México: las 10 historias ambientales que marcaron el 2023

Al menos 93 personas han sido víctimas de desaparición por levantar la voz a favor de su territorio, los ríos, las montañas y los bosques en México. Desde hace casi dos décadas, en este país —con una violencia creciente y ya de por sí enlistado entre los más peligrosos para los defensores ambientales—, la desaparición se ha sumado a la serie de agresiones que sufren quienes buscan defender la vida.

El 2023 no fue la excepción: al menos seis personas fueron desaparecidas en medio de conflictos agrarios o disputas con empresas extractivas, gobiernos y crimen organizado. Mongabay Latam, en una alianza periodística con Quinto Elemento Lab y A dónde van los desaparecidos, investigó esta situación.

El año también estuvo marcado por la continuación de proyectos de infraestructura que amenazan a los territorios y a quienes habitan en ellos. Al sureste del país, la construcción del llamado Tren Maya y del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec continúan derribando la selva, mientras que en la región noroeste, en Sonora, la construcción de la que pretende ser la central fotovoltáica más grande de América Latina, amenaza a la biodiversidad del desierto y sitios sagrados de un pueblo indígena. En la misma región, la construcción de un proyecto ferroviario a cargo del Ejército mexicano, amenaza ecosistemas frágiles en el valle del río Cocóspera, una fuente de agua clave para las comunidades locales y un importante corredor migratorio de norte a sur para especies amenazadas como jaguares y ocelotes.

También hubo buenas noticias. Numerosos proyectos de conservación arrojaron luz y nos recordaron que existe esperanza. En el océano, en el bosque y en la selva, tanto científicos, como organizaciones y comunidades indígenas y locales luchan por salvar a las especies y sus ecosistemas. Desde los erizos rojos en las aguas de Baja California, hasta una misteriosa ave rapaz avistada en Chiapas, han sido defendidos de las amenazas que han puesto en riesgo su supervivencia.

Estas son las notas que marcaron la cobertura de Mongabay Latam durante 2023.

“Engordar erizos”: el desafío de conservar a una especie, a los bosques marinos y el sustento de pescadores en el norte de México

Los pescadores de la Península de Baja California, al norte de México, realizan una riesgosa y rudimentaria técnica para pescar al erizo rojo: bucean con hookah, una boquilla conectada a una manguera que recibe el aire de un compresor, y bajan hasta 25 o 30 metros de profundidad con tan sólo unas pesas amarradas a la cintura. Lo han hecho así por décadas, desde que no era nada complicado hallar erizos adecuados para la pesca. Treinta años después, la historia es otra. La sobrepesca cobró su factura, pues las poblaciones de la especie conocida como Mesocentrotus franciscanus comenzaron a disminuir.

Ahora, los erizos rojos se pusieron “flacos”, así es cómo los buzos llaman a los erizos que no tienen las características adecuadas para su comercialización. El que estos herbívoros marinos hayan enflaquecido no es un asunto intrascendente, mucho menos para varias comunidades costeras que tienen en la pesquería de esta especie una de sus principales actividades económicas.

Eso se debe, entre otras cosas, a que los erizos se están quedando sin alimento suficiente, pero también a que ya resienten los efectos del aumento de la temperatura en el océano. Los erizos “flacos” son una alerta sobre lo que está pasando en ecosistemas como los bosques de macroalgas —lugares que son zonas de refugio y crianza para diversos peces e invertebrados— y que hoy están desapareciendo.

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Pescadores de la Península de Baja California, al norte de México. Foto: Mongobay

Pero los pescadores no se quedaron de brazos cruzados. Aquellos que integran la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Ensenada S.C.L. comenzaron a “engordar” a los erizos “flacos”. La pregunta que detonó la acción fue: “¿Y qué tal si movemos los erizos para que engorden?”. Así los pescadores hicieron las primeras pruebas y empezaron a mover erizos rojos a lugares en donde había bosques de macroalgas. Lo que ellos lograron fue desarrollar un “conocimiento ecológico local”, como una medida de adaptación al cambio climático. A la tarea también se han unido profesores, investigadores y estudiantes de la Universidad Autónoma de Baja California para “reforestar” los bosques de macroalgas.

¿Cómo ha sido posible encontrar soluciones para estos desafíos? Conoce la historia completa aquí.

