La niña en el altar

Martes 15 de abril de 2025

Saraí Campech
Saraí Campech
Reportera cultural egresada de la ENEP Aragón. Colaboradora en Canal Once desde 2001, así como de Horizonte 107.9, revista Mujeres/Publimetro, México.com, Ibero 90.9 y Cinegarage, entre otros. Durante este tiempo se ha dedicado a contar esas historias que encuentra a su andar. X: @campechita

La niña en el altar

“Si el mito es trágico lo es porque su protagonista tiene consciencia”, Albert Camus.

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“La niña en el altar” se presenta en el Teatro El Galeón.

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Foto: especial.

Los clásicos nunca pasan de moda y sobre todo nos hacen recorrer caminos ya andados con el objetivo de asimilar el momento desde la experiencia de otros, bajo esa premisa la dramaturga irlandesa Marina Carr escribió “La niña en el altar”, una re interpretación contada por una mujer del sacrificio de Ifigenia, hija de Agamenón que marcó Troya en la tragedia griega.

Un texto que se centra en la cerrazón del poder en tiempos de guerra, la saña que se genera entre cercanos y en medio de esa turbulencia la daga del patriarcado se ciñe sobre las mujeres, sobre las niñas y en general en todos, un análisis sobre la violencia que durante mucho tiempo nos han mostrado a los personajes femeninos como vengativos, cuando en realidad son mujeres en duelo clamando por sus pérdidas.

Obra sobre cogedora que si bien abreva de dos tragedias Ifigenia en Áulide de Euripides y Agamenón de Esquilo en los diálogos de Marina Carr se percibe más cercana, “La niña en el altar” se presenta en México con una traducción de Alfredo Michel Modenessi y direccion de Enrique Singer con las actuaciones de Emma Dib, Yésica Borroto, Everardo Arzate, Salvador Sánchez, Alberto Estrella y Marina de Tavira.

Ambientada en Grecia, la de los clásicos cuenta con escenografía e iluminación de Víctor Zapatero, el vestuario es de Eloise Kazan con maquillaje y peinado de Cinthia Muñoz, así como la música de Edwin Tovar, elementos que abrazan a los actores para que se dejen el alma y vacíen esas emociones descritas en los textos, pero también las que les genera su propia vida, razón que la vuelve más vivida y a quienes ocupamos las butacas simplemente nos roba el aliento porque esas dolencias universales son compartidas en menor o mayor medida.

“La niña en el altar” es sobre un padre ciego de poder que entrega a su hija, de una madre cansada de aguantar y de la culpa, de una sociedad con más prejuicios que humanidad, una obra vertiginosa con efecto expansivo que al momento de la función nos remite a la lejanía de un mito, pero que hacía el final nos trae a la mente un caso de desaparición forzada, violencia de género y lo más seguro es que con el correr de los días habrá una reflexión sobre esas herencias legendarias sustentadas en el poder que no hemos logrado descargar y quizá valdría la pena comenzar a hacerlo desde la mirada femenina.

Con funciones de jueves a sábado a las 19:00 horas y domingos a las 18:00 horas hasta el 2 de marzo “La niña en el altar” se presenta en el Teatro El Galeón, Abraham Oceransky en el Centro Cultural del Bosque,

Antes de cerrar permítanme compartir una charla con Marina de Tavira, actriz, productora, pulmón y un tercio del corazón de Incidente teatro, además de ser Clitemnestra

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