TikTok detectó accidentalmente mi TDAH; por 23 años, todos ignoraron las señales de advertencia

Me da un poco de pena decirlo, pero la aplicación de redes sociales TikTok descubrió que tenía trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) antes que yo.

Por 23 años, mis padres, mis maestros, mi médico, mi psicólogo y mi propio cerebro pasaron por alto las señales de advertencia, pero de alguna manera, el algoritmo de esa aplicación solo tardó unos días en diagnosticarme accidentalmente.

Al crecer, siempre tuve la sensación de que todos los demás se las arreglaban mejor que yo. De alguna manera podían recordar citas y fechas límite, tenían la disciplina para mantener un calendario actualizado y no se quedaban soñando despiertos en medio de conversaciones importantes.

En la universidad, recuerdo haber buscado en Google “cómo saber si tienes TDAH”, pero toda la información que apareció fue sobre el diagnóstico de un niño de seis años, y ninguno de los síntomas sonaba como los míos.

Nunca me había retrasado en la escuela, no era hiperactiva todo el tiempo, nunca había sido tan descollante en clase. Sentí como si hubiera 10 televisores constantemente prendidos en mi cabeza, y con tantas cosas sucediendo, todas las cosas pequeñas se me desvanecían.

No fue sino hasta que descargué TikTok que realmente consideré que podría tener el trastorno.

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Y es que la aplicación se basa en la página “para ti” que selecciona una secuencia de videos para uno mismo. Al principio, todo es bastante genérico, pero a medida que te “gustan” algunos videos y te desplazas rápidamente por otros, el algoritmo de la aplicación crea un perfil del usuario y sus intereses.

Y ese perfil a veces es aterradoramente preciso. Realmente me conocía mejor que yo misma.

Las mujeres han sido infra diagnosticadas con TDAH por décadas

Lo que creo que sucedió es que el algoritmo notó que cada vez que un video titulado algo así como “Cinco señales poco conocidas de TDAH en mujeres” aparecía en mi hilo, lo miraba fascinada hasta el final. Entonces, como la máquina del capitalismo distópico que es, TikTok me mostraba cada vez más de estos videos en un intento desesperado por mantenerme en la app y extraer cada centavo publicitario posible que mi mirada pudiera comprar.

Pero, como efecto secundario, de pronto veía contenido sobre el TDAH creado por y para mujeres, por primera vez. Era como si alguien pusiera en palabras todo lo que siempre sentía de extraño en mi cerebro. Olvidar que algo existe si no puedes verlo puede ser un problema en cuanto a la “permanencia del objeto”. Ser incapaz de ponerme de pie y ordenar mi departamento, a pesar de quererlo hacer con desesperación, podría no ser pereza, sino “disfunción ejecutiva”.

De repente se me ocurrió que tal vez no es que, de alguna manera, yo no fuera simplemente “peor a la hora de ser persona” que todos los demás. Quizás simplemente no tenía suficiente dopamina en mi cerebro. No puedo exagerar lo liberador que se sintió.

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Así que, tras una cita con el médico, más tres consultas con especialistas, más cuatro meses de tiempo, más alrededor de 700… mi nuevo psiquiatra miró directamente a la cámara web y dijo: “Sí, creo que claramente tienes TDAH y lo has tenido toda tu vida”. Lloré de alegría cuando lo dijo.

Los expertos en salud mental me dijeron que, en realidad, no es tan sorprendente que el escuchar relatos de primera mano sobre la neurodivergencia sea lo que finalmente me hizo caer el veinte. De hecho, el asesor clínico principal de Beyond Blue, el Dr. Grant Blashki, me dijo que las redes sociales podrían ser una herramienta extraordinariamente poderosa para aumentar lo que la comunidad médica denomina “alfabetización en salud mental”.

De hecho, “saber que tienes TDAH en TikTok” es ahora un fenómeno tan común que se ha convertido en meme por derecho propio en la app. No hay datos sólidos y rápidos sobre el fenómeno, pero tomando en cuenta mi propia experiencia, desde que les conté a mis amigos sobre mi diagnóstico, no menos de cuatro personas me han contactado diciendo que creen que ellos también podrían tenerlo.

