‘Nos representa a todas’: la historia del vestido para el nombramiento de Deb Haaland
Deb Haaland, en el centro, con Kamala Harris, a la derecha, durante la juramentación de Haaland para secretaria del Interior en Washington DC el 18 de marzo. Fotografía: Alex Brandon / AP

El vestido dio lugar a un diluvio de encabezados. Frente a la vicepresidenta Kamala Harris, y con su mano derecha levantada, Deb Haaland prestó juramento como secretaria del interior vestida con una falda larga que tenía los colores del arcoiris, una planta de maíz, mariposas y estrellas.

La falda, un traje tradicional que tiene una variedad de significados que normalmente honran la herencia de la comunidad y simbolizan el empoderamiento, opacó a todo lo que se encontraba a su alrededor en el Edificio Eisenhower durante su juramento para asumir el cargo y convertirse en la primera mujer indígena en la historia de EU que ocupa un cargo en el gabinete.

Este vestido tiene una historia, una de empoderamiento y de supervivencia  de una comunidad y de su diseñadora. La prenda se hizo en el “estilo de celebración” para reconocer la nominación de Haaland, explica su creadora, Agnes Woodward, quien es Plains Cree de la primera nación de Kawacatoose en Saskatchewan en Canadá.

Te puede interesar: Pueblos indígenas celebran ancestral carnaval en Chiapas pese al Covid

La diseñadora de 38 años dedicó varias semanas a crear esta pieza especial desde su hogar en Dakota del Norte. Los colores del arcoiris sirven para representar a todas las personas y las mariposas de color azul oscuro sirven para ofrecer un mensaje esperanzador, la planta de maíz es un símbolo de la adscripción de Haaland al Pueblo of Laguna, una tribu de Nuevo México, explicó Woodward. Las brillantes estrellas de cuatro puntos, sin embargo, fueron un detalle creado por Woodward. Dice que le gusta ponerlas en todas sus faldas de listones como homenaje a las historias con las que creció que cuentan que las estrellas son los parientes que los cuidan desde arriba y para dar significado a la conexión que los pueblos nativos sienten “hacia todo lo que nos rodea. Todo tiene un propósito. Todo lo que tiene un creador tiene un propósito”.

‘Nos representa a todas’: la historia del vestido para el nombramiento de Deb Haaland - falda-deb-haaland
La prenda fue diseñada como una ‘falda estilo celebración’ en reconocimiento a la nominación de Haaland, explicó su creadora, Agnes Woodward, quien es Plains Cree de Kawacatoose First Nation en Saskatchewan, Canadá. Fotografía: Cortesía de Agnes Woodward

Woodward, quien trabaja como abogada de las víctimas de violencia de las naciones Mandan, Hidatasa y Arikara, empezó a hacer faldas de listón alrededor de 2010, cuando asistía a las ceremonias nativas con su esposo, y ella y sus hijas, ahora de 13 y 9 años, tenían que usarlas.

Pronto aprendió que el acto de crear un símbolo tan importante del empoderamiento del matriarcado que cuenta historias de supervivencia, resistencia y de lo sagrado, también le ayuda a ella a sanar y a fortalecer su orgullo de mujer nativa.

“Me escriben muchas mujeres y me dicen: ‘Esta es la historia de mi vida, ¿la puedes poner en una falda?’ o ‘Este es mi nombre nativo, ¿puedes ponerlo en una falda?’ O, ‘soy superviviente de esto y necesito sanar y nunca he tenido una falda de listones’”, cuenta a The Guardian. “Y así, el mantener estas conversaciones me da mucha fuerza para mi misma, pero también para todas las mujeres con las que estoy conectada”.

Woodward explicó que su padre sobrevivió a la escuela residencial y su madre a la “ sixties scoop” cuando miles de niños indígenas fueron separados de sus familias en Canadá y colocados en hogares adoptivos, y el año en el que nació, asesinaron a su tía. Cuando era niña y vivía en Saskatchewan, Canadá, ella fue víctima de racismo, e incluso la llamaban “india sucia”.

Por ejemplo, algo terrible que vivió fue cuando tenía cerca de ocho años y tuvo que escapar de una situación de violencia doméstica con su madre a la mitad de la noche. Dice que recuerda que ambas iban descalzas, vestidas con camisón y corrieron por la calle oscura hasta llegar a la estación de gasolina para pedir ayuda. Pero en lugar de que alguien se preocupara por ellas, el dependiente las veía con molestia y a regañadientes llamó a la policía.

“No puedo explicar cómo es que una niña pequeña se da cuenta de que alguien la mira con molestia por el hecho de ser nativa, sin otra razón que la de que eres nativa y a esa persona no le gustan los nativos”, dice.

Lee también: Exigen que violencia sexual contra de indígenas argentinas se clasifique como crimen de odio

Woodward dijo que la vergüenza que sentía por ser nativa significaba que sus padres la tenían que obligar a usar faldas de listón cuando era niña. Así es que cuando se convirtió en adulta y tomó la decisión activa de no sólo usar las faldas de nuevo sino de también hacerlas, dijo que eso le ayudó a sanar y a recuperar su yo como mujer indígena.

En cuanto empezó a publicar imágenes de sus creaciones en Snapchat, los miembros de la comunidad empezaron a hacer pedidos y todo empezó a crecer. Hasta ahora, ha hecho miles de faldas, incluyendo algunas que ayudan a atraer la atención hacia el movimiento Missing and Murdered Indigenous Women, Girls, and Two Spirit, MMIWG2,  y las vende por medio de su organización ReeCreeations.

Dos de sus faldas MMIWG2 ya llegaron al Congreso de EU coo parte de las discusiones en torno al Acta Savanna, una ley dedicada a Savanna LaFontaine-Greywind, una mujer nativa americana que fue asesinada en 2017 en Dakota del Norte. Así es que cuando se comunicó con Haaland y le envió un bosquejo de su diseño, lo natural era que su falda fuera lo adecuado para esta ocasión.

Woodward dijo que el hecho de que Haaland utilizara la falda que diseñó alguien del norte en Saskatchewan para asumir el cargo, le deja muy claro que “está representado a todos nosotros como pueblo”.

Síguenos en

Google News
Flipboard