Encuestas de Morena: ¿’dedazo disfrazado’ o método práctico?

La acusación de encuestas simuladas, sesgadas, hechas a modo para elegir candidatos, o que nunca se realizaron, ha rondado sobre Morena desde el proceso electoral de 2018, lo que ha generado rupturas políticas, fracturas internas y protestas por inconformidad.

En una revisión realizada por La-Lista, se detectó que en 21 de 25 procesos internos para seleccionar candidatos a gobernadores, hubo cuestionamiento sobre las encuestas realizadas por Morena, y los resultados que éstas arrojaron. 

El primero en denunciar el tema a gran escala fue Ricardo Monreal en la elección de candidato a la Jefatura de Gobierno en Ciudad de México en 2017, cuando todas las encuestas públicas las ganaba él, pero en la realizada por el partido, sus ponderaciones lo colocaron en el cuarto lugar, frente a Claudia Sheinbaum que apareció en primer sitio.

“Yo soy víctima de las encuestas ‘amañadas’ en 2017”, recordó Monreal en julio pasado.

De entonces a la fecha, en las elecciones de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Durango, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas, Chihuahua, Querétaro, Colima, Quintana Roo, Oaxaca, Guerrero, Nayarit, Tlaxcala y Zacatecas, entre otros; se han registrado inconformidades con los resultados de las encuestas.

“Las elecciones de 2021 vinieron a confirmar que la regla al interior de Morena es que las encuestas son un ejercicio de simulación. Es una gran estafa. Es la norma completamente, y se ha empoderado mucho el grupo que hace las encuestas”, asegura el analista político Gibrán Ramírez. 

En contraste, para el politólogo Édgar Ortiz Arellano es un método correcto, está contemplado en los estatutos y busca postular al mejor posicionado ante la sociedad. “Si la muestra y la aplicación de las encuestas no es clara, no es transparente, no hay una metodología bien definida, esto va a generar suspicacias entre los aspirantes y puede ser tachada de antidemocrático”, reconoció. 

Mientras que el exaspirante a la dirigencia nacional de Morena recordó que para los 300 distritos electorales federales en el proceso electoral intermedio de 2021, se dijo que se realizaron encuestas, pero se trató de un acuerdo entre Mario Delgado y los diputados federales en funciones. 

“La mayor parte de los precandidatos se quejaron porque hubo un sesgo sistemático a favor de los diputados federales ya electos de Morena. No es que ganaran sus encuestas, sino que éstas nunca se mostraron. Se evidenció que ni siquiera se habían abierto los paquetes de registro de los precandidatos en cuestión”, afirma.

Ramírez asegura que se trató de un acuerdo entre Mario Delgado con los diputados federales en funciones. 

“Yo supe, y lo supe por él mismo, que Mario Delgado pactó con los diputados federales que lo apoyaran para buscar la dirigencia del partido, a cambio de que él los apoyara a todos, ya desde la dirigencia, con su reelección. Fue un compromiso que intentó cumplir con todos ellos”. 

Recientemente, el exgobernador de Baja California, Jaime Bonilla, calificó como “un dedazo de lo más vil” el supuesto ejercicio por el que fue elegida la hoy mandataria estatal Marina del Pilar.

En declaraciones al semanario Zeta, aseguró que Mario Delgado simuló una encuesta “que Marina no ganó, porque nunca hubo la encuesta. Esa es la realidad, nada más que la gente no sabe”.

Ortiz Arellano anotó que debido a que hay una serie de facciones en los partidos, que disputan el poder interior y a su vez las candidaturas, no todos quedan conformes con el método de la encuesta. 

“Las encuestas es una buena estrategia, siempre y cuando esté reglamentada, esté clara en su metodología, esté claro el cálculo, la aplicación y la supervisión de la misma”, sostuvo. 

La Comisión de Encuestas de Morena, bajo señalamientos

Los estatutos de Morena establecen como métodos de elección de candidatos el sorteo o la realización de estudios demoscópicos. Estos estarán a cargo de la Comisión de Encuestas del partido, que “será integrada por tres técnicos especialistas, de inobjetable honestidad y trayectoria, elegidos por el Consejo Nacional, sin necesidad de pertenecer a este”.

Sin embargo ninguno de sus integrantes es matemático ni experto en estadística y demografía. Su presidenta es la diputada e investigadora del Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana, Ivonne Cisneros. 

