¿Qué comunican los candidatos independientes?
Tácticas Parlamentarias

Analista y consultor político. Licenciado en Ciencia Política por el ITAM y maestro en Estudios Legislativos por la Universidad de Hull en Reino Unido. Es coordinador del Diplomado en Planeación y Operación Legislativa en el ITAM. Twitter: @FernandoDworak

¿Qué comunican los candidatos independientes?
Foto: @mvillasuso en Twitter.

Mucha gente dio por agotado el modelo de candidaturas independientes en 2018 pues, alegaban, hubo pocos electos. Sin embargo, la figura generó expectativas demasiado elevadas en 2015, cuando hubo dos casos excepcionales: un gobernador independiente, Jaime Rodríguez “el Bronco” y un diputado independiente exitoso: Pedro Kumamoto.

¿Por qué fueron excepcionales? Se necesita una crisis de los partidos extrema, para que los grupos de poder se decanten por un independiente para una gubernatura, como en el caso de Nuevo León. Difícilmente ocurrirá otra vez en el futuro próximo.

Hubo tres factores detrás del éxito de Kumamoto. El primero, compitió para un distrito urbano y acomodado, posibilitando una campaña como la que hizo. Segundo, la polarización entre PRI y MC en la legislatura local era tal, que a menudo se necesitaba un voto para decidir. El joven legislador supo negociar su apoyo a cambio de impulsar su agenda. Tercero, el Congreso de Jalisco otorga a cada legislador una presidencia de comisión. Gracias a esto, tuvo recursos para sostener un equipo de colaboradores.

En comparación con Kumamoto, el resto de los diputados independientes que han existido, sea a nivel federal o local, han sido poco más que testimoniales, al no tener peso para impulsar una agenda, y los grupos parlamentarios asignan lugares en comisiones y recursos según sus propios criterios.

Las candidaturas independientes siguen siendo exitosas para el nivel al que realmente fueron concebidas: los municipios y ayuntamientos. La razón: se presentan figuras con arraigo y reconocimiento en sus comunidades, por lo que pueden llegar a ser muy competitivas. Además, es fácil vincular el desempeño y la responsabilidad de una gestión a una persona, al contrario de como ocurre con, digamos, un legislador que pertenece a un órgano colegiado.

El principal reto que enfrentan los candidatos independientes es posicionarse como alternativas, siendo relevante la estrategia de comunicación que adoptan. Desde 2015, la mayoría de los mensajes se centran en la pureza “ciudadana”, la promesa de “acabar con los partidos”, confundir la no afiliación política con frescura e improvisación, o presentar listas interminables de propuestas.

Sin embargo, hay ejemplos que marcan una diferencia clara. Uno de éstos me llamó la atención en 2016: Armando Cabada, quien compitió para presidente municipal de Ciudad Juárez. Aquí un spot que me llamó la atención en su momento:

En lugar de mostrarse espontáneo, puro, o tratar de medrar del hartazgo hacia los partidos, Cabada mostró profesionalismo, un equipo que conoce los problemas de la ciudad y soluciones concretas. Como otros ediles independientes exitosos, logró reelegirse en 2018.

El caso de Cabada también ilustra los retos de los independientes en el mediano plazo: es imposible avanzar sin una estructura político-electoral, que potencie su apoyo personal. Kumamoto se dio cuenta de ello tras su fracaso de su candidatura al Senado, fundando a partir de ahí un partido local. El presidente municipal de Ciudad Juárez negoció estar en un lugar seguro dentro la lista de Morena para la legislatura local. Otros casos son similares: siempre hay partidos dispuestos a cooptar políticos independientes exitosos.

A seis años de candidaturas independientes, ¿qué nos desean comunicar quienes hoy compiten por esa vía? Quiero agradecer a quienes, al preguntar en mis redes, me recomendaron candidatas y candidatos. Elegí a aquellos que tienen spot publicados.

Arturo Segoviano

Arturo Segoviano compite como candidato independiente a la gubernatura de San Luis Potosí. Aquí su spot:

Antes de arrancar el análisis, dos acotaciones.