La apuesta comunitaria que convirtió a la Chinantla en refugio para los anfibios

En La Chinantla Alta, en la Sierra Norte de Oaxaca, una comunidad indígena ha dejado en segundo plano la producción de café y otras actividades agrícolas —con las que durante décadas sortearon las carencias de alimentación, salud y educación— para concentrarse en la conservación de su bosque de niebla. Esta actividad ahora les genera ingresos a través de actividades como el ecoturismo y los servicios ambientales.

Todo comenzó cuando en la comunidad chinanteca de Santa Cruz Tepetotutla se plantearon cómo conservar el agua, porque vieron que en otros lados ya estaba escaseando. Querían mantener intacta su área de captación y drenado, que es el bosque, pues además la Chinantla es la región de México con la mayor proporción de bosque mesófilo de montaña. Lo que no sospechaban los comuneros que tomaron la decisión de volcar su comunidad a la conservación, fue que esta apuesta terminaría protegiendo de manera particular a la fauna, en especial a los reptiles y los anfibios, los dos grupos de vertebrados más amenazados por la crisis global de biodiversidad.

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Así, bajo un sistema de gobernanza indígena y rural, deciden, realizan y vigilan día a día una larga lista de actividades que permiten cuidar el bosque de niebla. Desde el estricto ordenamiento territorial que prohíbe la expansión agrícola y urbana fuera de las áreas designadas, hasta actividades especializadas como el monitoreo de fauna con cámaras trampa, la comunidad avanza en su objetivo de proteger su riqueza biológica.

Lee la historia completa aquí.

“El Sur Resiste”: la caravana que puso rostro a la resistencia contra el Corredor Interoceánico y el Tren Maya

A finales de abril del 2023, la Caravana El Sur Resiste recorrió siete estados del país para escuchar a quienes se han opuesto al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y el llamado Tren Maya, megaproyectos insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En esa travesía se observó cómo las máquinas transforman la selva en zonas áridas, cómo se rellenan ríos y humedales, cómo la presencia militar ha tomado las zonas en donde se levantan estos megaproyectos.

Luego de diez días, el recorrido terminó con un Encuentro Internacional al que asistieron poco más de 900 personas, incluidas diversas organizaciones sociales como el Congreso Nacional Indígena (CNI) y representantes de 38 pueblos originarios y gente de El Salvador, Guatemala, Ecuador, Honduras, Uruguay, Italia, Alemania, Grecia, España y otros países.

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Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Foto: Mongabay

Tanto en la Caravana como en el Encuentro El Sur Resiste, sus participantes insistieron en señalar que estos megaproyectos son el pretexto para abrir el paso a la extracción de hidrocarburos, minería, la implementación de parques industriales y la construcción de nuevos centros urbanos.

En su pronunciamiento, afirmaron que “se gesta un nuevo reordenamiento territorial para ponerlo al servicio de los grandes capitales, de los desarrollos turísticos e industriales”.

Lee la cobertura completa aquí.

La palomilla que es una amenaza latente para los nopales en México

Las larvas los devoran por dentro. Decenas de ellas pueden arrastrarse con calma mientras consumen poco a poco el tejido interno. Les hacen hoyos y túneles, los dejan deformes, les quitan su característico color verde y parece como si los desinflaran. Los pudren. Así se ve una plaga de la palomilla de nopal.

En su estado larvarioel insecto conocido como Cactoblastis cactorum es capaz de terminar con una sola penca en 24 horas. Desde 1925, la palomilla originaria de Argentina ha saltado de país en país. En Australia, la utilizaron para acabar con los nopales que ahí se convirtieron en plaga.

Sin embargo, en el 2006, el insecto llegó a México y arrasó con los nopales en dos de sus islas. La gravedad del asunto radica en que esta nación es reconocida como centro de origen del nopal y en donde existen más de cien especies nativas de esta planta. Allí, esta plaga significa una amenaza a un símbolo cultural, alimento y una importante fuente de empleo para cientos de familias.

Aunque actualmente la palomilla está controlada en territorio mexicano, la posibilidad de un nuevo arribo sigue preocupando a productores, investigadores y funcionarios de gobierno.

¿Qué investigaciones y acciones están en curso para prevenir una nueva plaga? Lee el reportaje completo aquí.

México: hace tres años frenaron la instalación de una planta de cianuro y hoy aún sufren agresiones por defender su territorio

En​​ Durango, al norte de México, pobladores de 22 comunidades evitaron la instalación de una planta para producir cianuro de sodio. En el 2017 crearon el Frente Unido de Pueblos de la Laguna en Defensa de la Vida, el Territorio y el Agua, organización con la que gestaron movilizaciones, campamentos y, a través de un juicio ejecutado en 2020, lograron detener el proyecto llamado Chemours Laguna.

