¿El año (otro) en que viviremos en peligro?
Ángel Guardián
¿El año (otro) en que viviremos en peligro?
Foto: Esteban López/Unsplash.com

Es evidente que 2020 no resultó como la inmensa mayoría lo planeó, o ni siquiera como se lo imaginó. En México, por ejemplo, sabíamos que el año pasado iba a ser especialmente difícil, con poco crecimiento y con la expectativa puesta en las políticas públicas de la 4T.

A tal grado nos pegó la pandemia que probablemente muchos olvidaron de qué iban los pronósticos para el país. Hacia el primer trimestre de 2020 muchos tenían los ojos y las canicas puestos en un proyecto de inversión en infraestructura de la IP que en realidad no pasó de buenas intenciones. Vaya, hasta un estadio multiusos estaba proyectado para Monterrey.

Pero para 2021, nada hay que nos permita decir, ‘bueno, por lo menos las cosas se moverán por acá’. Y esto lo confirmó el reciente plan para reactivar la economía que presentó la flamante secretaria de Economía Tatiana Clouthier.

Previamente, Deloitte había dicho que la recuperación económica dependerá de un fuerte rebote a nivel doméstico. Advirtió que el gobierno federal no tiene planes de aprobar estímulos fiscales adicionales que beneficien a la economía. Clouthier no hizo sino confirmar esta noción.

Las bolas de cristal que sacaron consultoras y diversas organizaciones y think-tanks para 2021 apuntan a que será muy sombrío, ominoso, para gran parte del mundo (menos China, que ha superado el Covid y ha vuelto a crecer), específicamente para América Latina.

Hay puntos positivos, que dependerán de la estabilidad global, si es que se da, y de los mercados. Es el caso de la predicción de Global X, que dice que México podría beneficiarse de un rebote y estabilización en los precios internacionales del petróleo. En este sentido, PwC pronostica que el precio por barril no bajará de los 60 dólares, lo que traería una buena entrada de divisas al país en la medida en que se llegue (o se supere) la meta de producción, que oscila ente 1.8 y 1.9 millones de barriles diarios.

Por lo demás, el que el país crezca o no de penderá mucho dependerá, dice Stratford, del avance o contención de la pandemia y de la manera en que se construya la relación con EU y la nueva Administración de Joe Biden.

Pero hay focos rojos y, más allá de la ideología, están las tendencias que se han marcado. Por ejemplo, la firma de análisis de riesgos Eurasia Group, observa que la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador se mantendrá alta, empujando al partido en el poder, Morena, a una victoria en las elecciones intermedias de este año. Con ello, dice, AMLO mantendrá el control de una “agenda de políticas públicas que socavará el ambiente de negocios”.

De América Latina, Eurasia, refiere que luego del Medio Oriente, la región es la más golpeada por el Covid y que los gobiernos enfrentan “versiones intensificadas de los formidables problemas políticos, sociales y económicos” que ya tenían frente a sí previo a la pandemia.

En cuanto a la seguridad, otro flanco débil, El Council for Foreign Relations, advierte que la intensificación de la violencia relacionada con el crimen organizado en el país resultaría en un incremento de víctimas civiles.

Como se ve, el año viene difícil, como se preludiaba 2020, sólo que sin una pandemia de por medio.

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