‘Ser escritor significa descubrir una verdad’: Milan Kundera, una vida en citas
Milan Kundera en 1963. Foto: Nesvadba Frantisek/AP

Sobre ser escritor

“Cuando era pequeño y usaba shorts, soñaba con una pomada milagrosa que me haría invisible. Después me convertí en adulto, empecé a escribir y quise ser exitoso. Ahora soy exitoso y me gustaría tener la pomada que me haría invisible”.

“Para un escritor, la experiencia de vivir en varios países es una enorme ayuda. Solo se puede entender el mundo si se le ve desde distintos ángulos”.

“Con el primer relato de El libro de los amores ridículos (lo escribí en 1959), tuve la certeza de haberme ‘encontrado a mí mismo’. Me convertí en prosista, en novelista, y no soy otra cosa. Desde entonces, mi estética no ha experimentado transformaciones; evoluciona, por utilizar su palabra, linealmente”.

“Viví en Checoslovaquia hasta los 45 años. Dado que mi verdadera carrera como escritor comenzó a los 30, puedo decir que la mayor parte de mi vida creativa transcurrirá en Francia. Estoy mucho más ligado a Francia de lo que se cree”.

“Ser escritor no significa predicar una verdad, sino descubrir una verdad”.

Sobre las novelas

“La estupidez de las personas procede de tener una respuesta para todo. La sabiduría de la novela procede de tener una pregunta para todo”.

“Una novela no afirma nada; una novela busca y plantea preguntas. Yo no sé si mi nación perecerá y no sé cuál de mis personajes tiene razón. Invento historias, las enfrento unas con otras, y de este modo hago preguntas”.

“Creo que la importancia de la novela en la cultura europea ha sido enorme; el hombre europeo es inconcebible sin la novela, ella lo creó. Durante siglos fue lo primero que se leía. El amor por la aventura, que es tan europeo, la aventura entendida como un valor. Si dices: ‘Viví mi vida sin aventuras’, entonces es un fracaso, ¿verdad? Bueno, es la novela la que nos inculcó este amor por la aventura”.

“Hay cuatro grandes novelistas: Kafka, Broch, Musil, Gombrowicz. Yo los llamo la ‘generación’ de los grandes novelistas centroeuropeos”

Sobre los medios de comunicación

“Un escritor, una vez citado por un periodista, ya no es dueño de su palabra… Y esto, por supuesto, es inaceptable”.

Sobre el sexo

“Hoy en día, cuando la sexualidad ya no es un tabú, la simple descripción, la simple confesión sexual, se ha vuelto notablemente aburrida. Qué anticuado parece Lawrence, o incluso Henry Miller, ¡con su lirismo de la obscenidad!”.

“Es el sexo de las novelas y no el de sus escritores lo que debe interesarnos. Todas las grandes novelas, todas las verdaderas novelas son bisexuales. Es decir, expresan al mismo tiempo una visión femenina y masculina del mundo. El sexo de los escritores como personas físicas es su asunto privado”.

Sobre Europa Central

“No tendría sentido intentar definir con exactitud sus fronteras. Europa Central no es un Estado: es una cultura o un destino”.

“De hecho, ¿qué significa Europa para un húngaro, un checo, un polaco? Desde hace miles de años sus naciones pertenecen a la parte de Europa arraigada en el cristianismo romano. Han participado en todos los periodos de su historia. Para ellos, la palabra ‘Europa’ no representa un fenómeno geográfico, sino una idea espiritual”.

“No es Rusia, sino el comunismo el que priva a las naciones de su esencia”.

“Aprendí el valor del humor durante la época del terror estalinista… El sentido del humor era una señal fidedigna de reconocimiento. Desde entonces, me aterroriza un mundo que está perdiendo su sentido del humor”.

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