Reportero egresado de la UNAM, formó parte de los equipos de Forbes México y La-Lista. Con experiencia en cobertura de derechos humanos, cultura y perspectiva de género. Actualmente está al frente de la Revista Danzoneros. X: @arturoordaz_
En la UNAM, el "neoliberalismo" no es el mayor problema.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se lanzó esta semana contra la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La tachó de estar sometida al pensamiento neoliberal desde las últimas décadas, así como de estar afiliada a la derecha. Sin embargo, me atrevo a decir que es una institución pluricultural de pensamiento que necesita resolver problemas más grandes que salir de las “garras conservadoras”.
Las ciencias sociales son el pan de cada día en esa escuela. Así estudies ingeniería petrolera o sociología, el plan de estudios puma te orilla a llevar materias relacionadas con política, filosofía o economía. Por su origen rebelde: las revueltas estudiantiles de 1929, 1968, 1987, 1999, entre otras, la UNAM se ha caracterizado por su corte marxista. Pero no todo es así.
En esa institución me tocó presenciar desde clases dedicadas 100% al pensamiento comunista y anarquista, hasta observar ovaciones para al entonces secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, quien sentenció a los alumnos de la Facultad de Economía que debían ajustar sus planes de estudios para satisfacer al mercado laboral. En la UNAM hay de todo, pero ese no es el mayor problema.
Para señalar a esta institución primero habría que quitar el velo de romanticismo sobre ella. Aceptar que desde hace varios años las cosas no van también como decenas de científicos e investigadores defienden. Es cierto que hay cosas de que sentirse orgulloso, pero hay una loza de problemas que nos deben de importar más que la corriente política que tienen sus rectores.
Desde 2019 estalló en la UNAM una demanda seria, que sigue en pie de lucha hasta la fecha: acabar con la violencia de género. Tan solo en 2020, el periódico El Economista encontró que esta escuela recibió 328 quejas por violencia de género, de las cuales 62 fueron resueltas con sanciones. Sin embargo, La Razón reportó que de 2016 a junio de 2019 se presentaron 921 denuncias por casos similares.
A partir de este movimiento, los jardines y explanadas de todas las escuelas de esta institución comenzaron a llenarse de tendederos, donde los acosadores fueron expuestos. Aunque la pandemia obligó a llevar las clases a la distancia, las colectivas siguieron en pie de lucha.
El Covid-19 también evidenció otro problema de desigualdad entre su comunidad: los profesores de asignatura reportaron retrasos en sus pagos y reducciones salariales. Este problema llevó a que el 60% de los planteles dejaran operar de abril a junio de este año para apoyar a los docentes. El Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM reportó hasta febrero de este año que 65% de la plantilla docente eran profesores de asignatura, cuyo poder adquisitivo cayó 47% en los últimos 18 años.
Problemas en los concursos de oposición para conseguir una plaza, acoso en los salones de clases, salarios precarizados y falta de material para las clases son algunas quejas más frecuentes de la comunidad que habita los salones de este lugar día a día. Habría que preguntarles a ellos qué es lo cambiarían de esta institución, conocer todas las voces de esta institución. Tal vez eso nos dé una respuesta más certera que lo piensan en Palacio Nacional o quienes son investigadores de la universidad pero apenas pisan su departamento en la institución.