La primera: una candidatura independiente no garantiza competitividad. Tampoco es necesariamente mejor a quienes compitan por la vía partidista: asumir eso sería caer en una falacia moral. Pero una candidatura independiente competitiva puede obligar a los demás candidatos a elevar su nivel de propuestas. Así sucedió, por ejemplo, en la campaña para la presidencia de Estados Unidos en 1992, con Ross Perrot ante George Bush y Bill Clinton.

La segunda: quienes buscan competir por la vía independiente tienen, como los demás candidatos, vocación por lo público. En algunos casos, salieron incluso de un partido y están apostando su capital político en el brinco. En otros, son personas con arraigo local, o con ideas y proyectos. Haríamos bien en superar el argumento de la pureza ciudadana.

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¿Qué nos dice el spot de Segoviano, tomando lo anterior? En realidad, nada: él es bueno porque es independiente. ¿Y luego? ¿Qué atributos tiene para la tarea? ¿Qué ha hecho para ser tomado en consideración? ¿Su proyecto? Sin embargo, la secuencia de los candidatos “chapulines” es genial: alguien debería en un futuro retomar la idea para un sketch satírico.

Nydia Cano

La propaganda de la candidata a la presidencia municipal de Tlaxcala es interesante: hay planes, propuestas y su logo es una mazorca. Veamos uno de sus spot:

A reserva de ver cómo comunicará a lo largo de la campaña, su discurso apela a una comunidad: ella está ahí por el apoyo de todas y todos. De esa forma, hace partícipe a la ciudadanía tlaxcalteca de su candidatura.

La escena independiente de Nuevo León

Al inicio del texto comenté que una diputación independiente estaba, salvo condiciones excepcionales, destinada a ser meramente testimonial. ¿Significa que nadie debería competir por una curul? Desde luego que no, siempre y cuando se tenga un objetivo claro sobre qué se puede o no lograr, según cuáles escenarios. Esto requiere, entre otras cosas, conocer los procesos legislativos y tener una idea sobre cómo serán los equilibrios al interior de la asamblea.

En Nuevo León hay un grupo de jóvenes compitiendo por asientos en la legislatura local por la vía independiente. Diseñaron logos que aluden a flores, usan el hashtag #ElFuturoFlorece como plataforma, presentan ideas en común y, en un estado con gobernador independiente, están aplicando las experiencias de Pedro Kumamoto. ¿Qué están comunicando?

La primera candidata es Mariana Villasuso, quien va por el Distrito III Local. Su narrativa es sólida: cuestiona la figura de los independientes, la legislatura local y la alternancia a nivel federal. Sin embargo, en lugar de presentarse como una nueva opción, afirma que somos los ciudadanos quienes nos tenemos que hacer cargo. El resto es un buen ejemplo de historia personal y propuestas.

El segundo candidato es Kristian Macías, quien compite por el Distrito IV Local. Evidencia que su formación profesional es sólida y conoce bien sus temas. Pero un mensaje meramente intelectual difícilmente conecta con un público amplio. Ojo: no estoy diciendo que decir chistes o caer en el simplismo. Solamente refiero la necesidad de saber divulgar y hacer atractivo un mensaje, sabiendo que somos personas racionales y emocionales.

Finalmente, Roberto Alviso compite por el Distrito VI local. Es un spot testimonial sólido, que busca mostrar quién es y por qué está compitiendo.

Se ha comentado en entregas anteriores que son cosas distintas tener una formación profesional sólida, ser electoralmente competitivo o mostrar habilidades políticas. Sin embargo, y en el peor de los escenarios, esta experiencia servirá de aprendizaje y abonará a la calibración.

¿Qué pasaría en el mejor de los escenarios? Un grupo de políticos joven y coordinado llega a la legislatura local, asegurando el número necesario para ser considerados grupo parlamentario. Así, acceden a recursos y cargos en comisiones que les permitan, si no concretar, consolidar un programa en el imaginario. También se enfrentarán al realismo político, debiendo tomar decisiones que no desearían tomar, extrayendo aprendizajes que podrían eventualmente modificar las reglas del juego.

En todo caso, y al contrario de la creencia popular, las candidaturas independientes no se agotaron.

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