En esa fábrica se contemplaba producir 65 000 toneladas de cianuro de sodio al año. Con ello pretendía convertirse en la primera productora en México de uno de los principales insumos del sector minero para la extracción de oro y plata.

Desde hace tres años, el Frente está atento de que se cumpla con el desmantelamiento de lo que iba a hacer la planta de cianuro. Sin embargo, las agresiones que varios de los integrantes de la organización han padecido desde que comenzó su lucha no han cesado: violencia física, hostigamientos e intimidaciones judiciales han marcado su lucha.

Aunque los pobladores saben que ganaron en tribunales, no se confían. Ellos continuarán con sus campamentos hasta que se retire “hasta el último tornillo” de esa infraestructura.

Conoce la historia completa aquí.

Sergio Rivera: cinco años de impunidad ante la desaparición del defensor de los ríos

A Sergio Rivera Hernández lo desaparecieron el 23 agosto de 2018. Indígena nahua, de oficio mecánico y padre de cinco hijos, se transformó en defensor del territorio al enterarse de las intenciones de construir un proyecto hidroeléctrico que generaría energía para la Minera Autlán.

Esto sucedió en la Sierra Negra de Puebla, región del centro-sur de México en donde los ríos dan vida al territorio y en donde las radios comunitarias han sido una herramienta para la defensa del ambiente y el reclamo de justicia por la desaparición de Rivera. El movimiento de defensa inició en 2016, cuando en Pozotitla, Coyolapa y otras comunidades se enteraron que el río iba a ser entubado y que construirían una cortina que impediría el paso libre del agua.

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A través de las emisoras se convocó a asambleas, se informó sobre los impactos de la hidroeléctrica y se invitó a informarse para defender el territorio, combatiendo la desinformación promovida por la empresa y el gobierno.

Cinco años después, no hay detenidos por la desaparición de Sergio Rivera Hernández, una de las principales figuras de referencia en la organización comunitaria de su región. El proyecto hidroeléctrico se detuvo, pero no se ha cancelado. Aún está vigente la concesión para el uso del agua del río Coyolapa que las autoridades entregaron a la empresa. Desde las radios comunitarias, hasta la fecha, se insiste en la exigencia a las autoridades para que den con el paradero del defensor.

Esta es su historia.

México: la central fotovoltaica más grande de América Latina altera paisaje de reservas de la biósfera y territorio ancestral indígena

A unos 27 kilómetros al oriente de la ciudad de Puerto Peñasco, en Sonora, el gobierno de México instaló la central fotovoltaica que, con más de 278 000 paneles solares, pretende ser la más grande de América Latina.

Este megaproyecto de 2000 hectáreas de extensión y que incluye unas líneas de transmisión para transportar la energía eléctrica al estado vecino de Baja California, levantaron críticas de expertos, ambientalistas y miembros del pueblo indígena Tohono O’odham.

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México: la central fotovoltaica más grande de América Latina. Foto: Mongabay

La infraestructura, señalan, alterará el paisaje y dañará la biodiversidad, así como sitios sagrados y de alto valor ubicados en dos reservas de la biosfera que se encuentran en esa zona del noroeste de México, una de ellas —la Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar— catalogada como Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco.

El megaproyecto de energía solar —que es parte del Plan Sonora, una iniciativa de fortalecimiento energético del gobierno mexicano— incluye, además, cuatro subestaciones eléctricas, 192 megawatts de baterías de respaldo y grandes torres de acero para soportar los 290 kilómetros de líneas aéreas de transmisión de electricidad que se instalarán en el desierto sonorense.

Lee aquí el reportaje completo que Mongabay Latam realizó en alianza con Diálogo Chino.

Sierra de Manantlán: territorio indígena marcado por la minería de hierro y el narcotráfico

Celedonio Monroy nació, creció y lo desaparecieron en una sierra que fue bautizada como Manantlán por ser “lugar de manantiales”. En ese territorio ubicado en los límites de los estados de Jalisco y Colima, en el occidente de México, hoy el agua hace falta. Los arroyos, ríos y pozos comienzan a ser cosa del pasado, como consecuencia de la actividad minera de hierro legal e ilegal.

