Elon Musk prometió eliminar insignias heredadas de Twitter, ¿por qué no lo ha hecho?
El periódico The New York Times es la única cuenta que hasta ahora ha perdido su estatus verificado 'heredado'. Foto: Stefani Reynolds/AFP/Getty Images

Durante semanas, Twitter ha estado prometiendo que pondría fin a su programa de verificación “heredado” –el que realmente verifica a los usuarios– y eliminaría el estatus de cualquier usuario que no pagara.

Aunque la fecha límite para realizar el cambio era el 1 de abril, la empresa no parecía estar bromeando. “Empezaremos a reducir nuestro programa de verificación heredado y a eliminar las marcas de verificación heredadas”, publicó en sus canales oficiales.

“Para mantener su insignia de verificación azul en Twitter, los individuos se pueden suscribir a Twitter Blue”.

Twitter Blue es, por supuesto, el servicio de suscripción de pago de Twitter. Ofrece su propio método de “verificación” que requiere que los usuarios envíen un número telefónico activo.

Elon Musk, propietario y director ejecutivo de la empresa, presa de un pánico cada vez mayor, ha sido bastante claro en cuanto a los motivos del cambio: considera que la insignia azul es un símbolo de estatus que se repartió de forma injusta entre los miembros de una élite cultural y –peor pecado– que se regaló de forma ineficaz cuando tenía cierto valor monetario.

Pero entonces ocurrió algo curioso: El 1 de abril llegó y transcurrió sin que desaparecieran las insignias azules.

En realidad, eso no es absolutamente cierto. Exactamente un usuario con verificación “heredada” perdió su insignia de verificación cuando el periódico New York Times fue despojado de su estatus. Musk intervino directamente después de que un usuario de Twitter indicara que el periódico supuestamente se había comprometido a no pagar.

Ninguna otra cuenta que hubiera asumido compromisos similares ha perdido hasta ahora su insignia azul, y ha habido muchos otros, entre ellos el jugador de baloncesto LeBron James, que tuiteó: “Bueno, supongo que mi ✔️ azul desaparecerá pronto porque, si me conocen, no voy a pagar los 5. ??‍♂️”.

En un tuit posterior, rápidamente eliminado, Musk pareció crear una nueva política sobre la marcha, prometiéndole a un usuario que Twitter concedería a las cuentas verificadas “unas semanas de gracia, a menos que indiquen que no van a pagar ahora, en cuyo caso lo eliminaremos (sic)”.

El domingo, un día después de la fecha límite, Twitter introdujo un cambio que afectó a las cuentas verificadas, mediante la eliminación de la distinción entre Twitter Blue y los usuarios verificados anteriormente. Ahora, cualquier usuario con la insignia de verificación tiene la misma descripción: “Esta cuenta está verificada porque está suscrita a Twitter Blue o es una cuenta que se verificó anteriormente”.

No resulta difícil ver cómo se desarrollan los acontecimientos en este caso. La creencia de Musk de que las insignias de verificación azules son un símbolo de estatus deseable en sí mismas fue la justificación para venderlas a través de Twitter Blue, aunque el número de suscriptores del servicio ha sido bajo: alrededor de 300 mil usuarios tienen la insignia de verificación de Twitter Blue.

Por ello, la empresa intentó aumentar el número de suscripciones obligando a los antiguos usuarios verificados, que son aproximadamente 400 mil, a pagar.

No obstante, los usuarios antiguos… no lo hicieron. Dado que el valor de la insignia de verificación anterior consistía en muchos aspectos –una insignia de importancia, una marca de que eras quien decías ser, una forma de ignorar a los periodistas en Twitter–, todos ellos dependían de su limitada disponibilidad.

La fusión de la parte pública de los dos sistemas diferentes, de modo que los usuarios ya no puedan saber quién posee una verificación de pago y quién pertenecía al antiguo régimen, no contribuye mucho a que los usuarios tradicionales paguen. Pero finalmente sí socava cualquier valor que el sistema anterior pudiera haber conservado.

El domingo, durante unas horas, una cuenta verificada del New York Times reapareció en la red social, después de que el exguionista de Los Simpson, Bill Oakley, cambiara su nombre y su foto de perfil por los del periódico. ¿Qué hay de Twitter bajo la dirección de Musk? Parece inverosímil que ni siquiera él sepa cuáles son los próximos planes. ¿Los “me gusta” se convertirán ahora en botones sin sentido?

Oh, no, esperen: mientras escribo esto, acaba de cambiar el logo de Twitter por una versión mal representada del logo de Dogecoin en una broma aparentemente tardía del Día de los Inocentes. Qué tipo tan genial.

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