Periodista egresada de la FES Acatlán, UNAM. Siempre aprendiz. Reportera, mamá de Natalia y columnista de Lazos, una publicación semanal que aborda temas sobre liderazgo femenino, maternidad feminista y crianza responsable. Twitter: @betty_corree
El periodismo y la maternidad
El periodismo debe ser una herramienta y espacio seguro para mantener en la agenda mediática todas las vertientes de la maternidad.
El periodismo debe ser una herramienta y espacio seguro para mantener en la agenda mediática todas las vertientes de la maternidad.
El periodismo me ha dado grandes retos, lecciones, aprendizajes, la posibilidad de conocer a muchas personas y también la oportunidad de encontrar un espacio en el que pueda expresar lo que pienso y siento.
Al mismo tiempo, la maternidad también ha sido una experiencia ambivalente en donde todas las tonalidades emocionales se han hecho visibles, donde no hay día que no exista un reto diferente, una pregunta inesperada, un algo que orilla todo el tiempo al cuestionamiento, ¿lo estoy haciendo bien? ¿lo que hago es correcto? ¿estaré causando daño? ¿cómo mejorar?
En el periodismo lo que hacemos es cuestionar. Y la maternidad cuestiona. La mezcla de ambas podría parecer contrapuestas, pero para mí ha sido una herramienta de encuentro y desahogo.
Sí, una forma de cuestionarme y encontrar las respuestas en otras madres, profesionistas y en una comunidad que desea romper algunos moldes de la crianza.
Una corriente de mujeres, especialmente, que buscan contar otra narrativa de la maternidad lejos de ese velo de romanticismo y sufrimiento que la envuelve.
De poder sumar a la agenda mediática el planteamiento de las nuevas maternidades y sus diferentes contextos, la necesidad de encontrar espacios que nos reconozcan y escuchen, que hablen en voz alta de lo que se vive en la soledad de los hogares.
Que se reconozca el valor del trabajo de crianza, que se creen nuevos modelos de libre elección en el que podamos maternar y también cumplir los deseos y las aspiraciones personales y profesionales, alejadas del señalamiento. De que existan trabajos flexibles para nosotras para compaginar ambas actividades.
Pero también para hablar de las maternidades no deseadas, pero sí aceptadas. De las que lo desearon y lo planearon. De las que no han podido, las que aún tienen miedo de serlo y las que han perdido a su bebé. Decir que la maternidad no es el nivel máximo de realización personal para todas las mujeres. Que no existe el instinto maternal.
De empezar a sumar a todo lo anterior el nuevo modelo de las paternidades, de aquellas que son responsables y compartidas en lo económico, en los cuidados, en la educación, en cada tarea.
El periodismo y sus espacios físicos y digitales son una de las herramientas que servirán a las madres y a mantener el tema en la agenda mediática que reciba a las nuevas madres con información de valor, que dé a las que ya son un referente y en el que las más experimentadas puedan compartir sus vivencias con las otras. Ser una espacio seguro.