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Las mujeres han sido sistemáticamente infra diagnosticadas con TDAH durante décadas, por lo que supongo que no sorprende que tengamos una plataforma que promueve que las mujeres hablen de sus experiencias y que una nueva ola de niñas sospeche que tienen el trastorno.

Puede ser fácil caer en la madriguera del conejo

Sin embargo, los expertos dicen que aquí es donde las cosas se complican, porque a este algoritmo lo guía un conjunto de ética clínica estricta y sus técnicas de diagnóstico se basan en el tiempo de visualización, no en los conjuntos de criterios del Manual de Diagnósticos y Estadísticas de los Trastornos Mentales (DSM-5). Blashki dijo que, sin un diagnóstico médico adecuado, puede ser fácil para las personas “caer en una madriguera de conejo” de información errónea y que se diagnostiquen a sí mismas con un trastorno, a pesar de que sus síntomas puedan tener una variedad de causas potenciales distintas.

Quizás un autodiagnóstico incorrecto de TDAH no sería tan dañino en el gran esquema del mundo, pero esta no es la única comunidad de salud mental en la app. No es demasiado difícil encontrar creadores que te pidan que “deslices con el dedo” por cada síntoma de trastorno de identidad disociativo (trastorno de personalidad múltiple) que pudieras tener. Vi a una persona sugiriendo que, si alguna vez has tenido pesadillas y tienes una habitación crónicamente desordenada, podrías estar sufriendo de un trastorno de estrés postraumático complejo.

La profesora asociada Marie Yap, de la Universidad de Monash, dijo que esto puede provocar mucha ansiedad en algunas personas y, en los casos más extremos, incluso puede progresar a los dominios de la “hipocondría” y la automedicación.

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Dijo que, a veces, si las personas esperan mucho tiempo antes de buscar un consejo clínico real, pueden establecer su autodiagnóstico y puede ser difícil considerar otras opciones, incluso si es un médico quien las sugiere.

Y esto me hizo preguntarme si yo también pude haber caído en esta trampa.

Hice lo correcto. Fui al doctor. Recibí un diagnóstico clínico y me gusta pensar que, si los profesionales médicos que vi no estuvieran de acuerdo con mi hipótesis, les habría creído. Pero esta es principalmente una aplicación para adolescentes, y no estoy convencida de que hubiera sido tan sensata si tuviera 16 años cuando vi esos videos, no mis 23 de ahora.

La promesa de una “solución” para sentirse “menos que” era irresistible. ¿Una versión más joven de mí misma habría podido aceptar un no por respuesta?

Pero los expertos dicen que hay formas de mitigar cualquier daño potencial del autodiagnóstico. Esto podría tomar la forma de una mayor detección de información errónea sobre la salud mental, recursos específicos para usuarios jóvenes o, como sugirió Yap, advertencias potenciales “tipo Covid-19” en videos que vinculan a los usuarios con recursos de salud mental verificados que explican los próximos pasos hacia un diagnóstico clínico.

La plataforma de TikTok tiene algunas salvaguardas. Las búsquedas de “autolesión” o “proana”, un término utilizado por las comunidades pro-trastornos de la alimentación, automáticamente dirigen a los usuarios a páginas con los datos para llamar a Lifeline o la Fundación Butterfly; asimismo, se elimina el contenido de salud mental que infringe las pautas de la comunidad. Pero, en lo que se refiere a mi uso de la app, estas intervenciones por parte de la plataforma parecen estar lejos de ser universales.

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Una vocera me dijo que la empresa “reconoce las importantes conversaciones que tienen lugar en su plataforma sobre salud mental”.

“También hemos estado trabajando con expertos y hemos implementado recursos para que el acceso al soporte esté disponible para cualquier persona que lo necesite. TikTok está comprometida con la salud mental y el bienestar de sus usuarios”.

A fin de cuentas, estoy muy agradecida con TikTok y los creadores que hacen videos de TDAH. Ese algoritmo ha cambiado profundamente mi vida, sin duda para mejor. Sólo espero que la compañía esté implementando infraestructura suficiente para asegurarse de que mi experiencia sea lo normal, y ​​que yo no solo un valor atípico con mucha suerte.