La gente olvida muy pronto

Lunes 16 de junio de 2025

Carlos Celis
Carlos Celis

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

La gente olvida muy pronto

Con la nueva edición del Festival de Cannes acaparando los medios, arranca la temporada de dimes y diretes de cada año.

Actor francÈs acusado de violaciÛn fue vetado por el Festival de Cannes, seg˙n la prensa

Festival de Cannes cumple su edición 78º

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Foto: SEBASTIEN NOGIER/EFE

Es triste, pero cierto. La gente olvida demasiado rápido. Con la nueva edición del Festival de Cannes acaparando los medios, arranca la temporada de dimes y diretes de cada año. Es como una espiral inescapable: inicia Cannes, inicia la temporada de festivales de cine, la gente se emociona, empiezan los escándalos, la gente se decepciona, se anuncian los ganadores, la gente jura que nunca más volverá a creer en este festival, y así cada año.

Con el movimiento de #MeToo cada vez más lejos en el retrovisor, la administración de Trump atropellando los derechos de las personas y otros gobiernos de derecha siguiendo su ejemplo, la realidad es que los franceses… siguen siendo tan franceses como siempre. Las primeras noticias que han surgido del Festival de Cannes 2025 son tan desalentadoras como podría esperarse.

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Otra vez, las reglas de etiqueta impuestas por el comité de organizadores parecen castigar especialmente a las mujeres o, al menos en las celebridades femeninas, aquellas que desfilan por la alfombra roja, es en quienes más se refleja la inconveniencia de estas restricciones. En 2025 se “prohibió” la desnudez y, al mismo tiempo, los atuendos demasiado voluminosos.

Aunque el festival insiste en que con estas reglas no pretenden controlar a las personas sino hacer la experiencia más agradable para todos, sí es una forma de censura el querer monitorear la expresión de las personas, sobre todo cuando en temas de expresión de género la decisión sobre nuestra apariencia es un derecho. Las anticuadas reglas de Cannes no están diseñadas para abrir espacio a personas no binarias o de género fluido.

De paso, parece muy hipócrita prohibir la desnudez o cualquier forma de expresión en vivo, cuando en las pantallas -especialmente las de Cannes- se ven las cosas más tremendas y el festival se ha caracterizado por defender a capa y espada la libertad de expresión de los realizadores.

Lo cual nos lleva al eterno tema del “Club de Tobi” que el director del festival, Thierry Frémaux -nunca libre de escándalos-, se ha encargado de construir para el beneplácito de los hombres de esta industria. Célebres actores y directores, señalados por conductas impropias, como Woody Allen, Roman Polanski o Gerard Depardieu, han sido cobijados por este festival.

Y esta es, precisamente, una de las primeras polémicas que acaparó los titulares durante la inauguración del festival, pues a la par de este evento se anunció la resolución de un juez de condenar a Depardieu a 18 meses de prisión (suspendida) por el cargo de agresión sexual en contra de dos mujeres.

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La presidenta del jurado de esta edición del festival, la actriz Juliette Binoche, quien ha mantenido una sonada disputa a través de los años con este actor, fue cuestionada sobre la sentencia durante la conferencia de prensa y respondió que Depardieu “no es un monstruo, es un ser humano”, declaración que los medios internacionales se han encargado de distorsionar, quizá intencionalmente, quizá porque algo se perdió en la traducción o simplemente por ignorar la historia que hay entre estas dos celebridades.

Como yo lo interpreto, lo que Binoche quiso aclarar es que Depardieu no tiene ninguna cualidad sobrehumana como la que sus admiradores le atribuyen, sino que es una persona como cualquiera, “que ya perdió su aura debido a hechos que ocurrieron y que ahora fueron revisados por una corte”, dijo.

Por si esto fuera poco, otro miembro del jurado este año, el surcoreano Hong Sang-soo, ha mantenido una relación adúltera de gran escándalo en su país con la actriz Kim Min-hee desde 2016. Apenas este año, la actriz anunció estar embarazada del director que aún no se divorcia de su esposa. Existen rumores de que, cuando una película de la actriz estrenó en el Festival de Cannes en aquel año, los representantes de ambos persuadieron a la prensa para no mencionar la relación y así no afectar sus posibilidades de ganar.

Un reciente estudio reveló que el acoso y la violencia sexual son endémicos en la industria del entretenimiento francesa. Los políticos Sandrine Rousseau y Erwan Balanant presentaron un reporte de la comisión parlamentaria que, a través de encuestas a 400 personas, encontró que estas actitudes son sistémicas y persistentes en todos los sectores de la cultura, desde el cine y la televisión hasta el teatro, radio, comedia, publicidad, música clásica y rock.

Otro sonado escándalo en Francia es el de la actriz Adèle Haenel, que en 2020 abandonó enfurecida la ceremonia de los Premios Cesar, y luego anunció su retiro, después de que Roman Polanski ganara el premio a Mejor Director. La actriz, quien vivió su propia historia de abuso a manos del director Christophe Ruggia cuando era menor de edad, acaba de recibir un poco de justicia pues en febrero un juez sentenció a este director a cuatro años de cárcel por agresión sexual. La última película de Adèle Haenel fue Retrato de una mujer en llamas en 2019 y ahora se dedica al teatro.

Y ya mejor ni hablemos de diversidad y representación en la selección de películas de este año. Entre los títulos que compiten por la Palma de Oro, solamente seis son dirigidos por mujeres, la gran mayoría de películas son europeas y estadounidenses y solo una película es latina (hay por lo menos otras tres en secciones paralelas). Pero a todo esto, ¿ya se olvidaron del escándalo que armaron con Emilia Pérez, una gran ganadora de este festival?

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Todavía porque a uno lo educaron a nalgadas y cinturonazos, pero no me cansaré de decir que no entiendo por qué, cuando las nuevas generaciones de cinéfilos hablan tanto de activismo político, de derechos humanos y de justicia social, son los primeros que abandonan estos principios cuando la temporada de festivales empieza. La gente olvida muy pronto, de hecho, y sus valores son muy acomodaticios.

BREVES

Por cierto, para quienes seguían con la duda de por qué en México no estrenó Emilia Pérez en Netflix… no tengo la respuesta. Pero lo que sí les puedo decir es que ya está en Paramount Plus desde el 15 de mayo.

Duster, una serie de crimen y acción del productor J.J. Abrams y protagonizada por Josh Holloway, uno de sus actores en Lost, llegó a la plataforma de Max el 15 de mayo.

En Apple TV desde el 16 de mayo, Murderbot, una serie de ciencia ficción y comedia protagonizada por Alexander Skarsgard.

*Para más información sobre las películas y series comentadas cada semana, visita mi perfil en Letterboxd.

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