Sus integrantes son el periodista Pedro Miguel, quien también es columnista del diario La Jornada, y Rogelio Valdespino, cercano al senador Gabriel García Hernández, ex coordinador general de los súperdelegados federales, y de los Servidores de la Nación. 

Fueron nombrados en 2020 a propuesta de Bertha Luján, hoy ex presidenta del Consejo Nacional de Morena, antes de la elección del presidente y la secretaria general del CEN, Mario Delgado y Citla­lli Hernández.

“Ocupan esos cargos por cercanía con el presidente López Obrador y con un grupo de pretendidos intelectuales como Rafael Barajas ‘El Fisgón’”, afirma Gibrán Ramírez. 

Además, de sus integrantes, tanto Ivonne Cisneros como Pedro Miguel han manifestado sus preferencias por Claudia Sheinbaum.

Tanto Gerardo Fernández Noroña como Malú Micher, del equipo de Marcelo Ebrard, han expresado que ello pone en riesgo la imparcialidad en el ejercicio.

La encuesta presidencial

A pesar de que en la encuesta con la que definirán al candidato a la Presidencia de la República de Morena se intentó dar garantías a los aspirantes, como que representantes de “las corcholatas” hagan supervisión de levantamiento, para Gibrán Ramírez “de cualquier forma permanece la base de la trampa”, y es que la Comisión de Encuestas de Morena es la responsable de determinar la metodología y el universo del muestreo a las encuestadoras.

“El partido diseña la muestra y aunque realicen el levantamiento en la misma muestra, la probabilidad por el trabajo previo que se realiza en los lugares determinados en las secciones electorales determinadas por el partido, lo más probable es que los ejercicios espejo coincidan”. 

Considera que sería otra cosa que cada una de las encuestadoras diseñe su muestra y haga el levantamiento con los mismos criterios que diga la Comisión de Encuestas.

“La encuesta la ventaja que tiene es que sondea entre la población quién es el candidato que podría tener mejores resultados” a la hora de la elección, defendió Ortiz Arellano. 

Sobre la encuesta para definir al candidato presidencial que se dará a conocer este miércoles, el politólogo celebró que no será una sola encuestadora sino que habrá cuatro más, con lo que “no debería haber resultados que se salgan de la media estadística”. 

Desconocimiento de resultados

Desde 2017, Morena ha utilizado las encuestas para definir a sus candidatos en elecciones estatales o presidenciales y no todos los participantes han reconocido los resultados.  

Este método fue utilizado en 2012, antes de que existiera el partido guinda, para definir al candidato presidencial del PRD, entre Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard. Entonces Ebrard aceptó que le había ganado AMLO.

Desde entonces, López Obrador ha sido impulsor de este método, en el que el mejor o la mejor posicionada, se convierten en lo que denominan como “coordinador” o “coordinadora” de los comités de defensa de la cuarta transformación, el paso previo para quien será candidato.  

La primera encuesta que se conoce que realizó el partido fue para definir candidato a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Ésta se realizó en 2017 y en ella participaron Claudia Sheinbaum, quien resultó ganadora; Ricardo Monreal; Mario Delgado; y Martí Batres. 

En 2021, Morena volvió a aplicar encuestas para definir a sus candidatos a distintas gubernaturas.

En Durango, el senador José Ramón Enriquez buscó la candidatura al gobierno de la entidad. Se enfrentó a Marina Vitela en una supuesta encuesta, que le dio el triunfo a la ex priísta. 

El legislador acusó a Mario Delgado y a la dirigencia nacional que desde mucho antes de la aplicación de las encuestas, ya tenía definidos a los ganadores, por lo que los sondeos “fueron una simulación”.

Para las elecciones de este 2023, el partido guinda volvió a usar el método de encuestas para definir a sus candidatos: Delfina Gómez, en el Estado de México, y Armando Guadiana, en Coahuila. 

Los resultados de la encuesta fueron desconocidos por Ricardo Mejía Berdeja, quien aseguró que la decisión fue de Mario Delgado y renunció al partido para ser candidato del PT.

Este miércoles, este método elegido por Morena vivirá una prueba de fuego: si todos los aspirantes acatan los resultados o hay alguno que no está conforme y los desconoce.

El partido ha adelantado que para las elecciones del próximo año también usará el método de encuestas para elegir a los nueve candidatos que competirán en 2024 en nueve entidades.