Si algo nos ha dejado clarísimo la programación de festivales como Cannes y Sundance, los primeros eventos cinematográficos importantes del año, es que a esta industria le urge olvidarse del período “woke” lo más pronto posible. Indignante, si me lo preguntan, que un gremio que se presenta como aliado de las minorías sea el primero en descararse.
Mucho hablar de arte, de inclusión y de representación, mucho discurso en contra de las políticas de Trump, pero ya sabemos que a los artistas lo que más les interesa es su malentendida “libertad de expresión”, y si esta libertad excluye a quienes quieran excluir, pues eso seguirán haciendo aunque aprovechen cualquier otra oportunidad para darse golpes de pecho.
Cierto es que el experimento DEI (Diversidad, Equidad, Inclusión) fracasó en Estados Unidos, si entendemos como fracaso el repudio de una gran mayoría de ciudadanos hacia este movimiento, y cierto es también que la industria del entretenimiento sufrió varios descalabros económicos al tratar de ajustarse a tales parámetros con películas como La sirenita, Lightyear y, más recientemente, Blanca Nieves.
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Quizá nunca sabremos si, de haberse mantenido estas iniciativas, hubieran generado a largo plazo un cambio positivo en la sociedad, pero lo que es claro es que a corto plazo generaron más odio y polarización de lo que pudimos soportar. Y es una pena, porque en los últimos 10 años vimos cómo se cristalizaron algunas de las ideas más creativas e innovadoras que podremos ver en -me atrevo a decirlo- otros 50 años.
Y así es como aterrizamos en el recién concluido Festival de Cannes, que nos regresó precisamente 10 años a películas como The Danish Girl (2015), cuando se había llegado a un consenso de que actores/actrices heterosexuales/cisgénero no deberían interpretar papeles LGBTQI+ si esto significaba quitarle oportunidades a otros actores que sí pertenecen a dicha comunidad.
Por aquella película, el actor Eddie Redmayne recibió su segunda nominación al Oscar (ya lo había ganado un año antes) al interpretar el papel de una mujer trans. Pero ya montados en la ola de la justicia social, la perspectiva de género, el antirracismo y los derechos humanos para todas, todos y todes, Redmayne fue más criticado que aplaudido y The Danish Girl se unió a la célebre lista de películas canceladas.
Ahora, sin embargo, los festivales de cine más respetados han dado marcha atrás (tampoco es como si se hubieran resignado a tal cambio) y, en Cannes, películas como Pillion y The History of Sound subieron la temperatura con historias gay donde actores heterosexuales como Alexander Skarsgard, Paul Mescal, Harry Melling y Josh O’Connor tienen los roles protagónicos.
Por su parte, en Sundance, títulos como Twinless y Plainclothes provocaron emoción en aquellos asistentes que no esperaban ver a famosos como Dylan O’Brien y Tom Blyth en escenas íntimas con actores del mismo sexo. Pero, a todo esto, también hay que sumar el circo que han montado personalidades como Pedro Pascal y compañía, abrazándose, besándose y toqueteándose durante toda esta temporada de festivales.
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Y no es que tengamos nada en contra de esto último, que para decirlo vulgarmente, “cada quien puede hacer de su c*lo un papalote”. Pero regresando al tema central, y ya para concluir, la industria del entretenimiento volvió a hacer gala de su insensibilidad y simplemente se pasó la representación LGBTQI+, literalmente, por los hu*vos.
No hay que confundir inclusión con representación, y tampoco lo que cada una de estas prácticas debería garantizar, específicamente, a los miembros de las disidencias sexuales. A las puertas del mes del orgullo, esto es una muy mala noticia, pero tampoco parece que le quite el sueño a aquellos miembros de esta comunidad que suelen tener, precisamente, ese tipo de fantasías húmedas con sus actores favoritos.
BREVES
Para ponernos a tono con el tema de hoy, ya inició el Sundance Film Festival CDMX 2025, donde podrás ver algunos de los títulos mencionados arriba. Para revisar la programación completa, visita el sitio de Cinépolis.
Otros estrenos en salas de cine son The Phoenician Scheme de Wes Anderson, June and John de Luc Besson y la española El efecto Darma, desde el 29 de mayo.
En plataformas, algunos lanzamientos recientes son la tercera temporada de la serie And Just Like That en HBO Max, y la segunda temporada de Nine Perfect Strangers en Prime Video.
*Para más información sobre las películas y series comentadas cada semana, visita mi perfil en Letterboxd.