La evasión de comentarios incómodos en la cena familiar de fin de año

Lunes 21 de abril de 2025

La evasión de comentarios incómodos en la cena familiar de fin de año

¿Por qué no te has casado?, ¿dónde está el novio o novia?, ¿eres homosexual?, ¿por qué no has tenido hijos? Las preguntas incómodas aparecen en las reuniones familiares.

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En las reuniones familiares por las fiestas de decembrinas suele haber todo tipo de preguntas incómodas: ¿por qué no te has casado?, ¿dónde está el novio o novia?, ¿eres homosexual?, ¿por qué no has tenido hijos? Los arquetipos y roles sociales en su máximo esplendor durante esta época, pero ¿cómo podemos enfrentar una situación así?

  • Comprensión y entendimiento. Parte del proceso para erradicar los roles y arquetipos de género de nuestra mente está también en comprender que hay personas que no están pasando por ese ciclo. Cuando somos consientes de la historia y contexto de quienes nos hacen estas preguntas incómodas nos puede auxiliar a ser más empáticos.

Puede ser que el tío, la tía, el primo o cualquier familiar tenga una única forma de ver la vida y esa les ha funcionado durante toda su vida. Al entender que hay personas que no están atravesando un proceso de reeducación o deconstrucción, nos auxilia darles un tratamiento especial. Aunque es importante siempre mantener un ambiente de respeto mutuo y no permitir agresiones a tu persona.

  • No tomarse nada personal. Con suficientes herramientas emocionales, estas pueden servir como impermeable a comentarios ortodoxos que tratan de mantener una moral rígida y desigual. ¿Los que piensan diferente a mí están mal y debo corregirlos? En nosotros está si entramos al juego o no. A veces este tipo de espacios no son los indicados para tratar de cambiar paradigmas, es un trabajo que inicia de manera personal, no obligada.

  • Asertividad. Las palabras son poderosas y pueden ser muestras mayores aliadas o quienes también nos hieren. La responsabilidad sobre ellas es grande, por ello hay que elegir las adecuadas y evitar impulsos viscerales.

Cuando comprendemos el contexto de quien nos pone en jaque con sus preguntas incómodas, podemos suponer por qué lo hace. Podemos exponer nuestro punto de vista y pedir respeto para ello, si es que así lo deseamos. También es válido no dar explicaciones sobre la vida privada, es una decisión individual y respetable.

Hay un momento convulso entre generaciones: paradigmas en pro de eliminar roles y estereotipos arcaicos contra una defensa por mantener los parámetros viejos y conocidos. Aprendamos a escuchar para que también nos escuchen.

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