Continúa el éxodo en Twitter, mientras Elon Musk insinúa una posible quiebra
La propiedad de Elon Musk en Twitter sigue sacudiendo la plataforma de redes sociales. Ilustración: Dado Ruvić/Reuters

Cuando la posesión de Twitter por parte de Elon Musk cumplió su tercera semana, y tras los despidos masivos, el multimillonario dejó al descubierto un delicado futuro financiero para la plataforma de redes sociales, en medio de un éxodo de altos ejecutivos de privacidad y seguridad.

Yoel Roth, el jefe de seguridad e integridad que fue nombrado como reemplazo para atender públicamente las preocupaciones de los anunciantes y los usuarios acerca de la plataforma, es al parecer el último en dejar la empresa.

Las salidas comenzaron el mismo día en que Elon Musk se dirigió a los empleados por primera vez, diciendo que “la quiebra no está fuera de la cuestión”, según múltiples informes.

El día comenzó con la renuncia de tres altos funcionarios de seguridad –la directora de seguridad de la información Lea Kissner, el director de privacidad Damien Kieran y la directora de cumplimiento Marianne Fogarty– lo que provocó advertencias por parte de la Comisión Federal de Comercio (FTC). (Twitter llegó a un acuerdo con la FTC sobre cuestiones de privacidad en mayo). Tras estas salidas, Roth y el director de soluciones para clientes de Twitter, Robin Wheeler, también dejaron la empresa.

En un correo electrónico dirigido a los empleados y en una reunión posterior con el personal, Musk hizo poco para inspirar confianza en el futuro de la empresa: describió las nefastas circunstancias económicas en las que se encontraba la empresa y lo importante que creía que era su servicio de suscripción, Twitter Blue, para su futuro.

“Sin unos ingresos significativos por suscripción, existe una gran probabilidad de que Twitter no sobrevivirá a la próxima crisis económica”, señaló Musk en el correo electrónico. “Necesitamos que aproximadamente la mitad de nuestros ingresos procedan de las suscripciones”.

Un empleado también comentó en la reunión de personal que Musk pareció restar importancia a las preocupaciones de los empleados respecto a la forma en que un personal reducido de Twitter estaba gestionando sus obligaciones de mantener los estándares de privacidad y seguridad de los datos.

El memorándum de Musk y la reunión de personal hicieron eco de una conversación transmitida en vivo el miércoles en la que intentó apaciguar las preocupaciones de los principales anunciantes al tiempo que hacía sus comentarios públicos más expansivos sobre la dirección de Twitter desde que cerró el acuerdo de compra de la plataforma de 44 mil millones de dólares a finales del mes pasado y despidió a sus principales ejecutivos.

Las salidas agravan los problemas que afectan a la plataforma de redes sociales desde que la compró Musk. La adquisición por parte de Musk y las confusas contradicciones resultantes en cuanto a los lanzamientos de productos y las políticas de moderación de contenido provocaron que numerosas marcas, entre ellas General Mills, suspendieran sus compras de publicidad en Twitter, un acontecimiento que el multimillonario intentó rectificar en la transmisión en vivo para los anunciantes. El dúo que dirigía la transmisión en vivo, Roth y Wheeler, ya dejó la empresa.

“Así que las dos personas que Elon trajo para hablar con los anunciantes en un intento de convencerlos de que siguieran asociándose con la empresa acaban de renunciar”, escribió en Twitter Rashad Robinson, el presidente de Color of Change. “Las empresas que se queden con Twitter a estas alturas estarán atadas a estos peligrosos y volátiles cambios de política”.

El producto de suscripción de la empresa, Twitter Blue, que fue lanzado el miércoles y permite que los usuarios compren una insignia azul de verificación por 8 dólares, ya ha dado lugar a que varias cuentas sean verificadas a pesar de que se hacen pasar por marcas o figuras notables. A algunos grupos de derechos civiles les preocupa que la falta de claridad en las políticas de moderación de contenido y la posibilidad sin restricciones de comprar una insignia de verificación azul puedan conducir –si no lo han hecho ya– a una plaga de discursos de odio y a la difusión de desinformación. Han pedido a un mayor número de marcas que suspendan sus anuncios en la plataforma.

“Nunca he visto a un multimillonario rogar tanto por tus 8 dólares”, dijo Derrick Johnson, el presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP por sus siglas en inglés). “Claramente, nuestros esfuerzos –pidiendo a las empresas que suspendan toda la publicidad en Twitter– están funcionando. Las empresas tienen que rendir cuentas, y Twitter no es una excepción. El discurso de odio y la desinformación no tienen cabida en ningún sitio”.

En virtud del acuerdo de la empresa con la FTC, Twitter está obligada a realizar revisiones de privacidad antes de realizar cualquier cambio en sus productos. Sin embargo, en una carta publicada en Slack por un abogado del equipo de privacidad de la empresa y reportada por el portal The Verge, el autor indica que escuchó al director de asuntos legales de la empresa, Alex Spiro, “decir que Elon está dispuesto a asumir una gran cantidad de riesgos en relación con esta empresa y sus usuarios, porque ‘Elon pone cohetes en el espacio, no le teme a la FTC'”. El equipo legal de la empresa ahora pide a los ingenieros que “autocertifiquen” que sus funciones cumplen con las normas de la FTC y los estándares de privacidad, según informó The Verge.

En la carta, el abogado señaló que las personas deberían hacer uso de las protecciones de denuncia disponibles “si te sientes incómodo con cualquier cosa que se te pida”.

Se enviaron mensajes a Twitter en busca de sus comentarios, pero es poco probable que alguien responda, ya que el departamento de comunicaciones fue despedido.

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