Las amenazas en contra de quienes se han opuesto al extractivismo y han defendido el agua y el bosque, han sido una constante, sobre todo a partir del 2012. Ese año desaparecieron a Celedonio Monroy Prudencio, uno de los líderes más visibles.

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Pero la lucha de defensa en esta región no es una novedad. Desde 1975, la comunidad indígena de Ayotitlán —de donde es originario el defensor indígena nahua— mantiene un antiguo reclamo por el reconocimiento de su territorio ancestral, año en el que comenzó a funcionar la mina de hierro que hoy es una de las más grandes del país. En esta sierra hay una reserva de la biósfera y, al mismo tiempo, varias concesiones mineras que aún no son explotadas. La zona es controlada además por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que ha impuesto su ley.

La desaparición del líder nahua desató una nueva y larga etapa de agresiones en contra de los habitantes de los pequeños poblados de la Sierra de Manantlán. Uno de ellos es J. Santos Isaac Chávez. A él lo desaparecieron y lo mataron en abril de 2021. Lo mismo ha sucedido con otros habitantes de la zona que, tras numerosas amenazas, se han visto obligados a abandonar el territorio.

Lee más aquí.

Ricardo Lagunes y Antonio Díaz: defender un territorio en donde los cerros son de metal

Desde 2019, el abogado Ricardo Lagunes y el líder nahua Antonio Díaz trabajaron juntos para conseguir que la comunidad indígena nahua de San Miguel Aquila —en la región Sierra Costa de Michoacán, México— tuviera una legítima representación. Un logro como este significaba, entre otras cosas, conseguir las herramientas necesarias para exigir pagos justos por la explotación minera que afecta a ese territorio desde la década de los noventa. El profesor Antonio Díaz era quien se perfilaba para ser el presidente de bienes comunales electo por la mayoría de los comuneros.

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Ricardo Lagunes y Antonio Díaz, activistas y defensores que fueron desaparecidos. Foto: Mongabay

Sin embargo, la lucha de los defensores fue frenada abruptamente. Ambos fueron desaparecidos el 15 de enero del 2023, después de participar en una asamblea. En la carretera que va de Colima a Morelia, un grupo de hombres disparó en dirección a las llantas del vehículo donde viajaban. No se supo más de ellos. En el lugar sólo quedó la camioneta blanca con las llantas ponchadas.

En ese territorio indígena, la empresa Ternium —una de las principales productoras de acero en Latinoamérica— opera el complejo minero Los Encinos. Los cerros han sido cercenados, el río Aquila dejó de tener langostinos y la comunidad se dividió. En esa región, además, la presencia de grupos del narcotráfico es evidente.

Esta es su historia.

A estas personas las desaparecieron por defender el ambiente y el territorio en México

En México, las desapariciones representan una amenaza cada vez más visible para las personas que defienden el medio ambiente y el territorio. Desde el 1 de diciembre de 2006 hasta el 1 de agosto de 2023, al menos 93 defensores han sido desaparecidos. De ellos, 39 aún no son localizados, de acuerdo con una documentación realizada por la alianza periodística conformada por Mongabay Latam, Quinto Elemento Lab y A dónde van los desaparecidos.

Los datos recopilados por este proyecto periodístico ofrecen una dimensión de la creciente problemática. Para comprender el fenómeno, el equipo investigó si en los territorios en donde sus habitantes han decidido defender los ríos, bosques y cerros, existen actividades que pudieron estar relacionadas con los hechos. Megaproyectos, actividad minera y tala ilegal, conflictos agrarios e incluso la marcada presencia del crimen organizado son un común denominador en estas regiones.

Además, la información confirmó que 62 de estas personas defensoras pertenecen a un pueblo indígena: la mayoría son nahuas, aunque también hay yaquis, mixtecos, wixárikas, purépechas, zapotecas y rarámuris. Los estados de Guerrero, Michoacán, Sonora, Jalisco y Oaxaca, resaltan por ser los lugares en donde más se ejerce la violencia de la desaparición.

Para construir la base de datos, la alianza periodística revisó informes del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y de Global Witness, también consultó a varias organizaciones no gubernamentales que trabajan este tema, o bien, tienen presencia en las comunidades afectadas. Otras fuentes de información fueron las noticias publicadas en medios de comunicación locales, así como entrevistas con familiares y personas cercanas a los defensores desaparecidos.

Aquí puedes conocer la investigación que reúne algunas de las historias de las personas defensoras que han sido víctimas de desaparición en México.

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