La primera vez que escuché a Sergio Mendes tenía alrededor de siete años. Mi papá tenía una pila de CDs en la sala con los éxitos de Brasil “66, y fue gracias a él que conocí a varios artistas como Antônio Carlos Jobim, Elis Regina y Astrud Gilberto. Sin embargo, lo que realmente quedó marcado en mi cabeza infantil fue un coro en específico: Oariá raiô, Obá obá obá.
De niño, no tenía ni idea de lo que estaba cantando, pero el ritmo era demasiado pegajoso. Conforme fui creciendo, descubrí que Sergio era un músico brasileño que emigró a Estados Unidos y mezcló los ritmos tradicionales de su tierra con el jazz y el funk. Eso explicaba el porqué tenía grabados varios éxitos de los Beatles en bossa nova, como With a little help from my friends y The fool on the hill, siendo esta última una de mis favoritas.
Sergio Mendes murió el viernes 6 de septiembre a la edad de 83 años. Si bien es cierto hubo otros exponentes que llevaron la música brasileña a la industria musical internacional, como Antônio Carlos Jobim y Caetano Veloso, el líder de Brasil “66 hizo lo propio al hacer un coctel de ritmos en la década de los 60, cuando todavía la musica afrolatina no tenía el suficiente reconocimiento.
De acuerdo con una entrevista para la organización AARP en español, el padre de Mendes era un hombre de tez negra, mientras que su madre era portuguesa. Por tanto, Sergio fue el resultado de una mezcla de razas, como pasaba comúnmente en esa época y en la música. Esa raíz africana la supo fusionar con los ritmos emergentes de ese entonces, convirtiéndose en uno de los embajadores más importantes del bossa nova.
El éxito más legendario de Sergio fue Mas que nada, una composición de Jorge Ben que dio la vuelta al mundo. En una entrevista para ABC en español, el pianista explicó que esta pieza musical tiene su origen en un canto africano, que si bien no considera como un mensaje religioso, sí un canto a la vida. De manera similar, también se hicieron famosos temas como País tropical, Agua de beber y Magalenha.
Aunque Mas que nada se grabó en 1963 con Brasil “66, 40 años después se hizo una nueva versión con Black Eyed Peas, donde aparece Mendes con su piano rodeado de varios jóvenes bailando un ritmo entre bossa nova y rap. Una canción que hace 58 años reunió a las raíces africanas, latinas y estadounidenses, en 2006 logró conciliar a dos generaciones que parecían difíciles de juntar.
Ayer se cerró un capítulo en la música afrolatina con la muerte de Sergio Mendes, pero queda latente la tarea de seguir conciliando ritmos, historias y culturas, porque casi siempre los mejores resultados salen de las mezclas que parecen difíciles de unir. ¡Viva la diversidad cultural y musical!