Con un chaleco antibalas y un casco, el reportero chino Lu Yuguang se encuentra en la orilla de una carretera mientras un tanque ruso pasa rugiendo. “Me encuentro en el frente en Mariúpol”, dice al micrófono. Después entrevista a un soldado ruso que dice que no se siente nervioso porque lleva “ocho años luchando”. En otra toma, Lu habla con un grupo de soldados rusos en la parte trasera de un vehículo militar.

Los reportajes son inusuales debido a su extraordinario grado de acceso, puesto que Lu, un veterano reportero de guerra de un medio de comunicación chino, Phoenix TV, probablemente es el único corresponsal extranjero integrado en las tropas rusas mientras estas continúan la brutal invasión contra Ucrania.

Ha presentado reportajes desde las ciudades bajo ataque ruso desde que comenzó la invasión hace casi tres semanas, incluso en Mariúpol, ciudad en la que, según las autoridades locales, han muerto miles de personas.

Al parecer, Lu consiguió acceso exclusivo a la parte rusa del conflicto. En un reportaje del 2 de marzo, entrevistó al líder de la autoproclamada república de Donetsk, Denis Pushilin. Lu señaló que no se pueden comparar las milicias de Donetsk con las fuerzas ucranianas, “pero con la ayuda de las fuerzas rusas, las milicias del este de Ucrania han liberado 40 zonas residenciales dentro de la frontera administrativa. La victoria se sigue extendiendo”.

The Guardian no tiene información sobre otros periodistas extranjeros que informen de manera tan cercana del lado ruso de la invasión. Desde el comienzo de la guerra se intensificó la campaña del gobierno ruso contra los medios de comunicación independientes, y los medios de comunicación extranjeros fueron algunos de los que se vieron obligados a poner fin a sus actividades después de que Vladimir Putin promulgó una ley que establece penas de 15 años de prisión por lo que el Kremlin considera “noticias falsas”. Por ello, el inusual acceso de Lu al ejército ruso contrasta claramente con el de otros reporteros. También ha avivado las incógnitas sobre el alcance de la cooperación entre Moscú y Beijing.

Desde que los dos gobiernos firmaron una “asociación ilimitada” poco antes de que Rusia entrara en guerra en Ucrania, Beijing se ha esforzado por equilibrar su apoyo a Moscú con la condena mundial de la invasión y las numerosas sanciones internacionales. Aparentemente ha intentado mantener una postura neutral en el conflicto, pero se niega a calificar el acto de Rusia como una invasión o los combates como una guerra, y ha amplificado las narrativas antioccidentales, culpando a Estados Unidos y a la OTAN del conflicto.

Beijing también ha promovido la desinformación y las teorías conspirativas rusas, incluyendo acusaciones no comprobadas de que los laboratorios financiados por Estados Unidos en Ucrania estaban fabricando en secreto armas químicas, y las primeras afirmaciones de los medios de comunicación estatales rusos de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, había huido de Kiev.

'Me encuentro en el frente en Mariúpol': el reportero chino integrado en las tropas rusas - reportero-chino
El inusual acceso de Lu ha avivado las incógnitas sobre el alcance de la cooperación entre Moscú y Beijing. Foto: Screengrab

Lu es un periodista muy conocido en China, y su carrera y trayectoria han sido difundidas por Tencent, Sohu y Sina.

Sus reportajes desde Ucrania han incluido desinformación rusa, como la afirmación de que los militantes ucranianos tienen a más de mil personas como rehenes en calidad de escudos humanos. No obstante, sus entrevistas con víctimas civiles ucranianas y sus críticas a los usuarios chinos de internet que cosifican a las mujeres ucranianas también han suscitado ataques nacionalistas y prorrusos, acusándolo de crear “rumores” a favor de Ucrania y de ser un “crooked assed”, un término de la jerga de internet para referirse a la parcialidad o la falta de objetividad.

De acuerdo con los perfiles de la página web de Phoenix TV y los artículos de prensa sobre Lu, el corresponsal es un exoficial de la marina del Ejército Popular de Liberación, que vivió en Moscú durante varias décadas y cubrió acontecimientos como la guerra de Chechenia, en la que, al parecer, contó con protección militar rusa. Ha recibido múltiples premios por parte del gobierno y el ejército rusos por sus reportajes. Anteriormente señaló que su medio de comunicación tiene buenas relaciones con personalidades de los servicios de inteligencia de Rusia.

El profesor Steve Tsang, director del Soas China Institute, comentó que Lu podría haber obtenido acceso por su conexión personal con Rusia, o por el apoyo general de China a su gobierno.

“No son mutuamente exclusivos. Lo único que creo que sabemos con certeza es que Rusia no permitirá que ningún periodista extranjero se integre en las fuerzas rusas a excepción de que esté seguro de que el periodista extranjero integrado retratará las fuerzas y los esfuerzos rusos de forma positiva. El hecho de que Lu esté integrado en las fuerzas rusas debería demostrar que las autoridades rusas lo conocen lo suficientemente bien como para estar seguras de que no escribirá de forma negativa sobre los esfuerzos bélicos rusos“.

Phoenix TV no respondió las preguntas sobre la forma en que Lu se pudo integrar en las tropas rusas.

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