¿Lo habían escuchado? Los más jóvenes están viendo series y películas al doble de la velocidad normal. Pero no solamente son los chicos, al parecer es un fenómeno que se está extendiendo a personas de todas las edades que, simplemente, no tienen el tiempo ni la paciencia suficientes para dedicarle demasiada atención a una sola cosa.
El “skimming” o “skim-watching” tampoco es un fenómeno nuevo, pero era algo que pensábamos como una manía particular de cierto tipo de personas. Incluso, era raro que los diferentes servicios o dispositivos que normalmente usamos ofrecieran la posibilidad de acelerar la velocidad de lo que vemos y escuchamos.
Sin embargo, desde que las notas de voz en WhatsApp se volvieron cada vez más populares y, posteriormente, esta app introdujera en 2021 la posibilidad de acelerar los mensajes de audio, parece que se ha normalizado esta neurosis entre las personas que quieren apurar todo lo que les sea posible.
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Vale la pena destacar que, hace apenas tres años, solamente Netflix tenía la opción de acelerar sus contenidos, aunque a 1.25x y 1.5x, por ello podemos asegurar que la tendencia de ver películas y series a mayor velocidad es más bien reciente. De hecho, siguen siendo pocas las plataformas de streaming que ya incluyen un control de velocidad, como Amazon Prime, Hulu o YouTube (desde 2010), aunque a estas alturas se ha vuelto común descargar de internet programas y extensiones que le permiten al usuario manipular la velocidad de otras plataformas a través del navegador.
¿Qué nos dice de las personas esta nueva modalidad? ¿Es acaso otro problema de concentración? De entrada, no. Podríamos debatir que, de hecho, se necesita mayor concentración para ver una historia al doble de velocidad, ¿pero qué tan seguros estamos de que sea saludable?
Cada vez hay menos tiempo y más contenidos, y aunque no es obligación de nadie estar al día con las series y las películas, la sobreoferta de entretenimiento puede complicar la manera en que repartimos nuestro tiempo entre las diferentes actividades de nuestra vida. Este es un factor que las plataformas de streaming han tomado en cuenta al reducir el número de episodios por serie e incluso la duración de dichos episodios, aunque otra razón importante es que los contenidos breves reducen sus costos de producción.
Así es como, desde hace varios años, las temporadas de las series bajaron de 20 a 13 episodios y luego de ocho a seis episodios, hasta que actualmente encontramos series como Adolescencia o Malas influencias: El lado oscuro de las redes en la infancia, con cuatro y hasta tres episodios, aspecto que se está explotando como un atractivo o plusvalía a la hora de hacerles promoción entre este tipo de públicos.
Como decíamos, también la duración de los episodios se está acortando. Esto, hace algunos años, fue más un experimento que una tendencia. Abundaron las plataformas que promovían los formatos cortos, como Quibi, go90 o blackpills, cuya intención era favorecer los cortometrajes y las series de corta duración (episodios de 10 minutos o menos) para satisfacer un nicho específico y, supuestamente, adaptarse a las necesidades de aquellos “nuevos públicos” que veían contenidos en dispositivos móviles. Quibi, fundada por el productor Jeffrey Katzenberg, dejó de existir en 2020 a menos de un año de ser creada. El experimento falló… o eso nos dijeron entonces.
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Simultáneamente, Netflix ya ofrecía series como Bonding (2018) o Love Death & Robots (2019), con episodios de alrededor de 15 minutos. En la actualidad, hay series muy exitosas en distintas plataformas, como Hacks, Dying for Sex o incluso The Bear, cuyos capítulos rondan los 30 minutos, algo que se siente como un regreso a la televisión tradicional. Caso aparte es el de Black Mirror, también de Netflix, que al ser una antología tiene episodios de diferentes duraciones, incluso muy largos, pero que al ser una serie tan popular ha logrado que un episodio de 1 hora y 28 minutos, como USS Callister: Into Infinity, el sexto de la temporada más reciente, sea aceptado por el público como una película en sí mismo.
Las tendencias vienen y van, pero lo que permanece son los datos duros: de acuerdo con el World Mental Health Report publicado en 2022 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 8.8% de la población mundial tiene Trastorno por Déficit de Atención por Hiperactividad (TDAH), una condición que puede causar problemas de aprendizaje y de interacción social y que, de acuerdo con estudios más recientes, también puede reducir la expectativa de vida de hombres y mujeres por entre 4 y 11 años.
Pero no todas son malas noticias. Hay quienes argumentan que ver contenidos al doble de velocidad puede ayudar en temas relacionados al TDAH, y que incluso es beneficioso para personas con neurodivergencia. Un estudio publicado por la revista médica Memory en 2023, concluyó que las personas que aceleran la velocidad de sus contenidos lo hacen para lograr una mayor concentración pues ayuda a reducir la dispersión mental, aunque esto funciona mejor con personas jóvenes y no tanto con los adultos.
BREVES
Continúa durante el mes de abril la 77 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, y hasta el 14 de mayo en diversas salas del circuito cultural. Títulos como Black Dog, Bird, Universal Language y Armand, que son de lo mejor de 2024, por fin se pueden ver en la pantalla grande.
En plataformas, series como Your Friends & Neighbors (Apple TV Plus) con Jon Hamm y la segunda temporada de la perturbadora The Rehearsal (Max) con Nathan Fielder, ya hicieron disponibles sus primeros episodios.
*Para más información sobre las películas y series comentadas cada semana, visita mi perfil en Letterboxd.