La-Lista de los testigos claves en el juicio de García Luna
El gobierno sostiene su acusación en contra de García Luna con la ayuda de 26 testigos, algunos con una cuestionada credibilidad.
El gobierno sostiene su acusación en contra de García Luna con la ayuda de 26 testigos, algunos con una cuestionada credibilidad.
A lo largo de cuatro semanas de juicio, el equipo de la Fiscalía pidió el testimonio de 26 personas, quienes tuvieron conocimiento o llegaron a participar de alguna forma en delitos por los que acusan al exfuncionario mexicano de más alto nivel llevado a juicio en Estados Unidos, Genaro García Luna.
Esta es la lista de los testigos más relevantes y lo más destacado de sus testimonios.
Sergio Villarreal Barragán, alias ‘El Grande’
El primer testigo fue Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, quien llegó a ser lugarteniente de Arturo Beltrán Leyva y sus hermanos Alfredo y Héctor.
“El Grande”, originario de Torreón, Coahuila, dijo que vio cómo Genaro García Luna recibía pagos de 1.5 millones de dólares al mes como parte de una colecta que hacían los distintos líderes del Cártel de Sinaloa, entre ellos, Ignacio “Nacho” Coronel, Ismael “El Mayo” Zambada, Joaquín “El Chapo” Guzmán, los hermanos Beltrán Leyva, Juan José Esparragoza “El Azul” y Vicente Carrillo.
Dijo que al inicio los pagos se entregaban al “comandante Domingo” y que él podía escuchar cómo Arturo Beltrán Leyva hablaba con Genaro García Luna a través del radio, ya que siempre usaba el altavoz.
Su testimonio duró dos días, en los que aseguró que fue gracias a la protección de la Agencia Federal de Investigación que pudieron enfrentar al Cártel del Golfo y a Los Zetas y que lograron extenderse a casi todo el país en el periodo de 2001 a 2010.
El monto de los sobornos aumentó conforme fue creciendo el negocio, tan solo los integrantes de la fracción de los Beltrán Leyva llegaron a ganar 400 millones de dólares al mes.
También aseguró que García Luna había sido secuestrado por órdenes de Beltrán Leyva en 2008 porque estaba molesto con él, ya que había dejado de tomar sus llamadas.
Tirso Martínez Sánchez, ‘El Futbolista’
Este narcotraficante se dedicaba a trasladar cocaína a bordo de trenes con un doble fondo. Trabajó desde los años 90 llevando cocaína con destino a California, Chicago y Nueva York. Llegó a trasladar de 50 a 60 toneladas en su carrera delictiva.
En su testimonio, “El futbolista” no hizo referencias directas sobre Genaro García Luna y el juez Brian M. Cogan pidió excluir parte de su testimonio por considerar que solo estaba declarando cosas con base en rumores y que había sido una pérdida de tiempo lo que dijo al inicio.
En su segundo día de testimonio, se limitó a hablar de tres aseguramientos de cocaína ocurridos en Chicago, Illinois, y en Brooklyn y el barrio de Queens, en Nueva York.
Los cargamentos pertenecía. a “El Chapo” Guzmán y eran de entre 2 y tres toneladas cada uno, con un valor de, al menos 100 millones de dólares. Estos cargamentos están relacionados con las violaciones por el delito de conspiración del que se acusa a García Luna.
Los agentes
El día tres del juicio contra García Luna rindieron testimonio varios policías y agentes antidrogas, quienes hablaron del aseguramiento de cargamentos de cocaína en bodegas de Queens y Brooklyn, en Nueva York y en Chicago, Illinois.
También hablaron quienes descubrieron los tractocamiones con falso fondo y explicaron por qué era complicado entrar al fondo del vehículo para verificar que estuvieran libres de cargamento.
Ernest Cain, policía retirado de una división especial del Departamento de Policía de Chicago, Illinois; Jamal Cornedo y Matthew Coleman, agentes de la DEA en Nueva York; Noel Moloney, de Customs and Border Protection, y Steven DeMayo, del Inmigration and Customs Enforcemente, rindieron testimonio.
Héctor Tolentino, el Trinitario
Héctor Tolentino, un narcomenudista de 31 años que llegó a pertenecer a la banda de Los Trinitarios, una de las más violentas en Nueva York, fue el testigo número ocho del gobierno.
