden su versión en tiendas de autoservicio, incluso las hay caseras embolsadas a la venta en puestos, y algunos emprendedores han creado su modalidad de palomitas “gourmet” de sabores.
Es una moda que dejó de ser silenciosa, sobre todo con la llegada de las “palomeras” temáticas, esos envases para palomitas que acompañaron a películas como Barbie y Duna, y que dispararon los precios de esta sencilla botana. Ahora, la palomera de Deadpool & Wolverine de Cinépolis tuvo un costo de 450 pesos y la de Cinemex de 569. Consideremos que estos cálculos sólo contemplan a una persona y no a una familia, que no hemos sumado el precio de los boletos y que, en algunos casos, las palomeras no incluyen otra cosa más que las puras palomitas, lo que obliga al público a comprar más productos.
En lugares como Cinépolis Mítikah hay un paquete llamado “Maxicombo familiar” que cuesta 448 pesos. Si además de este combo una familia quisiera comprar una palomera (suponiendo que sólo tienen un hijo), gastarían 898 pesos únicamente en dulcería. En el mes de julio, la Profeco confirmó que los productos de la canasta básica (que sirven para alimentar a una familia durante una semana), pueden comprarse desde 776 pesos.
Llevando este ejemplo un poco más lejos, también en la sucursal de Mítikah el boleto de la sala VIP cuesta 220 pesos en fin de semana, por lo que una pequeña familia de tres miembros terminaría pagando mil 558 pesos con la palomera incluida. Ahora que los niños están a punto de volver a clases, la misma Profeco afirmó que la lista de útiles escolares sugerida por la Secretaría de Educación Pública se puede conseguir desde mil 500 pesos.
Apenas esta semana, tanto Cinemex como Cinépolis anunciaron que cobrarán el boleto a menos de 30 pesos en funciones antes de las 3 de la tarde, aparentemente en lo que queda de agosto. Pero en esos horarios la gente normalmente trabaja y los niños están en la escuela. Además, todos sabemos que el verdadero negocio es la dulcería, donde los precios se mantienen iguales.
Ante este panorama, cualquiera creería que las compañías exhibidoras bien podrían diseñar mejores promociones y paquetes para que las familias puedan seguir acudiendo al cine y esto no represente un golpe tan severo a su economía. Pero claro, las familias SON el negocio de los cines y, obviamente, todo lo que puedan gastar en palomitas.
BREVES
Llega al circuito de arte y posteriormente a cines, El mal no existe (Evil Does Not Exist), del director japonés Ryûsuke Hamaguchi (ganador del Oscar en 2022 por Drive My Car). Se anunció para el 9 de agosto en la Cineteca y para el 15 de agosto en salas de cine selectas.
Desde el 8 de agosto, Cinemex exhibirá la trilogía de “Tres colores” del director polaco Krzysztof Kieślowski, para celebrar el 30 aniversario de Azul, Blanco y Rojo.
En plataformas, The Instigators, la nueva película de Matt Damon junto a Casey Affleck, desde el 9 de agosto en Apple TV Plus. Y en Max, Horizon: An American Saga – Capítulo 1, el ambicioso western de Kevin Costner.
*Para más información sobre las películas y series comentadas cada semana, visita mi perfil en Letterboxd.