Como casi cualquier lector de esta columna de opinión, mi amor por el cine también es grande. A lo largo de mi carrera como periodista, he dedicado páginas y más páginas a temas de entretenimiento, espectáculos y cultura, siempre poniendo énfasis en el séptimo arte, la época dorada de la televisión y, ahora, las series en plataformas de streaming.
En los más de 30 años que he dedicado a esta labor, he tenido la oportunidad de ver muchas historias en las pantallas chica y grande, seguramente más de las que cualquier persona vería en promedio. También he visitado sets de filmación, e incluso he trabajado en algunos, observando de cerca cómo se hacen las películas. Mismo caso en la televisión, donde también aparecí en uno que otro programa.
Mi curiosidad me llevó hasta los festivales de cine, primero como espectador, luego como voluntario y finalmente como prensa. He tratado con la “gente de cine” en distintas capacidades y podría decir que los conozco muy bien, incluso más de lo que ellos creen. Desde actores, directores, productores, gestores culturales, agencias de relaciones públicas hasta otros “críticos”, a veces he estado para servirles, a veces he alzado la copa con ellos y, muchas otras, los he criticado en estas mismas páginas.
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Cuando mis allegados piden mi opinión sobre alguna película o serie, saben que mi respuesta será informada (en exceso). No hay respuestas cortas ni sencillas conmigo. No hay recomendaciones rápidas ni ligeras. Mi opinión no puede separar el gusto de la experiencia. Lo que para algunos puede ser un producto de cultura pop inofensivo, para mí puede ser una amenaza a la cultura o, al menos, una propuesta mortalmente derivativa.
Tomemos como ejemplo The Studio (2025), la nueva serie de Apple TV Plus concebida por el actor, director y comediante, Seth Rogen, que acaba de estrenar pero que ya venía haciendo ruido desde hace unos meses porque dicen que es una propuesta original y arriesgada que critica a la industria cinematográfica desde dentro. Nada menos original ni arriesgado que criticar desde el privilegio, pero le daremos el beneficio de la duda porque apenas van dos episodios de 10 que irán apareciendo semanalmente.
Y sí, como comedia es divertida y tiene sus momentos, pero como idea es, justamente, derivativa. Les decía que ya he dedicado demasiadas páginas a la “gente de cine”, a sus manías, egos y obsesiones, y también he pasado más de la mitad de mi vida viendo películas sobre ellos, muchas con este enfoque en particular: sátiras sobre la industria del cine, críticas en tono de comedia o ejercicios de metaficción.
Películas que tratan sobre los entretelones del espectáculo hay muchas, pero este particular estilo de comedia tiene sus propios clásicos y, aún más interesante, abundan las producciones olvidadas que con el tiempo se han vuelto referentes para un cierto tipo de director muy geek, donde Seth Rogen es el caso más reciente. Hablo de títulos como My Favorite Year (1982), UHF (1989), Soapdish (1991), Matinee (1993), Get Shorty (1995), Bowfinger (1999) y Living in Oblivion (1995).
Criticar a Hollywood desde dentro se remonta casi al mismísimo origen de la ciudad de oropel y podemos nombrar clásicos desde Sullivan’s Travels (1941) de Preston Sturges hasta The Player (1992) de Robert Altman, que marcó a toda una generación. Otros célebres directores han ofrecido su propia versión en películas como La nuit américaine (1973) de Francois Truffaut, Amator (1979) de Krzysztof Kieslowski, Hollywood Ending (2002) de Woody Allen, Adaptation (2002) de Spike Jonze, For Your Consideration (2006) de Christopher Guest o Tropic Thunder (2008) de Ben Stiller, entre muchas, muchas más.
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Vaya, que The Studio tampoco propone algo novedoso en el mercado de las series pero sí tiene altos valores de producción y harta difusión en medios. Recordemos que antes hubo éxitos como Entourage (2004) y 30 Rock (2006), pero quizá la propuesta de Seth Rogen pretende convertirse en un clásico contemporáneo, aunque compita con series como la francesa Dix pour cent (2015) y su contraparte inglesa Ten Percent (2022), The Offer (2022), Irma Vep (2022), Hacks (2021), The Franchise (2024) y hasta Paquita Salas (2016).
Cuando me da por hacer una de estas listas, me gusta mencionar lo hecho en México porque históricamente no somos un país que pueda darse el lujo de seguir las tendencias (a veces sí somos medio copiones, pero ese es otro tema). Sin embargo, hay ejemplos de este mismo estilo en películas, series y, sí, telenovelas. Títulos como Misterio (1980) de Marcela Fernández Violante, Siempre en domingo (1984) de René Cardona Jr., Un mundo raro (2001) de Armando Casas, El fantástico mundo de Juan Orol (2012) de Sebastián del Amo, Tercera llamada (2013) de Francisco Franco, Bardo (2022) de Alejandro G. Iñárritu, ¿Quién lo mató? (2024) de Humberto Hinojosa y las absurdas pero inolvidables Alcanzar una estrella I y II (1990/91) de Luis de Llano.
A pesar de ser tan parecidas entre sí, estas historias siguen siendo irresistibles para el público porque muchas personas, quizá de manera irracional, siguen fantaseando con alcanzar la fama, la fortuna y el glamour. Son cuentos con moraleja y reflexiones sobre el gremio del cine, el teatro, la televisión, la música, la moda, el periodismo y -ahora- las redes sociales que, vistas con sano criterio, pueden servir como catarsis para nuestros propios sueños frustrados, aunque parte del público ya parece confundirlas con tutoriales.
BREVES
El festival internacional de cine MICMXIFF se lleva a cabo del 27 de marzo al 2 de abril en distintas sedes de la Ciudad de México como la Cineteca Nacional, Cinemanía, Linterna Mágica, salas de la Alianza Francesa y salas de Cinépolis. Checa la programación en su sitio. ( https://www.micmxiff.org )
En salas de cine, siguen llegando propuestas de autor como Parthenope de Paolo Sorrentino, Grand Tour de Miguel Gomes, y cine independiente como la comedia canadiense de terror Vampira humanista busca suicida y el humor negro de la mexicana Pérdida total.
En plataformas, el estreno en Prime Video de la película Holland, con Nicole Kidman y Gael García, y en Netflix ya está The Residence, la serie de comedia y misterio.
*Para más información sobre las películas y series comentadas cada semana, visita mi perfil en Letterboxd.