Tolentino llegó a la Corte con su uniforme de reo, ya que fue condenado a 31 años de prisión. Dijo que en la cárcel conoció a alguien que tenía un conecte con gente del Cártel de Sinaloa y que se convirtió en su proveedor de cocaína, fentanilo y pastillas M30.
Aseguró que su amigo le llamó una vez y le mandó un narcocorrido de cómo la droga era trasladada desde México hasta Nueva York y un día le hizo una videollamada para mostrarle a uno de los hijos de “El Chapo” Guzmán.
Este testigo tampoco hizo señalamientos en contra de García Luna, pero su testimonio es relevante en el sentido de lo que buscaba demostrar la Fiscalía, que la cocaína que el exfuncionario supuestamente permitía que se trasladara, finalmente se distribuía en las calles de NY.
Óscar Nava Valencia, ‘El Lobo’
El exlíder del Cártel del Milenio aseguró que pagó inicialmente 5 millones de dólares a Genaro García Luna, a través de Arturo Beltrán Leyva, a cambio de saber quién había delatado el cargamento de 23 toneladas de cocaína que iban a recibir en Manzanillo, Colima, en octubre de 2007.
“El Lobo” Valencia declaró bajo juramento que había visto a García Luna en dos ocasiones, una de ellas en la casa de Arturo Beltrán Leyva, en el estado de Morelos y la segunda, en 2008 en la oficina de un lavado de autos que se encuentra en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
Según “El Lobo” Valencia, en esa ocasión pagó 500 mil dólares para tener la reunión y ahí se le ágaron 2.5 millones de pesos más a cambio de protección.
El testigo fue exhibido por la defensa, ya que le hizo reconocer que apenas en diciembre pasado reconoció ante funcionarios federales que había mentido y que él nunca había visto a García Luna.
Después rendiría testimonio, Adrián Ibáñez, un agente de la DEA que habló del aseguramiento de cocaína en Manzanillo, considerado histórico por el volumen de 23 toneladas.
Israel Ávila
Israel Ávila era el contador de los hermanos Mario y Alberto Pineda Ávila, quienes operaban como si fueran elementos de la Agencia Federal de Investigación en el estado de Morelos.
Los hermanos Pineda Ávila formaban parte del Cártel de Sinaloa a través de la fracción de los Beltrán Leyva. Dijo que en las libretas de pagos llegó a ver el nombre de “El Tartamudo” o “El Metralleta” con pagos por un millón, un millón y medio y hasta 3 millones de dólares.
Nunca vio el nombre de Genaro García Luna, según reconoció, pero su testimonio coincidió con las versiones de que había sido secuestrado por órdenes de Arturo Beltrán Leyva, en el estado de Morelos. Dijo que su compadre Francisco participó en ese operativo y al haber salido bien, los jefes le regalaron una casa.
Este es el único testigo protegido por parte de la Fiscalía. La artista de la Corte, Jane Rosenberg, tuvo que difuminar el retrato que había hecho de él después de hora y media de trabajo.
Harold Mauricio Poveda Ortega, “El Conejo”
Era el enlace entre los productores de cocaína en Colombia y Arturo Beltrán Leyva. Dijo que parte del seguro para hacer negocios era garantizar que se tenpia todo arreglado con las autoridades para reducir el riesgo de pérdidas.
“El Conejo” dijo que por orden de Jesús “El Rey” Zambada, los mandos de la Policía Federal Édgar Bayardo y Gerardo Garay Cadena estuvieron a cargo de un operativo en el que le quitaron su casa en el Desierto de los Leones, una construcción que había hecho a su gusto, con madera tallada, una puerta traída de la India y donde tenía tigres blancos, panteras, leones y un chimpancé.
Coincidió en la versión de que Beltrán Leyva había ordenado a levantar a García Luna porque estaba muy enojado, dijo que quería cortarle la cabeza y mandarla para que supieran quién mandaba. “El Conejo” lo ayudó a tranquiolizarse y le sugirió que mejor platicaran y pusieran las cartas sobre la mesa.
Los policías
Raúl Arellano Aguilera, expolicía federal estuvo asignado por más de un año a la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, dijo que por órdenes de los mandos a cargo, dejaban de revisar equipaje y cargamento de vuelos provenientes de Colombia y otros países de Sudamérica.
