Fidel, el indígena con estudios de primaria que cuida la salud de su comunidad
Foto: Alexa Herrera / La-Lista

Si una persona se enferma en el pueblo Barranca de la Palma tiene dos opciones: viajar cinco horas para atenderse en el hospital más cercano o conformarse con los escasos medicamentos que ofrece el centro de salud de la comunidad.

Quienes eligen la segunda opción reciben la ayuda de Fidel Martínez Flores, un habitante del pueblo y auxiliar de salud comunitaria desde hace 18 años. Si alguien tiene gripe o dolor de estómago, malestares sencillos, él los puede atender con los conocimientos que ha acumulado desde que su comunidad lo designó para ocupar ese cargo.

La Barranca de la Palma es uno de los 176 pueblos del municipio de Cochoapa el Grande en el estado de Guerrero, donde el 99% de 13 mil habitantes habla mixteco. Ahí, entre casas de madera y adobe, hay un centro de salud que el gobierno estatal construyó en 2019, una estructura pequeña compuesta por una sala de espera, un consultorio, un quirófano y un baño.

En la sala de espera hay sillas y pósters pegados del Seguro Popular, institución que este sexenio fue sustituida por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi). En el quirófano hay una cama, pero no hay equipo para medir los signos vitales ni tubos para hacer transfusiones de sangre o suministrar suero.

Fidel, el indígena con estudios de primaria que cuida la salud de su comunidad - centro-de-salud-servicio-cochoapa-guerrero-1
Fidel Martínez sabe recetar 18 medicamentos para enfermedades leves, pero no tiene estudios en Medicina. Foto: Alexa Herrera / La-Lista.

Aunque Fidel ha sido auxiliar de salud desde hace 18 años, sus diagnósticos pueden no ser los más precisos porque no tiene termómetros, estetoscopios o monitores de presión. Mucho menos hay suficientes medicinas, solo un estante con algunas pastillas, jarabes e inyecciones que personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) deja una vez al mes.

Fidel tampoco es médico de profesión. Sus vecinos lo eligieron para ser auxiliar de salud en 2004 porque sabe hablar español y eso le permite acudir a un curso que la Secretaría de Salud de Guerrero imparte una vez al año, en la ciudad vecina de Tlapa de Comonfort, para capacitar a las personas que, como él, brindan atención médica a los pueblos sin haber estudiado la carrera de Medicina. En todo este tiempo el joven de 32 años presume que ha aprendido a manejar 18 tipos de medicina.

“Yo solo estudié el sexto grado de primaria y como entré de auxiliar de salud desde hace 18 años ya sé manejar 18 claves de medicamentos. Me enseñaron cómo los voy a dar a la gente cuando esté enferma, cuando tenga alguna diarrea, vómito o dolor de cabeza”, comparte Fidel.

Si alguna persona tiene una enfermedad más grave o una mujer embarazada está a punto de dar a luz, Fidel se convierte en chofer. Como no hay ambulancia en la comunidad, se encarga de conseguir un vehículo entre sus vecinos para conducir hasta el Hospital de la Madre y el Niño Indígena Guerrerense en Tlapa de Comonfort, a cinco horas de distancia.

Fidel, el indígena con estudios de primaria que cuida la salud de su comunidad - centro-de-salud-servicio-cochoapa-guerrero-4
Fidel muestra los medicamentos con los que cuenta en el centro de salud. Foto: Alexa Herrera / La-Lista

Cada 15 o 20 días un médico y una enfermera del IMSS visitan el pueblo de la Barranca de la Palma para dar atención de salud a las personas y dejar nuevos medicamentos. Mientras ellos no están, Fidel es el encargado de atender a unas 100 personas que viven en la comunidad y que llegan de otros lugares cercanos en busca de atención médica.

Los doctores y las enfermeras rechazan permanecer en este lugar con población en extrema pobreza y que está en medio de la región de La Montaña de Guerrero y sus habitantes quedan a su suerte en la atención de su salud.

“Queremos que estén los médicos y enfermeras para que atiendan a la gente cuando esté enferma, sí los necesitamos, pero como ellos no quieren estar aquí nada más vienen un rato y luego se van. Ellos dicen que son varios pueblos aquí en Cochoapa el Grande y por eso no quieren estar aquí en una sola comunidad”, lamenta Fidel.

Las poblaciones que no tienen médicos

Los auxiliares de salud comunitarios como Fidel surgieron en 1999. En aquel año el expresidente Ernesto Zedillo implementó el Programa de Ampliación de Cobertura para brindar servicios de salud a las comunidades más marginadas, incluidas las indígenas.

Para ser auxiliar de salud una persona no debe tener estudios ni ser especialistas en este ámbito, solo saber leer y escribir, hablar español, pertenecer a una comunidad rural y vivir ahí. Sin embargo, el gobierno federal les ha asignado tareas que debería realizar un profesional, por ejemplo, brindar atención médica básica; hacer fichas de los pacientes y censar anualmente a las familias de las comunidades; elaborar un diagnóstico anual de salud de los poblados; hacer un reporte diario de vigilancia epidemiológica, y solicitar los insumos para abastecer los centros de salud.

