Revivir la tragedia
HÍBRIDO

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

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Serie: Cada minuto cuenta Foto: Amazon Prime.

Creo que todos sabíamos que, si alguna vez habría de realizarse una película (o serie) sobre el terremoto de 1985, que fuera respetuosa y medianamente interesante, tendría que tratar sobre la gente y no podría ser una sola historia sino muchas: todas esas historias reales que hemos escuchado a través de los años, que son ejemplo de fortaleza y de supervivencia, pero que también son un cúmulo de tragedias que preferiríamos olvidar.

A casi 40 años de aquel fatídico 19 de septiembre de 1985 que cambió a la Ciudad de México para siempre, llega la serie Cada minuto cuenta a la plataforma de Amazon Prime, una ambiciosa producción que hace un recuento de las primeras horas de este suceso, bajo la dirección de realizadores mexicanos como Jorge Michel Grau, Moisés Ortiz Urquidi y Fernando Urdapilleta, con un elenco de reconocidos actores del cine nacional.

No es la primera vez que alguien intenta llevar esta tragedia a la pantalla grande. Los dos ejemplos que me vienen a la mente son las películas 7:19 (2016) con Demian Bichir y El día de la unión (2018) con Kuno Becker. La primera, dirigida precisamente por Jorge Michel Grau, y la segunda dirigida por el propio actor que la protagonizó. Incluso en su momento, la noticia de que Becker pretendía dirigir esta historia desató una polémica con otro actor de televisión, Christopher von Uckermann, que también había anunciado su propio proyecto sobre el terremoto del 85.

Para ser honesto, yo siempre esperé que el día que se concretara una película sobre esta catástrofe que aún vive en la memoria de muchos compatriotas, sería una enorme producción en manos de alguno de los grandes y celebérrimos directores de cine mexicanos que triunfan en Hollywood. En lo personal, me hubiera encantado que fuera Alfonso Cuarón, y no porque Roma tenga una escena que evoca el sismo, sino por esa personalísima sensibilidad “chilanga” que hay en su cine.

Imaginar una superproducción sobre la más grande tragedia mexicana convertida en cine de catástrofes es como el equivalente a lo que James Cameron hizo con Titanic, ¿pero realmente queremos ver eso y convertir nuestros recuerdos más tristes en entretenimiento para las masas? ¿Acaso queremos fomentar la mercantilización de la desgracia humana? Otro director que se ha especializado en esto es J.A. Bayona, que años atrás sorprendió al mundo con su película The Impossible (2012) sobre el tsunami de Tailandia, y que repitió la misma fórmula en La sociedad de la nieve (2023) para contar la tragedia de los Andes, historias realizadas con gran técnica, pero que al ser desprovistas de sentimentalismo también nos dejan con un desagradable sabor a morbo.

En años recientes se dio una nueva ola de películas basadas en hechos trágicos de la vida real con títulos como Notre-Dame brûle (2022), sobre el incendio de la famosa catedral, Un año, una noche (2022) y Novembre (2022) sobre la tragedia del Bataclán y los atentados terroristas en París, Thirteen Lives (2022) sobre el rescate de 12 niños de una inundación en un sistema de cuevas en Tailandia, o el próximo estreno de September 5 (2024) que retoma el secuestro de deportistas judíos durante los Juegos Olímpicos de 1972, misma historia que Steven Spielberg ya había abordado en Munich (2005).

Este tipo de historias se han realizado siempre y no representan un nuevo fenómeno, pero la diferencia entre estas y otras películas, como Elephant (2003), inspirada en la masacre de Columbine, World Trade Center (2006), sobre el atentado a las Torres Gemelas, Utoya (2018), sobre el tiroteo en el campamento de la isla noruega, o las antes mencionadas Titanic y Munich, es la cantidad de títulos y el lapso de tiempo en el que se realizaron, pues desde que los podcasts y las plataformas de streaming descubrieron que el true crime y las tragedias reales son un éxito, cada vez se realizan más producciones sobre estos temas.

Algo similar podríamos decir de las películas que tratan sobre el Holocausto judío, pero estas se han convertido prácticamente en un género en sí mismas y además hay temas -como el genocidio- que son especialmente delicados. Uno de los casos más recientes y más polémicos fue The Zone of Interest (2023), por diversas razones, pero su triunfo en la entrega del Oscar recordó otras películas tan cuestionables como Son of Saul (2015) o la mismísima Schindler’s List (1993) – también de Spielberg. Al respecto, el director alemán Michael Haneke opinó alguna vez que “la sola idea de crear suspenso tratando de saber si  de la regadera va a salir agua o gas, es abominable”.

En México, Cada minuto cuenta no es ni de lejos la primera ocasión que se intenta algo así, pero por lo sensible de este tema la serie se ha metido en “camisa de once varas”, porque el público podría simplemente elegir no verla. Pensemos, por ejemplo, si acaso estamos listos para ver una dramatización de los hechos de Ayotzinapa, ¿sería prudente? La única vez que el público mexicano aceptó algo así fue en 1976, cuando el director Felipe Cazals realizó Canoa, inspirada en el linchamiento de San Miguel Canoa, en Puebla.

Hace un tiempo, cuando Netflix estrenó la polémica serie Somos. (2021), sobre otra desgracia nacional, la masacre de Allende, Coahuila, el actor Lázaro Gabino Rodríguez escribió un texto para La Tempestad, donde además de acusar problemas de representación y de precisión histórica, decía: “si Netflix debe algo es una disculpa a todas las personas cuyo dolor convirtió en espectáculo y en producto de consumo”. Quizá todavía hay temas que, incluso 40 años después, es demasiado pronto para verlos en pantalla.

BREVES

Hablando de producciones mexicanas que tocan temas sensibles, estrena en salas de Cinépolis y circuito de arte el documental Tratado de invisibilidad de la directora Luciana Kaplan, que narra las experiencias de mujeres que limpian espacios públicos en la Ciudad de México.

En plataformas, varios estrenos interesantes. Desde el 22 de noviembre, Netflix lanza The Piano Lesson, una película que está entre sus apuestas para la temporada de premios,  Apple TV Plus presenta Blitz, la nueva película del director Steve McQueen con Saoirse Ronan y Amazon Prime tiene Cruel Intentions, otra adaptación de la famosa historia juvenil. *Para más información sobre las películas y series comentadas cada semana, visita mi perfil en Letterboxd.

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