Francisco Cañedo Zavaleta, también expolicía federal testificó que vio a García Luna con Arturo Beltrán Leyva y Édgar Valdez Villarreal en el acotamiento de la carretera libre Cuernavaca-Tepoztlán en octubre de 2008 un día que estaba franco y había decidido ir a descansar a Yautepec, Morelos.
La escena supuestamente se refiere al secuestro de García Luna, así lo habría denunciado el expolicía al Congreso de la Unión a través de la entonces diputada Layda Sansores.
Héctor Villarreal, exsecretario de finanzas en Coahuila
El exsecretario de finanzas del gobierno de Humberto Moreira, aseguró que García Luna buscó acercamiento con su jefe para que le ayudara a contactar al director y duelo del diario de mayor circulación en México, El Universal.
Esto ocurrió después del secuestro de García Luna, el cual se dio a conocer en la revista Proceso, y que supuestamente buscaba silenciar en los medios.
El acuerdo de El Universal se logró con un pago de 25 millones de pesos al mes por supuesto pago de publicidad y se exhibió una factura por 11.5 millones de pesos.
Anthony Wayne
El exembajador de Estados Unidos en México habló de su relación con García Luna mientras estuvo asignado a México. En una ocasión fue a cenar a su casa, la cual le pareció una casa normal y sin lujos excesivos, pero le llamó la atención un acuario muy grande que tenía con peces.
Confirmó que nunca recibió reportes de corrupción por parte de García Luna, pero sí le llegaron otros que señalaban que la Policía Federal eran los socios menos preferidos para combatir al Cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva.
Édgar Veytia, exfical de Nayarit
Este criminal que llegó a ser fiscal del estado de Nayarit con el aval del Congreso, aseguró que recibió instrucciones del gobernador Ney González, con respecto a la línea de seguridad que debían tomar, en favor de “El Chapo” Guzmán y no de los Beltrán Leyva, quienes supuestamente financiaron la campaña de Roberto Sandoval para gobernador, y en la cual resultó electro.
Detalló que Ney González se acababa de reunir con el presidente Felipe Calderón y con García Luna en la Ciudad de México y ahí le dijeron: “La línea es Chapo”.
Iván Carrera, agente de la DEA
El agente de la DEA Iván Carrera, quien supervisó la detención de Genaro García Luna en San Antonio, Texas, en diciembre de 2019, dijo que la primera entrevista no pudo ser grabada porque el equipo tuvo una falla, pero aún así se llevó a cabo con el consentimiento de García Luna.
Según Carrera, el exsecretario de Seguridad Pública rechazó haber conocido a Iván Reyes Arzate “La Reina”, quien se encuentra preso por su complicidad con integrantes del narcotráfico mientras trabajaba en la Unidad de Información Sensible de la Policía Federal.
George Dietz, agente del Departamento de Justicia
Gran parte del juicio permaneció en el lado del gobierno, en las bancas del público. El agente describió los archivos que habían encontrado en la computadora de Genaro García Luna al momento de su detención, en donde él mismo aceptó a darles las claves de acceso.+
De ahí se extrajeron fotos de sus casas en Morelos y en la Ciudad de México, donde tenía la pesera a la que hizo referencia el embajador Anthony Wayne.
Jesús ‘El Rey’ Zambada
Era el líder del Cártel de Sinaloa en la Ciudad de México de 2001 a 2008, cuando fue arrestado en un operativo coordinado por Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande” de la mano de elementos federales.
Aseguró que pagó 5 millones de dólares a Genaro García Luna a través de Óscar Paredes, un abogado que era funcionario en la entonces Procuraduría General de la República y que funcionaba como enlace entre ellos y el gobierno federal.
El pago se dio en dos encuentros en el restaurante Champs Ellysées, en Paseo de la Reforma, justo frente a la embajada de Estados Unidos.
Linda Cristina Pereyra
La esposa de Genaro García Luna fue la única testigo por parte de la defensa. En su testimonio dio cuenta de cómo construyeron su patrimonio desde que se casaron luego de haberse conocido en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), donde ella trabajó por tres años.
Aseguró que la motocicleta Harley Davidson que tenía su marido la compró ella misma en una agencia y exhibió la factura de esta.
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