Los auxiliares de salud, que todavía en 2022 existen por el Programa Fortalecimiento a la Atención Médica, son un apoyo para los Equipos Médicos Itinerantes, grupos de personas especializadas en Medicina que no se quedan de base en ninguna comunidad, sino que pasan de una a otra para atender a los habitantes de manera intermitente.

Esta falta de atención médica constante para las comunidades rurales y los pueblos indígenas es un problema en México. Un ejemplo es Ocosingo, Chiapas, donde hay 120 mil 388 personas que hablan una lengua indígena, la mayor cantidad en una sola localidad de acuerdo con el Censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Fidel, el indígena con estudios de primaria que cuida la salud de su comunidad - centro-de-salud-servicio-cochoapa-guerrero-6
El quirófano del centro de salud donde trabaja Fidel Martínez no está equipado. Foto: Alexa Herrera.

Los microdatos del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señalan que en Ocosingo hay 29 pueblos donde el 100% de la población no tiene ningún médico al cual acudir en caso de enfermarse. Hay otras 156 comunidades donde entre el 50% y el 99% de la población tiene la misma carencia.

El 9 de agosto de 2022, Jorge Alcocer, secretario de Salud, informó que en México hay un déficit de 154 mil médicos especialistas y 34 mil médicos generales. Los lugares más afectados son las zonas más pobres del país, a las que los médicos prefieren no ir debido a la inseguridad y las carencias sociales, según el mismo funcionario.

Cochoapa el Grande, donde trabaja Fidel, no es ajeno a este problema. Bernardo Ponce, presidente municipal, dice que solo en dos pueblos, la cabecera municipal y Dos Ríos, hay centros de salud con enfermeras y doctores. Hay otros dos espacios en las comunidades de Coyul y San Rafael que operan solo con enfermeras. Mientras los otros 172 pueblos que componen al municipio no tienen espacios de salud con personal.

Ponce lamenta que Cochoapa el Grande siempre ha batallado con el acceso a servicios de salud porque los médicos no quieren quedarse a vivir ahí. “Esa es la dificultad que tenemos, por la lejanía, por el modo de vivir y luego la alimentación que existe aquí no se pueden acostumbrar, no hay señal de teléfono, se pierde, y por todo eso no quieren quedarse aquí”, lamenta el alcalde.

Añade que este año el Insabi le informó que dos médicos serían enviados de forma permanente a Cochoapa, pero los doctores se negaron cuando supieron su asignación. “Nada más se enteraron de que venían para acá y renunciaron”, critica Ponce.

‘Ya no quiero ser auxiliar’

Luego de 18 años de ser auxiliar de salud comunitario, Fidel dice que ya no quiere seguir en ese puesto porque desde hace tres años, cuando desapareció el Seguro Popular, programa que se coordinaba con la Secretaría de Salud de Guerrero para brindar atención médica a zonas marginadas, le dejaron de dar el apoyo de 2 mil 500 pesos mensuales por atender a la población.

“A mí ya no me conviene estar en auxiliar de salud porque no hay dinero, yo ya quiero irme el mes de noviembre a trabajar a Chihuahua”, comparte Fidel. Él desea seguir la costumbre de sus paisanos de irse a trabajar a campos de cultivo de otros estados.

En 2021 fue a Chihuahua a cultivar chile y le pagaban 35 pesos la hora. Si trabajaba medio día eso era suficiente para cubrir sus gastos y enviarle dinero a su esposa y sus tres hijos, todos menores de 18 años. Fidel migró por tres meses y dice que en ese tiempo no hubo quien entregara medicinas a los integrantes de su pueblo, salvo el médico y la enfermera del IMSS que van una vez cada 15 o 20 días.

Fidel, el indígena con estudios de primaria que cuida la salud de su comunidad - centro-de-salud-servicio-cochoapa-guerrero-5
Centro de Salud en Cochoapa el Grando. Foto: Alexa Herrera / La-Lista.

A pesar de la importancia de su puesto, Fidel lamenta que nadie en la Barranca de la Palma quiere ser auxiliar de salud comunitario. Relata que este año los habitantes de su pueblo se reunieron para determinar si otra persona podía atender a la población y nadie aprobó la propuesta, pues eso implicaría que alguien más tiene que aprender desde cero cómo recetar las medicinas.

Tampoco es que alguien esté interesado en el puesto, ya que implica estar atento las 24 horas del día para atender a quien se sienta mal. Los tiempos de lluvia y frío, justo cuando Fidel planea irse a Chihuahua, son los más complicados en cuestión de salud porque es cuando hay más casos de gripe.

“Es que todos se van a trabajar y por eso no quieren estar aquí, pues”, dice sobre las personas que rechazan ser auxiliar de salud comunitario.

Para la Barranca de la Palma no luce bien el cierre de este año. Si Fidel se va a trabajar de nuevo a Chihuahua, la comunidad no tendrá atención médica. Solo quedará el centro de salud, un cascarón que en su entrada principal tiene estampada una promesa incumplida: “Seguimos trabajando por el Desarrollo”.

Síguenos en

Google News
Flipboard