Raynard Picard dice que en 2020 corrió el equivalente a ir de México a Miami

Esta semana, en la sección Internacional de La-Lista, platicamos con una abogada de 30 años, salida de un barrio obrero de Santiago de Chile y que se encargará de redactar la nueva constitución de Chile.

Con ella me convencí de que ya no queremos referentes aspiracionales, idealizados. Ahora buscamos la imperfección. Nos gustan los líderes de carne y hueso. Los políticos llenan sus discursos de la idea de “somos pueblo”, por eso más celebridades en redes muestran sus cuerpos sin maquillar o sin esconder tripa, y por eso en México triunfa una agencia de modelos de piel morena.

Cuando descubrí las imperfecciones del cuarto clasificado de Ironman en el mundo, Raynard Piccard, se me hizo aún más admirable. Y no tanto por sus logros —como ser el triatleta mexicano con mejor marca en un Ironman, con ocho horas 48 minutos— sino por la capacidad de balancear el deporte con el resto de su vida.

Nació en la Ciudad de México hace 41 años, tiene tres hijos, no estira después de entrenar, se toma una cerveza al día, no mide lo que come, no hacía ninguno de los tres ejercicios del triatlón (bicicleta, carreras y natación) de chiquito y el deporte, para él, es una afición. 

No sé si me lanzaré a hacer un Ironman. Pero ver que alguien que se estrenó en estas competiciones hace 16 años y que no sacrifica llevar a sus hijos a la escuela para hacer lo que le ha dado reconocimiento público, me anima a pensar que si me lo propongo, también podré lograrlo. Y sin prisa.

¿De dónde sacas tiempo para darme esta entrevista?

Siempre hay tiempo para todo. Tengo tres hijos, un trabajo, el entrenamiento… ¡es cuestión de organizarse!

Eres de los hombres que más he visto que le preguntan cómo se organiza para entrenar y atender a su familia 

El deporte te ayuda mucho a organizarte. Los domingos veo el entreno de la semana y trato de organizarlo todo alrededor de ello. Hago dos sesiones en el día de entrenamiento y trato de terminar por ahí de las 7 o las 8 a más tardar, para llevar los hijos a la escuela. En la tarde como con la familia y trabajo parte de las noches, porque tengo la oficina con Hong Kong y ahí ya es de mañana.

¿Cómo les explicas a tus hijos que correr 40 kilómetros no es normal?

Hoy en día creen que es normal, más adelante se van a dar cuenta que la gente no es así. Me explican que hoy una amiga platicó en la escuela que su papá corrió una carrera de tres millas. Y ella dijo, “sí, mi papá hizo un Ironman”. Ahora ya se empieza a dar cuenta cuando ve la reacción, sobre todo, de las maestras. 

¿Cómo traducimos a Raynard Picard el atleta en cifras?

El año que más he entrenado ha sido el 2020. Más que nada porque no hubo carreras, entonces, no tuve las semanas de recuperación posteriores. Este año ya estoy clasificado para el Ironman de Kona (Hawaii), en octubre.

Kilómetros corridos en 2020

3,400.

O sea, fuiste de México a Miami

Tengo una app con los registros. También hice 18,200 kilómetros en bici y nadando, 861.

Y, ¿en tiempo?

En promedio 14 horas semanales.

¿Sobre qué continentes has corrido y pedaleado más?

En Asia, porque estuve 10 años viviendo en Hong Kong. Fue donde realmente empecé.

Turismo deportivo

Entre carreras, campamentos de bici y entrenamiento, recorrí prácticamente todo el continente: Tailandia, Japón, Malasia, Taiwán, Hong Kong, Indonesia, China.

Seguimos con Raynard en cifras: geles ingeridos por carreras

En un Ironman son cerca de doce, y es el 30% de mis nutrición, el 70% es agua con carbohidratos.

Ironmanes realizados

Completos, 19. Medios, 42.

Clasificaciones

En amateur, quedé en segundo lugar de mi categoría (40-44 años de edad) y a nivel mundial, cuarto lugar, incluyendo todos grupos de edades.

Días no entrenados en 2020

Creo que cerca de 40. 

¿Cómo vives el hecho de ser más conocido por tu afición que por tu faceta como empresario que importa productos desde China?

Me gusta que sea así porque al final, el hobbie es algo que te apasiona, no lo haces por necesidad. La profesión no necesariamente, sino que es algo que te da de comer.

¿Qué cambiaría si el deporte se convirtiera en tu única ocupación?

Tendría más tiempo de recuperación. El tiempo que paso trabajando en una computadora, lo pasaría acostado con las piernas arriba durmiendo siestas. Y no lo disfrutaría tanto, tendría una presión muy diferente porque si no me va bien en la competencia, mi familia no come.

¿Con qué dolor físico te llevas mejor?

Más que dolor como tal, es la incomodidad, porque te empiezan a doler partes de las piernas o el cuello, por de la bici, el estómago… pero el que más tolero es el muscular de las piernas, porque sé que es normal y que no va a incrementar, como una lesión.

¿Tomas algo para recuperarte?

Sustancia como tal, no, pero sí proteína en una ventana de media hora posterior, porque si no, no la recuperas. 

¿Cómo llevas los controles de dopaje?

La WADA (Agencia Mundial Anti Dopaje, por sus siglas en inglés) es muy estricta. El control estándar es por medio de sangre o de orina. Nunca te avisan, obviamente. Una vez, un lunes, por ahí a las 10 de la noche, llegaron por sorpresa en mi dirección de México, que es la que tenía registrada. Al ver que no estaba pensaron que me estaba escondiendo.

No tuvieron en cuenta que vives en Estados Unidos, claro

Mi mamá me habló y les dije que estaba en California y me ofrecí de irme a un laboratorio inmediatamente. 

¿Qué sustancias buscan?

Cualquiera que pueda ser performance enhancer (potenciador de desempeño), no necesariamente cosas como hormonas de crecimiento o testosterona. Hay medicinas, como el Sudafed, para la gripa, que tienen sustancias que te puede salir en antidoping. Mi coach, cuando le daba medicinas a sus gatos, se ponía guantes de látex. ¡A ese grado!

Como cuando íbamos al super y no queríamos contagiarnos por coronavirus

Ahora tengo mucho miedo porque aunque no consumo nada, no quiero hacer ningún error. Cualquier medicina también la reviso en la lista de la WADA.

¿Cómo te cambia la relación con otros atletas que dan positivo en antidoping?

Por completo. Es poca la gente que honestamente podría poner las manos al fuego de que no se mete nada. Aunque sea gente con la que te llevas bien, por más que ellos digan que fue error, siempre te va a quedar la duda, sobre todo, si le fue muy bien en la carrera. 

¿Regresarás a México algún día?

No en el corto plazo. Pero en el largo, probablemente. 

Y ¿votarás el 6 de junio?

Claro. 

¿Convencido o con pinza en la nariz?

Convencido, por lo menos de lo que no quiero.